Zombies de vecinos (por Isa)

Laura coge con fuerza la mano de su hijo a medida que se aproximan a la Glorieta de Embajadores y apresura el paso, forzando el ritmo que pueden asumir las piernas cortitas. David sólo tiene cuatro años pero ya sabe lo que hay. Sabe distinguir a simple vista a un toxicómano… y eso que ya no es tan fácil como en los ochenta. Los yonkis no son esos seres demacrados y harapientos que parecían sacados del vídeo de Thriller…

 
Les distingue la irascibilidad constante, el estado de búsqueda permanente, el aire ausente, esa sensación que transmiten de estar más en otro mundo que en éste. Y David está acostumbrado a verlos inmersos en sus broncas, arremolinados en la castiza plaza con un trajín constante, subiendo y bajando de los coches que les llevan hasta la ansiada droga o  colándose en los portales para ponerse a la vuelta de su viaje.
Hay de todo: chicas embarazadas, otras que van ya con su bebé, tipos de traje, adolescentes con uniforme del cole…A lgunos incluso van acompañados de sus padres y esperan pacientemente en el coche mientras sus hijos compran. Los fines de semana, la glorieta se llena de chavales de marcha que van a pillar para salir de fiesta. Ahora, con la crisis, hay más cunderos que nunca. Es una forma de ganar algo de dinero, y las autoridades hacen la vista gorda…
Ya son diez años desde que el ayuntamiento sacó a los drogadictos de Neptuno y convirtió la zona cercana a la Casa Encendida y al Museo Reina Sofía en la estación central de los taxis de la droga -las cundas- haciendo convivir a los vecinos de la zona (mayoritariamente familias) con un problema que no es el suyo… Porque los adictos son enfermos, sí, pero nadie quiere tenerlos en masa en la calle por la que pasan a diario camino a casa, o en el parque donde juegan sus hijos, ni encontrarse papelinas y deshechos propios que generan quienes no controlan sus acciones ni sus esfínteres.
Hoy, como todos los jueves desde hace dos meses ,un grupo de vecinos se reúne en la plaza para hacer ruido y para que se les vea… No están asociados legalmente, sólo están cansados de que la asociación no haya conseguido nada desde que se creó en 2007, a pesar de las múltiples reuniones con la Junta Municipal de Arganzuela, con la Delegación del Gobierno, con partidos políticos… Se autodenominan Plataforma Recuper@ Embajadores, porque ese es su objetivo: recuperar el barrio para sus legitimos dueños, para los vecinos, para la vida en paz, para la convivencia normal… y allí estarán, un día más, Laura y David.


16 respuestas a “Zombies de vecinos (por Isa)

  1. Gracias por vuestros comentarios im-perfectos 😉

    Más vale tarde que nunca que dice el refrán…

    Tienes razón, Ana… los vecinos unidos jamás serán vencidos.

    Así era nuestro barrio -y otros muchos- en los 80, Arantxa… Lo escalofriante es que 30 años después sigamos con situaciones similares. Lamentable.

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  2. En los 80 en Hortaleza había mucho drogata, así se les llamaba entonces. Dejaban las jeringuillas en los descampados, en las fuentes, en el césped, todo les daba igual. Conozco al menos un caso de una persona que paseando al perro se pinchó. Imaginaros el pavor a contraer algo. Las pruebas dieron negativo.
    En mi opinión el yonkie al principio tontea, prueba, ese subidón le da la vida, y luego se convierte en un enfermo. Un pobre desgraciado, un miserable, un delincuente en bastantes casos, pero un enfermo. Tuvimos una niñera que era un encanto, empezó a salir con uno y ella cayó. Ya no nos cuidaba, mi madre no hubiera permitido que la ayudara con cuatro críos alguien así (yo tampoco, nadie los quiere cerca), pero no podía mirarla con asco, como a los otros, ni aun cuando iba sucia y sin dientes. La veía por la calle y me daba una lástima. Cuando la vi en estado de gestación me impresionó mucho. Pobre criatura.
    Efectivamente estos individuos son capaces de vender a su madre por heroína, pero los cocainómanos también, sólo que esta última es una droga «limpia», chic, una droga de las fiestas, de la gente guapa. El pijerío se pone tibio de coca en la noche. A mi me parecen una mierda ambas, todo lo que las rodea, pero es evidente que la problemática de las cundas responde más a un perfil de adicto problemático y delictivo.

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  3. ¡Ánimo! Yo creo que la unión es la única manera de solucionar las cosas… Tiene que ser horrible vivir con ese miedo diario, ójala alguien con autoridad pueda meter mano en el asunto y estos vecinos puedan disfrutar de su barrio tranquilos…

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  4. Gracias por tu comentario, Belén. Me alegro de que te haya gustado la entrada 🙂 La verdad es que es una lástima que un barrio como ése, en pleno centro de Madrid se esté degenerando por la inacción de las autoridades…

    Virginia sabe bien de lo que hablamos ya que lo sufre a diario. Espero de verdad que su lucha de frutos y consigan cambiar la situación.

    Fernando, está claro que tiene que haber opiniones para todo… que la gente no piense lo mismo que tú no significa que sean unos hipócritas. En cualquier caso, el tema no es si los toxicómanos son enfermos o solo viciosos que no merecen morir (como tu dices), si no que estos vecinos puedan recuperar su barrio.

