Dime cómo vistes y me pensaré si te saludo (por Chelo)

Aunque hoy sea día de análisis político, la verdad es que me apetece entre nada y nada en absoluto hablar de política. Es lo bueno que tienen los blogs personales (e independientes), puedes hablar de lo que quieras, cuando quieras, sin plantearte demasiado si es “lo que toca”. Ahí quedan los resultados de los comicios vascos y gallegos, cada uno que interprete y reflexione sobre hacia dónde vamos.
Yo a lo mío. El viernes, después de una agradable comida con amigas en el señorial barrio de Salamanca de Madrid, me dispuse a hacer algunos recados por la zona. En qué mala hora. Como era viernes y yo los viernes procuro vestir lo más informal que mi trabajo me permite, ese día iba de vaqueros, zapatillas, camisa y una chupa de cuero. Os cuento cómo vestía porque creo que eso influyó directamente en el trato que recibí en las cuatro tiendas a las que entré del mencionado barrio.
Tengo por costumbre, cuando entro en una tienda, dar los buenos días o las buenas tardes. En este barrio parece que eso no se lleva. Cuatro de cuatro, mis buenas tardes resonaron con eco sin respuesta en los cuatro establecimientos a los que fui. Deben tener un radar en la puerta y si el cash que portas es escaso o la Visa de tu cartera no es Oro, ni te miran al entrar. La primera vez me pilló desprevenida y pensé que había saludado demasiado bajito, la segunda lo achaqué a que quizás no me vieron ni oyeron embaucadas como estaban las 3 dependientas con una señorona a la que hacían la pelota a bocajarro. La tercera ya me mosquee y en la cuarta me di cuenta de que mi atuendo desentonaba tanto con el entorno que igual pensaban que entraba a pedir o, quien sabe, ¡a robar!
Qué bien casan los prejuicios con la mala educación.
Si queréis saber más sobre este barrio, os animo a leer (o releer) un post que escribió la im-perfecta Ana hace ya más de dos años:  Impresiones sobre mi nuevo barrio rico. No tiene desperdicio.

18 respuestas a “Dime cómo vistes y me pensaré si te saludo (por Chelo)

  1. A ver, por alusiones: como malasañera diré que los modernos gafa-pasta de 1.000 euros son tan pedorros como las pijas clásicas del barrio de Salamanca, con la salvedad de que con los pijimodernos no he tenido aún ningún problema de falta de educación (de momento), y hasta ahora no me he sentido tratada como ser inferior pese a ir de lo más normal vestida…

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  2. Ante todo, gracias por recordar mi post… Está escrito en la época en la que me mudé a este barrio y mis ojos empezaron a abrirse como platos ante las cosas que contemplaba…
    Tengo que afirmar (y lo afirmo sin temor a equivocarme porque lo vivo diariamente) que es tal y como lo has descrito. Aquí se reconocen entre ellos, son como una raza diferente y los que no pertenecemos a ella somos excluidos sistemáticamente. Lo que más rabia me da es que las dependientas defienden esta jerarquía como si les fuera la vida en ello y como si realmente pertenecieran a ese clan. Luego las ves tomando una caña en el único bar de «obreros» que hay en mi calle y son lo más chabacano y cani que existe…
    No voy a añadir mucho más, porque para eso está el post que escribir y que suscrito totalmente tras tres años conviviendo con estos seres de otro planeta. Solo añadiré que al principio me hacían sentir mal, ahora voy con la cabeza muy alta e incluso tengo encontronazos con algunos de estos pijos que piensan que el mundo está creado para servirle y para su disfrute personal…
    Ah, se me olvidaba, y es muy importante, también me he encontrado con buena gente, muy educada y simpática, muy amable y atenta. De todo hay en la viña del señor, aunque aquí predomine lo otro. En cuanto a lo de Malasaña, totalmente de acuerdo, desde el otro extremo, me parece que se está llegando a lo mismo. Tengo que reconocer que yo me siento tan fuera de lugar en un barrio como en el otro, el rollo moderno intelectual gafa pasta de a 1000 euros es otro fenómeno a estudiar.

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  3. Mi Álter Ego, no me atendieron mal, es más una sensación (basada en hechos, claro, no responder a un «buenas tardes» es un hecho) de superioridad, de «no mereces mi saludo» que otra cosa.
    Gracias por comentar guapa, un saludo!

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  4. Sí, yo también me he fijado que en las grandes cadenas tipo Zara no llevan lo mismo a todas sus tiendas, hay cosas en sus tiendas del barrio de Salamanca que no encuentras en las de la calle Fuencarral, por ejemplo. Será «estrategia» de distribución, a las niñas de Serrano no les gustará ver que llevan la misma ropa que los de clase media… quizás sin ese punto de «exclusividad» no triunfarían en según qué zonas, vete tú a saber…

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  5. Yo también llevo tiempo observando ese fenómeno en Malasaña… una nueva fauna se abre paso en el espectro del pijismo, porque para mi, ese modernismo de camisetas a 100 euros enseñando bien el logo es pijismo.

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  6. Yo vivía en el barrio colindante y, no sé, la verdad es que nunca he sentido que me atendiesen mal ni en mi ex-barrio ni por la zona de Goya, donde iba mucho dada la cercanía, fuese como fuese vestida… No sé. A lo mejor tuviste mala suerte porque no tengo ningún mal recuerdo de aquella zona. Más bien al contrario… Un besote!!!

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  7. El Zara de Velázquez tiene o tenía ropa que no encontrabas en otras tiendas de la misma cadena, supongo que es muy similar al de Serrano, y las dependientas eran como estas de las que hablas (eran, hace años que no entro), lo cual denota una mala educación espantosa amén de un clasismo que me provoca naúseas.

    Fuera de eso, y quizás lo hable en algún post, me ocurre en el cole de las niñas que como hay padres de muy diversa condición, las madres que no trabajan y no tienen estudios (unas pocas, pero las hay) hacen el vacío a las madres que sí los tenemos. Vamos algo más arregladas, con bolso, y claro, la mamá o el papá que está en casa va a coger al nene y sale de su domicilio directo, se pone lo primero que pilla, lo más cómodo. Te miran por «debajo del hombro» pensando que tú les miras por encima, cuando no es así, y te hacen sentir mal. A la inversa también ocurre pues. Se mira mal al diferente o al que se cree que desentona. Se le aparta.

    Y sobre los modernos cool que dice Carolina son de espanto también. Es otra forma de pijerío y de clasismo.

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  8. Yo me he sentido exactamente igual cada vez que se me ha ocurrido asomar la nariz por una tienda del barrio de Salamanca (pocas). Aunque tengo que decir que está empezando a pasar algo similar en ciertas tiendas y bares supuestamente «cool» de Malasaña. A veces la calle Fuencarral parece el Serrano de los modelnos. Aparte, no deja de ser curioso que, en muchos casos, es posible que ganes bastante más pasta que ellos como dependientes, por mucho que sea una tienda muy guai…

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  9. A mi no me gusta que me mire por encima del hombro nadie, ni las dependientas, ni las señoronas, ni las repijas rubias de bote que pueblan las calles de este barrio, es una pena, porque el barrio me gusta, tiene tiendas muy chulas que no las encuentras en otros sitios, pero claro, mala educacion, la justita.

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  10. Eso me recuerda que un profe de economía en primero (vosotras no le conocéis porque la tuve que recuperar por las tardes mientras estaba en segundo), Cándido Muñoz Cidad, comentaba que las personas que más tienen son las más endeudadas. Así que cuando voy por esa zona no hago más que pensar que no es una zona de «pudientes» sino de «apariencias». Mi ropa será del H&M, pero está pagada a tocateja.

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  11. A mí ya me ha pasado… por eso hace años que desestimé ese barrio para ir de compras. No me gusta que me miren por encima del hombro las dependientas del Zara de Serrano… Está claro, y este episodio tuyo lo refuerza, que la educación y la 'clase social acaudalada' no tienen mucho que ver.

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