
Primer ejemplo: taxistas. Para mi el mundo taxi merece un post exclusivo para ellos, pero ajustándonos al tema, diré que no puedo soportar a los taxistas que te preguntan continuamente cómo ir al lugar que les has indicado… Pero vamos a ver ¿no me cobras una pasta por el alquiler de coche y chofer? Pues hijo, llévame al sitio y punto. Entiendo que pregunten según subes por dónde quieres ir y te den un par de opciones, pero si la contestación es “por el sitio más rápido y corto”, por favor, es que dejo en tus manos de profesional la decisión… El otro día salí a cenar con una amiga, y entre cañas y diversión, me dieron las tantas. Decidí tomar un taxi para llegar a casa porque me notaba yo un poco perjudicada… Subo al coche y le digo al conductor, lo más claramente posible, que voy a tal calle, que se encuentra entre tal y tal otra.
Taxista: “¿Por donde quiere que vayamos?
Yo: Pues no sé… supongo que por tal calle…
Taxista: Es que podemos ir por tal, por pascual, por maracuya…
Yo: Mire, por donde sea más rápido y esté mejor de tráfico
Taxista: ¡Señora! (encima me llama señora, el muy…) Es que ahora el tráfico está igual en todas partes
Yo: Pues por maracuya…
Taxista: Y una vez allí… ¿Torcemos por tal o por cual calle? (con tono borde, como si me estuviera haciendo un favor)
Yo: Por esa misma…
Taxista: ¿Pero por cuál? Es que le he dado dos opciones, señora (y dale Perico al torno con señora)
He resumido la conversación que duró casi todo el camino, y venga preguntas, y venga preguntas… A estas alturas ya no sabía si asesinarle, si tirarme en marcha o si no pagarle una parte proporcional de guía a la llegada… Yo, que me pierdo en el salón de mi casa, de verdad, que tengo un grave problema de orientación… ¡Cojo un taxi para que el taxista decida por mi, por favor! Porque confio en que es un profesional que sabe cómo llegar a los sitios… Y más ahora que los tiempos han avanzado que es una barbaridad y que cuentan con un aparato tan maravilloso como el GPS… No señor, no está justificada tanta duda…Finalmente llegué, no sé muy bien por donde… y el taxista sobrevivió a mi ira, que no es poco…
Segundo ejemplo: Peluquería
Peluquera: ¿Cómo te corto?
Yo (leyendo el Vogue, cosa que solo hago en la peluquería por lo que es un momento que intento disfrutar en silencio): Quiero que me mantegas el corte que llevo (cortito y sencillísimo, de verdad). Me peino con la raya a la derecha y me lo dejas rizado, que hoy llueve…
Peluquera: ¿Y el flequillo?
Yo: Me lo cortas un poco, pero lo justo para que no se me meta en el ojo…
Vuelvo al Vogue, ilusa de mi, pensando que había dado las ordenes oportunas…
Peluquera: Entonces, por detrás más corto que por delante ¿verdad?
Mi yo interior: ¿Es que no tienes ojos en la cara? ¿Qué no has entendido por mantener el corte?
Mi yo adulto y educado: Sí, como lo llevo ahora, como escalonado…
Peluquera: ¿Y el flequillo también te lo rizo?
Mi yo interior: Quita esas tijeras de mi vista, por favor, que no respondo…
Mi yo adulto y educado: Como veas… lo dejo en tus manos…
Vuelvo al Vogue y me centro en una entrevista con una actriz de moda…
Peluquera: ¿Te pones fijador para sacar el rizo? ¿Y en qué hemos quedado con el flequillo?
Argggg!!!!… De verdad, yo soy una mujer bastante controladora, me gustan que las cosas estén tal y como yo quiero y que el taxista vaya por donde yo le diga y la peluquera corte el pelo como a mi me apetece… Pero también es cierto que estoy cansada de tomar decisiones, que al igual que yo me lanzo a la piscina en mi curro, espero que el resto de profesionales ponga de su parte y aporte un poco de su conocimiento para hacerme a mi la vida más fácil, siguiendo mis indicaciones, pero de manera profesional… Lo que yo quiero es dejar de pensar un rato y que otro me solucione problemas de marca menor… ¿Es mucho pedir?…
Jajaja, que razón tienes Ana, totalmente de acuerdo con lo de los taxistas, joer, con el palo que te van a dar, ¡que vayan volando y te dejen tranquila!. He de reconocer que con la peluquera tengo suerte, desde que di con ella, no he vuelto a cambiar de peluqueria. Le digo, lo de siempre, teñir y cortar, sin peinar que ya tardo mucho. Y ya esta, ni elegir color, ni preguntas absurdas sobre el corte, nada, ya se lo sabe, o mejor dicho, se lo tiene apuntado y cuando tras 8 meses vuelvo (momento: con estos pelos no puedo seguir), le echa un ojo a sus apuntes y me hace lo mismo, me lo deja monísimo y yo solo pongo el pelo y la pasta, puedo estar alli 2-3 horas a mi rollo con las revistas de turno. Ya le cuenta mi vida mi madre, que compartimos peluquera.
Me gustaMe gusta
Yo me declaro hombre objet/sujeto, que me oerienten y me digan todo. Un beso
Me gustaMe gusta
jaja, a mí o me gusta decidir o es que ya lo he interiorizado tanto que es parte de mí… en casa cada vez que le planteo dos opciones a mi marido me mira con cara de trucha y me dice 'la que tú quieras' y cuando le digo que se tiene que mojar me dice que para qué si al final haremos lo que yo diga, pues también es verdad, pienso, así que acaba teniendo que decir la opción que le gusta que es la misma que yo había decidido que era la mejor… y es que yo las pienso, y él sólo me mira y se pone en mis manos… en el curro ídem de ídem porque soy la abogada de la empresa, así que cuando hay algún marrón que decidir, pues me miran y dicen que lo que la abogada diga haremos, así si sale mal siempre pueden excusarse en que la abogada dijo que ésa era la mejor opción… ya ves, pero la verdad que no me estresa mucho… nada comparable a un médico o un juez…
Me gustaMe gusta
Gracias a todos por escribir, me alegra ver que hay gente a mi alrededor que siente lo mismo que yo. Los ejemplos de otros temas en los que alguien podría echarnos una mano a la hora de decidir me han gustado mucho: ropa, paseos, comer, etc… Pero veo que tiene difícil solución, así que nada, a armarse de paciencia y a seguir tomando todo tipo de decisiones, qué le vamos a hacer
Me gustaMe gusta
da gusto volver al mundo de la im-perfección.
Quedate con esta replica: «Sorprendeme»
Me gustaMe gusta
Totalmente de acuerdo. Cuando voy a la peluqería espero consejos de un profesional, y siempre la respuesta es «no se, como quieras tú». No por favor!!!!!!! como quiera yo no!!! como tú veas que para eso es tu profesión!!!
Me gustaMe gusta
Es desesperante cuando Lo que parece tan sencillo se vuelve caótico.. Suele pasar, suele pasar!! Sería interesante dejar hablar nuestro yo interno más a menudo. Espero no toparme con un taxista tan desorientado, que solo de pensarlo me estreso Jaja Muy chévere post!
Me gustaMe gusta
Me ha encantado el post, Ana 🙂 A mí me encanta dejar que los demás decidan… no tener que asumir luego la responsabilidad de haber hecho una cosa en lugar de otra…
Sin duda tener que tomar decisiones es lo más engorroso de hacerse adulto… existe una corriente actual que consiste en posponer indefinidamente decidirse, los procrastinadores… Y hay toda una teoría desarrollada que sostiene que cuanta más capacidad de elección se tiene más infeliz se es. Ya escribiré sobre ello 😉
Me gustaMe gusta
aaaaayyyyy con lo bueno q es de vez en cuando ponernos en pause y dejar q otros decidan, y q dificil es conseguirlo! es como lo de: q hacemos hoy para comer? (entre semana yo decido q soy la q esta en casa, solo pido ayuda el finde q se me secan las ideas) parece q va a llover cojo el paraguas? (es q lo del paraguas me trae loca)a donde vamos de paseo (tampoco hay ucho q decidir la verdad)…. preguntas sencillas q no requieren pensar mucho y mira q no hay manera de q me contesten una a la primera eh?
Me gustaMe gusta
Yo antes era más indecisa, la verdad, pero la falta de tiempo y el cansancio cómo bien dices, me hacen cada día ser más decidida, a veces para bien y a veces, bueno… para no tan bien. Lo del taxi lo comprendo y comparto, es que a veces hasta con el GPS te preguntan!.
Mi máxima indecisión siempre se presenta con la ropa y aunque en esto también he mejorado, sigo pensándome mucho las cosas antes de comprar casi cualquier chorrada y luego soy de las que cambian y devuelven la mitad de las cosas… en fin, un rollo…
Un post genial Ana, no se podía quedar en la sombra, arriba la tecnología!
Me gustaMe gusta
Pues tenías razón: es casi el mejor post que he leído(jijiji). Me ha gustado sobre todo, porque yo creo que todos buscamos eso, que nos ayuden a tomar pequeñas decisiones que damos por hechas y que no son tal( ya me lio). En lo que si estoy totalmente de acuerdo contigo, es que con treinta y tantos estoy mejor que con quince…(mis treinta y tantos ya son casi cuarenta, a falta de unos mesecillos)!!! Un beso
Me gustaMe gusta
jajajaajajaj xD ,a veces nos apetece dejarnos hacer sencillamente y que decidan otros ,
Me gustaMe gusta
Jajajaaa. Bueno, mirando desde cierto punto es que te están confirmando que si lo que ellos entendieron es precisamente lo que tú les indicaste, jijiji.
Miremos el lado bueno, vale?
Que a mi me ha pasado al contrario (con la peluquera). Que voy a que me corten con el cabello recién lavado (y mojado aún) y me lo vuelven a lavar, dije que cortaran el mismo corte y me hicieron uno distinto diz que xq me quedaba mejor que el otro y yo en lo mismno, leyendo la revista xq pensé que quedaba claro. Grrrrrr, grrrrr Menos mal, el cabello crece.
Un beso.
Me gustaMe gusta