    Seishi, no puedo estar más de acuerdo contigo.

    Chelo, efectivamente es lamentable que la administración esté de brazos cruzados.

    Vir: Es lo mínimo 😉 ¡Ánimo y muchísimos besos!

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  5. Una realidad que me toca vivir cada día, nunca pensé que esas imágenes que veía en la televisión a finales de los 80 las vería cada día desde el balcón de casa. Yo estoy convencida de que con la unión de los vecinos podemos conseguir una solución. Este post es una gran radiografía del día a día de los vecinos de Embajadores. Gracias Isa!!!

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  6. Te retratas??? Gran ego el tuyo para afirmar eso. Cuanta clase la tuya al tener «educacion», desde tu privilegiado punto de vista.

    Cuanto peso tiene la hipocresia en tu vida Chelo .Llamar a las cosas por su nombre es un precio muy caro en esta sociedad de carton piedra en la que te mueves como sapo en el fango. Tú y muchos otros. Los drogadictos son parte de la escoria de la sociedad. Y los unicos culpables son ellos. Por no tener fuerza de voluntad?, ja! por puro vicio. Y por lo de no vamos a entrar al trapo…se ve que crees que formas parte de algun selecto colectivo bienhablante y mejorpensante aparte de lucidoescribiente.Que graciosa. Las cosas se les llama con su nombre Chelo. Hipocritas son hipocritas, o mejor educados. Yonkis Yonkis, ooo…no…enfermos. A la mierda mierda, o mejor kaka no?. A la «administracióbn» , Ladrones…oH! perdón…se me ha escapado jeje

    Cuando se piense lo que realmente son las cosas y no en lo que es politicamente correcto , las cosas tendran iran mejor. Mientras tanto, que se busquen la vida como hicieron nuestros padres en Hortaleza hace 25 años. Si les molestan que les echen y ya está. Tanto lloriqueo es patetico.

    Pero no te lo tomes como algo personal. Solamente dejas entreveer lo distorsionada que es tu vision de la realidad de este caso concreto. Saludos

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  7. Es vergonzoso que desde la administración se sepa y se permita algo así. Vergonzoso. Mi solidaridad con los vecinos, debe ser horrible.
    Sobre el comentario de Fernando sólo diré una cosa: te retratas y no vamos a entrar al trapo,
    Buenas noches a todos

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  8. Fernando, quizá cuando se metieron la primera raya o fumaron/se pincharon la primera vez, no eran enfermos. Pero las adicciones constituyen una enfermedad. Las drogas crean dependencia psicológica y en algunos casos también orgánica. Decir «no» de un día para otro no es fácil cuando llevas años metiéndote esa mierda. Uno nunca sabe lo que puede acabar haciendo, o lo que puede acabar haciendo un familiar cercano a nosotros o un amigo. No podemos eliminar el problema y ya, porque quizá nos sorprenderíamos de a quién estamos eliminando.

    Con respecto a la entrada, cuando era pequeña vivía frente a unos solares que tenían 2 o 3 casas medio en ruinas. Allí también se vivía esta atmósfera de miedo, y vi más de una vez como alguno se ponía violento o perdía la cabeza cuando se chutaba, era horrible.

    Deberían mejorar los medios que hay para tratar este problema y dejar de salpicar a vecinos que no tienen nada que ver con él.

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  9. Hay un gran error en denominar a estas personas «enfermos». Son es unos yonkis de mierda que tienen más vicio que una garrota. Y si son capaces de vender a su madre por una miserable dosis de heroina, imaginad lo que pueden llegar a hacer por ese falso, e hipocrita y de paso Patetico sentimiento de la sociedad de denominarles «enfermos». Lo que son es unos cerdos de mierda, viciosos y personas no aptas para la vida, ya que pierden el norte por pillarse un pedo.Que triste.Deberían vender mierda adulterada para limpiar las calles, y lo que es peor aun, Napalm para los gitanos que se hacen de oro vendiendoles la mierda. Otro pokito de plomo para los cargos policiales y politicos, que permiten esto, y claro!!!, que ponen tambien el cazo bajo la mesa y se llevan su parte del negocio.

    Si no vales para vivir, no vivas y muerete. Dice el dicho.

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  10. Estupenda entrada. Yo los padecí muchos años pues trabajaba en ese barrio. Horrible, sencillamente horrible. Te daba miedo salir del metro, te daba miedo bajar la calle, mirabas para atrás, a veces te seguían, a algunos compañeros les atracaron, si salíamos de noche intentábamos ir siempre acompañados. Y eso que es una zona concurrida de gente!! Espero que puedan conseguir algo, no quiero pensar cómo debe ser vivir con esa panda alrededor de tu portal.

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  11. Aún recuerdo aquellos parques de los 90, con jeringuillas dónde menos te lo esperabas.
    El miedo que me daba ir al ambulatorio porque siempre había drogadictos. Algunos abordaban a los adultos para pedir dinero, otros atracaban con navaja ó jeringuilla, otros bastante tenían con poder con su alma como para hacerle nada a nadie.

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