Territorialidad en la playa (por Chelo)

Sí, he vuelto, hola a todos y todas. No me ha tocado la lotería en estas tres semanas, así que he tenido que volver, qué remedio.

Venía yo a contaros algo que he padecido semanas atrás, durante mis días de asueto en playas alicantinas: la territorialidad en la playa. El concepto territorialidad se puede definir según leo en un interesante trabajo en Internet como “término técnico que se usa para describir la toma de posesión, utilización y defensa de un territorio por parte de los organismos vivos… “.

La territorialidad en playas muy concurridas no es algo nuevo, yo lo he vivido año tras año en Alicante desde hace bastante tiempo, pero lo de este verano ha rozado ya lo patológico, hay auténcicos enfermos de la defensa de su metro cuadrado. Para defender su espacio utilizan desde sombrillas hasta a los niños pasando por la típica barrera levantada con tierra. De los que ocupan más espacio, distinguiría varios tipos principales:

Familia al completo con varias sombrillas y sillas que apilan en círculo. Les acompañan mesa, taburetes, neveras, tarteras, alguna colchoneta (ésta la usan como parte de la construcción playeril, no en el agua). Normalmente van con muchos niños así que conscientes de que ellos también molestan al vecino, se quejan poco. Estos son los típicos que llegan a las 10 de la mañana y se van a cenar a su casa, yo creo que por vergüenza, que por ellos hacían allí noche, a la fresca de la brisa estival.
Grupo de la tercera edad con varias sombrillas y sillas que apilan en línea cara al mar (nunca en círculo, porque su principal actividad en la playa es mirar al prójimo y comentar, así que el enfilado de frente a las olas les proporciona un material muy suculento). Dentro de este grupo hay dos tipos, el que piensa que la playa es suya y como llegues tu después y te pongas delante o muy cerca te la lían y el que casi que te invita a unirte a sus plegarias. No sé cual prefiero. Más bien, no se cual prefiero menos.
Pareja – a veces trío- de viejas. Si, si, de viejas, estas no son tercera edad, son viejas. Tienen una mala leche de impresión, colocan sus bolsas, a continuación sus sillas y medio metro después sus toallas, si te descuidas colocan más de una por persona. Las chancletas a otro medio metro de distancia, vamos lo ocupan todo y solo por ese sentido de territorialidad del que hablaba. Impresionante. Sobre todo llama la atención porque luego se pasan la mañana de pie en la orilla, mirando con descaro a todo el se cruzan. No puedo con ellas.
Grupo multitudinario adolescente. Estos se ponen en la arena seca, se bañan cuando están al borde de la deshidratación, la verdad es que a mi estos me molestan poco, yo voy con niñas y me pongo lo más cerca de la orilla que me dejan, así que sólo los veo al pasar, tan morenos todos, con las tetas tan bien puestas ellas, con esos pectorales casi imberbes ellos… en fin, lo que viene siendo un adolescente.

Hay muchos más tipos ¿Con cuales te has encontrado tu este verano?


14 respuestas a “Territorialidad en la playa (por Chelo)

  1. jajajajaja, tienes toda la razón!!!!! qué bueno!!
    ufff, los adolescentes son peores en el agua, se ponen a jugar con el balón sin importarles a quién salpicar o golpear…
    Muakk

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  2. En los hoteles de playa pasa igual..

    Hora: 7 de la mañana… te has acostao hace una hora y lo que hay en tu cabeza es un resacon de cojones y mil barcos a la deriva…

    En la puerta de al lado… una energumena de edad indeterminada golpea con fuerza mientras grita en voz baja… » vamos , sal..dame tu toalla que nos quedamos sin primera linea en la piscina»..

    ¿Que que hice?.. levantarme a trompicones.. abrir la puerta, sugerirle que se callara y vomitarle en la toalla recien entregada por mi vecina de habitacion…

    en finn…. que lo de la evolucion darwiniana no lo tengo yo muy claro!!!

    saludos..y disculpe por interrumpir!!!

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  3. Es que las playas de Barceloan son todo un mundo… A mí lo que más me alucina es lo del «final feliz» de las chinitas del massage, massage…Me lo comento hace poquito mi marido, yo no lo sabía, y es muyyyyy fuerte.

