"La nueva" (por Isa)

Este lunes viví una sensación que tenía casi olvidada. Ya casi no recordaba lo que es. Ese vértigo ante lo desconocido, ese dolor de tripa previo, los nervios casi no me dejaron dormir la noche anterior… me levanté como un resorte según sonó el despertador y me metí en la ducha sin contemplaciones. La ropa preparada y el bolso equipado con todo lo necesario… como una niña buena el primer día de cole.
Salvando con dificultad mi impuntualidad crónica, llegué la primera a la oficina, algo insólito en mí… Aún sin sitio, y sintiéndome observada por cada nuevo compañero según llegaba a la oficina, no pude evitar retorcer mis manos empapadas en sudor y petrificar esa sonrisa infantil que dice algo así como «oye, soy buena gente… trátame bien, porfa».
Luego, poco a poco empecé a ser yo la que observaba todo. La gente, sus hábitos, su estilo… intentando mimetizarme lo mejor y más rápidamente con el entorno, como un camaleón urbano. No tardé mucho en recibir un feed-back proporcional a mis sonrisas y guiños, lo que ejerció de bálsamo tranquilizante.
Al final del día, ya tenía un lugar de recogimiento «propio» y razonablemente íntimo, un ligero conocimiento del medio y el alivio de contar con la cercanía y apoyo de unas cuantas personas. Gracias a ellas, estoy a punto de superar mi primera semana como «la nueva». Más tranquila… y feliz.
¿Habéis sentido algo parecido alguna vez? ¿os acordáis? ¿cómo vivís ser «el nuevo»?
There’s talk on the street, it’s there to remind you
That it doesn’t really matter which side you’re on.
You’re walking away and they’re talking behind you.
They will never forget you till somebody new comes along.

21 respuestas a “"La nueva" (por Isa)

  1. jajajaja Ay Jesús, cómo te va a hacer guiños si esta mujer defectuosa si no sabe ni guiñar, ni silbar…
    Gracias, majo… no era consciente de tu segundo apellido: Batalla. Te va mucho más que el primero, guerrero 😉

    Me gusta

  2. ¡Muchas gracias, Ana! de todo se aprende, sí… y cualquier experiencia es enriquecedora: el despido, el paro, la búsqueda de empleo, el empezar de nuevo en un trabajo… ¡¡Lo que estoy aprendiendo!!

    Me gusta

  3. Ufff. Es una sensación espantosa!!! Eso de sentirte pez fuera del agua, aunque sea un par de días. Eso de intentar huir a toda costa de los chismorreos, porque siempre viene algún malintencionado intentando llevarte a su bando, que los hay en casi todas las oficinas, ese miedo a meter la pata… Suerte que al par de días se pasa, uno se adapta y va a por todas. Te deseo mucho éxito en tu nuevo trabajo!!! Besotes.

    Me gusta

  4. En primer lugar, felicidades por encontrar un nuevo trabajo, lo lógico era que tardaras poco en encontrarlo. ¿Dónde es?

    En segundo lugar, sabiendo cómo eres y la sonrisa que tienes [a lo que tengo que añadir ahora tus guiños de ojos, que tan pocas veces, que yo recuerde, me regalaste en los meses en que coincidimos en EP 😦 ] hay que ser muy mala persona, totalmente antisocial y muchas cosas más para no entablar contigo una relación amistosa y cordial desde los primeros momentos. Más no porque eso sería pecado, un pecado de los que estoy dispuesto a cometer cuando haga falta, eso sí.

    Mucha suerte en tu nuevo puesto 😉

    Fdo: Jesús de Matías Batalla

    Me gusta

  5. Ay, qué pensaba que te había comentado… ahora ya seguro que estás super integrada y disfrutando de tu nuevo trabajo y de los compañeros… Yo ya he perdido un poco esa sensación porque debido a mi profesión he cambiado de trabajo continúamente, nuevo escenario, nuevas personas… Es bastante enriquecedor conocer gente nueva y nuevas formas de trabajar.
    Seguro que te va estupendamente. Suerte en tu nueva etapa!!!

    Me gusta

  6. Cuánta razón tienes, Arantxa… es importantísimo rodearse de la gente buena. Yo lo procuro siempre, pero alguna vez me ha fallado el olfato y lo he pasado francamente mal hasta que me he dado cuenta y he podido reaccionar.

    Me gusta

  7. Jajaja ¡Gracias, Martuki!
    Ya estoy a puntito de superar la primera semana y espero que los nervios vaya diluyéndose poco a poco…
    A mí también me gustaría tenerte aquí 🙂

    Me gusta

  8. Pues así estaba yo… hecha un flan hasta que poco a poco voy asumiendo las rutinas de mis compis como propia.
    «Donde fueres haz lo que vieres», que dice el refanero español 😉

    Me gusta

  9. Hace siete años que no lo vivo y espero tardar en volver a sentir esa sensación. En mi caso, con el último cambio, estaba feliz por embarcarme en un proyecto distinto y con un horario genial, jornada continua todo el año. La gente es variopinta en cualquier lugar, de entrada todo son sonrisas y luego conoces personas buenas y otras no tanto, pero si te rodeas de las primeras, todo va rodado.

    Me gusta

  10. Estoy con Marta, la primera semana es la peor. La verdad es que por donde he ido he tenido suerte de acabar encontrando muy buena gente, que te voy a contar, pero sí es cierto que hay lugares donde se respira hostilidad desde el primer día y lugares donde parecen haberte construido un cómodo hogar antes incluso de que pensaras en incorporarte. Tú sigue sonriendo, sin miedo y a por ello!

    Me gusta

  11. El primer día es el más duro… En los tres sitios que he estado he sentido lo mismo. Unos cuantos ojos fijándose en tu persona… Tú mientras dándole vueltas al coco preguntándote ¿qué estarán pensando de mí? Pero una vez que superas la primera semana, ya está todo hecho.

    Además, a la buena gente, como tú, las cosas no pueden más que ir a mejor. o preferiría tenerte aquí, egoístamente hablando. Aún así,¡vivan los cambios!

    🙂

    Me gusta

  12. Uff, yo también tengo olvidada esa sensación del primer día de un nuevo trabajo. La última vez que lo hice tenía 10 años menos y recuerdo bien el miedo, indecisión, la incertidumbre… pero también el ansia por aprender todo lo nuevo, de conocer a los nuevos compañeros, de involucrarme en sus rutinas y charlas de cafetería… madre mía, ha pasado tanto tiempo y parece que fue ayer!

    Me gusta

Deja un comentario