Deberíamos hablar (por Ana)

Supongo que hoy lo que toca es hablar de la huelga general. Exponer las razones por las que estoy a favor de este acto de protesta, por ejemplo, porque creo que hace mucho tiempo que deberíamos haber tomado las calles, con este y con el anterior gobierno. Dejar claro que tengo mucho en contra de estos sindicatos que no están renovándose con los tiempos como debiera, que no hacen lo que conviene a tiempo… pero a mí me da igual que la huelga la convoquen ellos (¡alguién tenía que hacerlo!), yo me convoco a mí misma aunque tenga claro que poco se puede conseguir, pero por lo menos que sepan que no es con mi consentimiento, que no somos tontos ni decimos que sí a todo por sistema. Tal vez hay que hacer hincapié en las situaciones de semi explotación que está generando esta convocatoria: empresas que directamente prohiben ir a la huelga (recordemos que es un derecho de los trabajadores), de las que no prohiben pero presionan, el miedo que existe a perder el trabajo (que, en mi opinión, se puede perder igualmente en cualquier momento tal y como están las cosas)… todas esas razones por las que estoy convencida de que el 29M va a ser un fracaso… El dolor que me provoca que no seamos valientes, que no exijamos… Podría explicar la tristeza que me provoca estar en paro (eso todos los días) en esta fecha en concreto por lo que no puedo hacer más que no consumir, no moverme de casa salvo para ir a la manifestación, que es mi única manera de expresar mi rechazo a estos recortes que al final pagamos los mismos de siempre mientras que los otros mismos siguen llenándose los bolsillos y riéndose de los que luchamos días a días para seguir viviendo… Podría hablar de todo esto, pero me produce tanta pena que mejor lo dejo…

Tendría que tratar de analizar las elecciones andaluzas y asturianas. Esos comicios en los que, por lo que veo, todos han ganado y todos han perdido (aunque esto último no lo reconoce ningún partido). Es el momento de analizar cómo ha reaccionado el pueblo a los casos de corrupción en Andalucia y mal gobierno en Asturias, analizar la alegría del PSOE tras perder tropecientos escaños. Intentar explicar por qué el PP ha perdido a pesar de ganar en Andalucia cuando tenía una ocasión única para dar un vuelco a la política bajo Despeñaperros (¿puede ser que su política agresiva de recortes y reformas le esté pasando factura?) Pero sobre todo, habría que debatir sobre la enorme cantidad de abstenciones que ha habiado en ambas comunidades. Tal vez la gente esté hasta el gorro de políticos de medio pelo que nos engañan sin ningún tipo de pudor ni sutileza, de un sistema electoral que está claro desde hace tiempo que no funciona, de sentir que son los mismos con distinto collar… De este tema de la abstención no he oído hablar demasiado en ningún medio de comunicación, fijaros que curioso, para mí el dato más relevante y para ellos uno más sin importancia… Podría hablar de todo ello, pero me produce tanta vergüenza y rechazo que no quiero ponerme de mal humor.
Podría hablar del sistema judicial, de cómo últimamente parecen no dar ni una. Del proceso que está juzgando a Urdangarín y parece que ya se ve claro cómo va a acabar la cosa. Podría hablar de los medios de comunicación, de lo mal que está el periodismo en este país…
Podría hablar de tantas y tantas cosas que me está dando una pereza horrible, así que me vuelvo a la cama y me tapo con las sábanas, a ver si cuando me levante se puede hablar de algo más amable y feliz…

8 respuestas a “Deberíamos hablar (por Ana)

  1. Tras leer todas las opiniones vertidas, muy interesantes por cierto, voy con la mía. Creo que la huelga no va a cambiar nada. De hecho creo que, salvó la huelga que comandó Nicolás Redondo contra Felipe González en el 88, el resto no han servido para nada. Este gobierno no va a mover ni una coma de una reforma laboral con la que yo no estoy de acuerdo. Quizás, como apuntan más arriba, haya que articular otras formas de protesta.

    Los sindicatos funcionan mal. He estado afiliada unos años a uno de los dos mayoritarios, esto es, regalando mi cuota anual en balde. Vamos, que no hablo desde la ignorancia, les conozco un poquito y no me gustan sus métodos ni formas.

    Lo que me tiene no ya molesta, como dice Chelo, sino irritada y cansada, es la intolerancia de algunas personas que van a ejercer huelga hacia los que vamos a ejercer nuestro derecho al trabajo. Ambos los ampara nuestra Carta Magna. La falta de respeto y el radicalismo me enfadan bastante. Yo no hago huelga, el que quiera que la haga. Mañana tardaré el doble o el triple en llegar al trabajo porque algunos de mis conciudadanos ejercen el derecho a huelga y es lo que hay, lo asumo. Quiero ejercer el mío al trabajo y no soy una vendida al capital o una pasota, tonterías varias que se oyen estos días para calificar a gente como yo. Y somos muchos los que no vamos a hacerla.

    Pido por favor que no se mate al mensajero… la culpa de que haya una reforma laboral es del presidente del Gobierno, o de las personas que votaron al PP, no de los que mañana no vamos a la huelga. Se lanzan estos días auténticos dardos envenenados, equivocados de destino. Yo no soy responsable de esta reforma ni considero que la ampare yendo a trabajar. Tengo mis motivos para no secundar la huelga y no tengo que rendirle cuentas más que a mi conciencia a este respecto, y la tengo muy tranquila.

    Por último, recuerdo como en la huelga del 29 de septiembre de 2010 algún intelectual en desde la tribuna de algún periódico nos animaba a no trabajar. Cuando se tienen las espaldas muy bien cubiertas, económicamente hablando, que fácil es hablar.