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  4. LadyA y Hay quien prefiere las ortigas, gracias por la visita, espero que os quedéis 🙂

    Yo lo del costo todavía no lo he visto en las playas alicantinas o gaditanas que son las que frecuento y sinceramente, espero no verlo…

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  5. Aunque no tenga que ver con la entrada, te respondo a lo que me preguntas sobre el libro de las Princesitas… Totalmente recomendable, incluso para las mayorcitas (las niñas no lo disfrutarían tanto), y de la misma autora está el de Cyrano que es precioso.

    Somos unas cuantas princesitas que tenemos ese libro

    Un saludo

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  6. Hola, acabó de conocerte a través de Amalia, la mamá pediatra. Nosotros hemos estado esta tarde en la playa, en Barcelona. Yo lo que no soporto es a la gente que se te pone encima. La playa es de todos, vale, pero un poquito de espacio vital no está mal. Al tener un bebé de 11 meses, vamos a la playa con una tienda del decathlon, y ocupamos espacio, pero siempre procuramos no ponernos encima de nadie y que quede sitio alrededor para que la gente pueda pasar. Pero siempre está la pareja o familia de turno ( generalmente de mediana edad, o sea, de unos 50 para arriba y de un extracto cultural más bien bajo… no es por ser elitista, pero es lo que hay)que te plantan la toalla a 50cm. de la tuya, impidiendo el paso a la gente, con lo cual solo consiguen que la gente al pasar te llene de arena la toalla, acabas oyendo sus conversas que ni te van ni te vienen y hasta las narices de no poder ni moverte.

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  7. «Fanta naranja, Fanta Limón, Kas de naranja, Kas de limón, la cocacola la cocacola la cocacooooooooooooooooooooooooooola»

    Este verano además de la venta ambulante de refrescos varios, en Alicante se ha visto mucho africando vendiendo bolsos, relojes, gafas… una juerga vamos

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  8. Jajajaja Qué bueno!! Creo que no se te escapa ningún protagonista aunque… no añadirías a los vendedores ambulantes haciendo eses con sus carritos entre la gente? Lo que faltaba pa´l abarrotamiento!

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  9. Si Amalia, lo de la parejita también lo he sufrido, aunque estos suelen ponerse en la arena seca, lejos de mi habitual ubicación (muy cerca de la orilla)…

    Alejandra, llevas razón, algún año tenemos que cambiar e irnos al Norte, pero esto de tener la familia en el sur tira mucho… pero tiempo al tiempo 🙂

    Isa, es mala suerte seleccionar una playa así y que te pase eso… lo mejor para huir de la gente son esas calas recónditas de difícil acceso…

    Ana, grgrgr, este verano casi me sacan un ojo unos de esos de las palas grgrgr y fue mi marido!!!!!! Ja ja ja

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  10. ¿Y qué me decís de la gente que no hace deporte en su vida y en la playa quieren hacerse campeones de palas, de fútbol o de cualquier cosa que se les ocurra en ese momento y que más pueda molestar al de tienen al lado?

    Este verano en Ibiza se llevaban también mucho las colchonetas, que en sí no me parecen mal invento, siempre y cuando el que las utiliza mire a los lados y no se la meta en un ojo o ahogue al pobre que está al lado…

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  11. Cómo echaba de menos tus clasificaciones, Chelo!!

    Las playas a las que procuro ir yo no tienen esos problemas de masificación, pero este mismo fin de semana, en Formentera he conocido a un grupo que se podría incluir como tipología: Los invasores. Tu estás tan agusto en tu calita semi-desierta y de repente percibes como las hordas de turistas soltadas desde un barco te rodean y te engullen en un barullo ernsordecedor que rompe tu clímax.

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  12. Bienvenida Chelo, espero que vayas superando la depresión post-vacaciones, ya que no te ha tocado la lotería, jeje.
    La verdad es que este año hemos ido muy poco a la playa, y eso que la tenemos al ladito de casa. Hemos intentado que sea entre semana y a horas de poca gente…Se pueden observar las tipologías que explicas y algunas más: por ejemplo la típica parejita montando el número a plena luz del día….También es una forma de delimitar el espacio!!
    Un saludo

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