Se acabó lo que se daba. Fin de las Navidades. Vuelta a la normalidad.
Aunque hay mucha gente que a estas alturas ya estaba deseando volver a la normalidad yo no. Me lo he pasado muy bien y he disfrutado mucho con las niñas, familia y amigos y creo que el único que se alegrará de volver a la rutina es mi estómago. Ya lo decía en mi entrada pre navideña, una de las cosas que peor llevo de las fiestas prolongadas es el tema comilonas porque no me puedo resistir a casi nada y la factura posterior va bien servida. Este año he decidido no amargarme y no cortarme ni un pelo con sus consecuencias presentes a la fecha en todo mi ser. La verdad es que no me arrepiento, a lo hecho pecho y más si ha sido como es el caso con premeditación, consentimiento y alevosía. Tengo todavía mucho invierno por delante para subsanar los excesos.
Hoy, último día de mis vacaciones, veo a la gente agolpándose en los centros comerciales para aprovechar las rebajas y me pregunto de donde sacan las ganas para ir de compras después del empacho navideño, yo debo estar haciéndome mayor porque lo siguiente a la pereza es lo que me invade sólo de pensar meterme en una tienda.
Me gusta la rutina, pero le he cogido cariño a no madrugar, a pasar más tiempo con mis hijas, a disfrutar de amigos y familia sin mirar el reloj, a dormir la siesta… habrá que ir haciéndose a la idea de que mañana a estas horas estaré currando, mal que me pese, estoy agradecida de tener un trabajo al que volver, las cosas como son.
Espero que este año que acabamos de recibir nos trate bien, «virgencita que me quede como estoy» que se suele decir, no pido mucho más.
Nada, nada… agobiarse por tonterías, nunca más!
un beso
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jeje, cómo eres Diego! Llega un momento en la vida en te vuelves práctico hasta decir basta jajaja
Un besote
Chelo
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Ay, Chelo, que mal he empezado el año, olvidando comentar tu post 😉
Yo, la verdad, debido a mis circunstancias personales, estaba deseando volver a la rutina… en cuanto a los kilos de más, tenemos todo 2013 para bajarlos, ¿no? Sin agobios, sin agobios…
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🙂 Muy bueno, Chelo. Aún te quedan posibilidades para «rebajar el listón» en 2014…
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Besos MORLA!
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Hay que agradecer tener trabajo… lo que no quita que mola más estar de asueto, pero cobrando, claro 🙂
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Arrepentirse es de cobrades… o algo así X-)
Ya nos queda poco para el fin de semana, ánimo!
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Yo podría volver sin problema al 23, eso si, moriria de empacho SEGUROOOOOO!
Un besito
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Bueno, dos kilos no es tanto… eso te lo quitas en un plis plas 🙂
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jeje, si no te lo ves, es buena señal :-)))
beso!
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La siesta Ciudadana… que invento! Un besote
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si se puede, siempre mejorar. Pero por lo menos, quedar como estamos. Lo mismo digo. Aunque yo sí tenía ganas de volver a la normalidad, será porque tampoco tuve verdaderas vacaciones…
besos y feliz 2013!
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Volver a la rutina es un bajón pero, como bien dices, con los tiempos que corren, hay que estar agradecidos de tener una rutina a la que volver.
Yo tampoco creo que vaya a pasarme por las rebajas, a menos que vaya de paso. Un besote!!!
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yo no me he pesado, me niego… ya bajaré los delitos gastronómicos que he perpetrado durante las fiestas poco a poco. Como dice Chelo y decía Edith Piaf 'No me arrepiento de ná'. Odio la rutina laboral, aun dando las gracias por tener trabajo: «es una lata el trabajar, todos los días te tienes que levantar…» ¡¡Quiero vacaciones!!
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Cuñá gran depre tengo, otra ver la rutina y con fuerzas 0, podría volver a ser otra vez el día 23 verdad?? jeje pero bueno no queda otra, nos veremos prontito
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Como la rutina del trabajo es a la que no pueden volver cinco millones de personas en este país me siento afortunada. Lo peor, el madrugar.
Por otro lado, estoy harta de tanta comida, tengo un empacho.. y dos kilos más!
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La lista de propósitos es muy buena XD
Nosotros no cometemos muchos excesos en estas fiestas, así que no tengo quejas, pero a estas alturas también me gustaría poder verme el pepe XDDDDD
Que no sea muy duro mañana 😀
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Eso es verdad, que nos quedemos como estamos y si hemos de cambiar, que sea a mejor ¿no? Yo también le voy cogiendo gustillo a la rutina y me encuentro mucho más cómoda con mis días organizaditos que con las vacaciones y días de guardar… pero eso sí, incorporaría la siesta como elemento «no perturbador» del día a día. Buen día mañana.
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