Y es que, durante este bendito mes, lo único que me encuentro cada vez que voy a comprar, a hacer alguna gestión, al médico, o a mi bar favorito, es el famoso cartelito que véis en la foto que he colocado arriba.
Y, tras mi comprensión de la primera semana, mi pasotismo de la segunda, mi aumento de ira de la tercera, y mis ganas de matar de esta última, este es mi aspecto:
Ejemplos de cosas que no podrás hacer en agosto si te quedas en tu ciudad intentando continuar con tu vida:
– Encargar artículos que te tengan que traer de fábrica (eso siempre que consigas encontrar una tienda abierta). Me prometieron una entrega hace dos martes. Por supuesto, nunca llegó. Cuando me presenté en la tienda (en horario de 9 a 13:30 y cerrados los sábados por ser agosto), se ponen en contacto delante de mí con la dichosa fábrica y les cuentan que todos los empleados han decidido tomarse sus vacaciones a la vez (¿¿¿???? ¿no conocen la palabra planificación?) así que imposible la entrega hasta mediados de septiembre porque, claro, se les han ido acumulando los pedidos y ahora, a ver qué hacen…
– Pedir opinión a médicos, hacer rehabilitación de manera habitual, pedir citas con especialistas… vamos, cualquier tema con la sanidad se complica en estas fechas.
– Llamar a un fontanero (supongo que igualmente a un antenista, electricista, etc.) Todos en la playa… (no me extraña, con lo que cobran, se pueden permitir un mes entero de vacances)
– Cualquier trámite administrativo: en oficinas de Seguridad Social, Hacienda, Inem, etc. se han quedado los mínimos (y normalmente hay cuatro monos, así que ya me diréis)… y encima mosqueados y de mala leche por estar aquí (y parecía que no podían ser más bordes que en invierno, pero sí, sí, se puede, se puede…)
– Tema juzgados: resulta que agosto es un mes inhábil, es decir, que o es algo muy urgente, o si es, por ejemplo, una separación que decides ese mes, no hay abogados ya que como el mes es inhábil, aprovechan para tomarse su asueto. Evidentemente, esto se negará por activa y por pasiva, pero al que le toca, tiene que esperar hasta septiembre en su casita con la pareja de la que espera separarse.
Y supongo que habrá muchos más casos que se me están escapando, pero estos son algunos que han llegado a mis oídos o he sufrido en mis carnes, así que, por favor: ¡¡¡Qué llegue ya septiembre!!!
Solo deciros que, a dos de septiembre, ya tengo a los obreros arreglando el baño, los médicos han hecho acto de presencia y han prescrito sus radiografías correspondientes, la fisio ha aparecido puntualmente y me acaban de llamar para decirme que la fábrica ya ha traído lo que encargue… Ha sido como magia potagia, llegar el día uno y solucionarse todo del tirón…
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En mi pequeña ciudad, no se nota casi nada, asique a mi me encanta poder aparcar en casi todas las calles por falta de coches,jijijijiji. Y ánimo, que hoy ya es el último día de Agosto!!!!
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Tienes toda la razón, es un poco locura esto del mes de Agosto. Animo! que ya no queda nada!
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Septiembre es mi mes favorito del año. Agosto en la urbe me resulta mortecino. Hace dos años me tocó sufrirlo y anhelaba septiembre con todas mis fuerzas. Este año lo he pasado casi todo de vacaciones y fuera (que son dos cosas distintas). Y ahora tengo muchas ganas de septiembre, porque todo cobra vida.
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Animo que hoy se acaba!!!!
un beso guapisima
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Yo siempre me voy en agosto de Madrid desde hace muchos años, es lo que toca cuando en el trabajo te «sugieren» que ese es tu mes para vacaciones, así que no he sufrido demasiado el «cerrado por vacaciones», imagino que casi 5 semanas así debe ser desesperante. La semana o dos semanas de agosto que cato en Madrid me encantan, pero claro, un mes entero así igual es demasiado. A mi me gusta Madrid con su mogollón, su no parar… su vidilla de gran ciudad.
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Pues vivo en una ciudad turística.Y estoy contigo en todo lo que dices.
Primero porque todo está todo tal y como lo describes…pero ¡petado de gente de fuera!
Hala, que llegue septiembre, que tengo de cosas que hacer…que no quiero ni pensarlo!
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Jajajajaja Desde mis vacaciones agosteras te digo que yo, que siempre me las cojo en julio, prefiero ese Madrid sin gente y sin coches… Que es como una prolongación de las vacas, y que por mí la rutina puede esperar 🙂
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Pues estoy contigo Ana, lo que ocurre es que irse de vacaciones en Agosto (y no tener que pasar por lo que describes) es una locura: gente y más gente por todos los lados.
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jajaja, si deberíamos coger todos vacaciones en agosto y ya veríamos que pasaba!
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Jeje, ¿ves como las vacaciones están sobrevaloradas??? 😉
Te entiendo, y esto te pasa en una gran ciudad, imagínate en un pueblín como el mío en el que solo abren por las mañanas hasta las dos 😀 jeje, o te acostumbras o te pones de color verde aceituna (prefiero acostumbrarme)
Suerte y ánimo que ya queda poco para septiembre!!
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