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  2. Estoy muy de acuerdo con el segundo párrafo de Manu en su comentario a este post. Yo me hago esas mismas 3 preguntas. Estoy cansada de la reacción en vez de la acción por parte de los sindicatos. No pienso tomar parte de este paripé.

    Me molesta bastante el tono (e incluso los argumentos en forma de ataque) que usa mucha gente con respecto a los que no tenemos pensado hacer huelga. Parece que más que un derecho es una obligación y los que no la secundamos somos unos egoístas inmovilistas que pasamos de todo. Tan feo está no respetar unos derechos constitucionales, como otros, no lo olvidemos.

    A mí me parece estupendo que el que quiera demostrar su descontento con la terrible situación que vivimos lo haga sumándose a la huelga. Me parece estupendo y punto. Están en su derecho y no voy a entrar a valorar, escrutar ni poner en entredicho sus razones.

    Carol, a mí lo que me parece desalentador es ver a gente joven sin el más mínimo interés por su trabajo, con la oportunidad delante pero sin la más exigua inquietud por conseguirla. Eso sí que es desalentador… Y no digo que no pase también al contrario, gente súper preparada y competente que no sale de becario, pero no siempre los motivos de los contratos no indefinidos son injusticias laborales. Creo que a veces metemos todo en el mismo saco y no, todo no va en el mismo saco.

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  3. Claro que sí Ana… deberíamos hablar de ello… pero no lo hacemos.
    Hoy en mi trabajo me enteré de la minoría que secundamos la Huelga. Los motivos: «que no sirve para nada», «que me quitan sueldo y cotización», «que es que no me he leído la reforma», «es que de política paso», «es que nuestro jefe no es así», «es que tenemos suerte de tener trabajo»… «es que los sindicatos hacen demagogia»,… Y los que la hacemos, «semos» los malotes del curro, los que protestan teniendo un jefe guay, los que perjudican, los que hacen daño, el grupillo perroflauta… a mi me avergüenza no hacer nada, me da pudor ni siquiera protestar por nuestros derechos, ni inmutarme si me roban a manos llenas, si me abofetean, si pisotean mis derechos. Y por eso la secundo, aunque me quiten un dinero que tanto necesito y pierda cierto prestigio «social». Y siendo sincera, ni siquiera lo hago por mi, sino por todos los que ya se ven perdidos ante esta situación de desfachatez, corrupción y guante blanco, por mi hijo para el que quiero algo mejor que ésto y por el amor propio que muchos han perdido.

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  4. Estoy con Kira. Cada vez veo menos clara que una huelga general realmente afecte en algo al devenir de las cosas… creo que deberíamos buscar medidas de presión más contundentes y adaptadas al nuevo modelo.

    Yo estoy muy desilusionada con todo. Hay que protestar sí, pero ¿así? lo que tenemos que hacer es reforzar el dialogo con las instituciones, y que éstas recuperen el poder perdido en manos de los bancos y los factores económicos.

    Me niego a pensar que estamos vendidos, pero no sé que podemos hacer para contraatacar.

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  5. Deberiamos pensar en una manera de protestar alternativa. No es que no esté de acuerdo, pero vuelve a ser un medio de presión económica obsoleta. Si hasta se dice, se comenta, que al gobierno ya le va bien, para que desde Bruselas se les valore el esfuerzo de «opresión» al que nos someten. Y si durante 3 horas en un dia retirasemos todo el dinero de las cuentas del banco para que sus culos capitalistas dejaran de jugar con nuestros derechos más básicos???????????

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  6. Hay gente que no secundará la huelga porque está decepcionada con los sindicatos, o con el sistema en general, o porque no cree que vaya a solucionar nada. Otros tienen miedo a que sea utilizado como excusa por sus empresas para darles la patadita, y realmente hay mucha gente que tiene familias a su cargo y no puede permitirse perder su empleo. Esas situaciones son comprensibles, las compartas o no. Lo que me resulta increíble es, como dice elhombreamadecasa, que haya gente que directamente pasa de mojarse («que le quiten el día de sueldo a otro tonto»). Que un chaval de 26 años con un contrato por obra y a media jornada no salga a la calle para intentar que su situación mejore es, como poco, desalentador.

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  7. Buena reflexión. Nunca ha habido una situación laboral tan precaria como la que tenemos ahora. Estoy totalmente en contra de la Reforma Laboral que plantea (que ya ha aprobado el Gobierno). Me alegro de que las elecciones andaluzas le hayan servido de aviso… Aunque mucho me temo que no servirá de mucho.

    Con respecto a la Huelga General, escucho y entiendo, como debe ser, todas las opciones, pero yo he decidido que no la haré. Cada uno tiene sus motivos, yo respeto todos. Para mí es un pulso «absurdo» entre los sindicatos y el gobierno. ¿Por qué no se negocio antes? ¿Dónde estaban los sindicatos cuando se planteo la reforma? Por otro lado, ¿qué pensaba la ciudadanía cuando votó en masa al PP? Para mí la gran huelga debió hacerse en la urnas, votando otras opciones. Pero como hasta dentro de 4 años no vamos a poder enmendarlo, me temo que por muchas huelgas que se convoquen nadie nos va a hacer caso…

    A lo mejor deberíamos pasar a la acción, a otros métodos más contundentes..

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  8. Los que estamos en paro podemos hacer muchas cosas, como las que has enumerado. Lo que cada vez me cuesta más es hablar con la gente sobre estos temas. Hay que empezar explicando que dentro de tres días hay huelga general y a partir de ahí todo se hace muy difícil. O aguantar que te digan que no se pueden permitir perder un día de sueldo cuando en los tiempo que corren tener una nómina de la que te quiten un día es un lujo. En fin, muy buena entrada.

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