Post sin título (por Chelo)

Desde hace unos días disfrutamos de un tiempo estupendo en Madrid. Me encanta esta época del año en la que ya no hace frío y el punto de calor es el justo. