Le urgía verla, tocarla, olerla… Era algo superior a sus fuerzas. Un instinto animal, primigenio, le arrastraba con diligencia malsana a su encuentro. Habían pasado solo dos días desde la última vez pero cada hora que pasaba le asfixiaba más la angustia de la incertidumbre. ¿Y si no había otra ocasión?
Al humedecer sus temblorosos labios resecos con la lengua, era capaz de reproducir con nitidez digital todo el abanico de sabores de ese cuerpo desnudo que le volvía loco, dulce en algunos pliegues y salado en la superficie, de textura suave, gelatinosa a veces, con un punto de amargor en los rincones más recónditos.
Cómo echaba de menos todas esas sensaciones… cuando nada le resultaba más embriagador que el olor emanante de su piel excitada, tan denso, tan perdurable en la memoria que casi podía sentirlo a su lado en la cama, justo antes de despertar sobresaltado… Y allí estaba ella, una mañana más. Como cada día.
Pero ella no era ella. Ya no. Tan parecida, casi igual… pero no la misma. Era otra. Una usurpadora, una farsante, una cleptómana voraz que se había ido apropiando poco a poco de su amor clandestino.
Gracias, Ana!
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Muy bonito Isa… como ya te han dicho por ahí, inquietante pero a la vez bucólico.. Enhorabuena!!!!
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Gracias, Chelo… la inspiración es caprichosa 🙂
Manu, me alegro de que te inquiete, era lo que pretendía…
Jajajaja Gracia, Phaya, por tu comentario y la recomendación.
El miedo a la caducidad de la pasión es altamente paralizante, querida Arantxa… es el riesgo de enamorarse del amor.
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Que pena que al final no vea en ella más que a una intrusa. El fin del romance tal y como lo conoció. Triste y bonito. ¿La cruda realidad?
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¿dónde está el botón de me gusta mucho?
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Inquietante, muy inquietante, pero poderosamente evocador…
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Expresivo y sensual, Isa. Muy bien escrito, a ver si te animas más a menudo con la lírica…
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Gracias, CC… el inevitable miedo a perder la pasión en el pulso con la rutina.
jajajaja desde luego que al levantarse con la resaca, ya nada parece lo mismo 😉 Juan Ignacio, bienvenido a Im-Perfectas…
Marta, Patri 🙂 gracias por los halagos.
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Precioso !!
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Qué chulo el post, Isa. 😉
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No debe acostarse uno borracho.
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MmmmmmMMMMMMmmmmmMMMM. Qué sugerente y desgarrador al mismo tiempo.
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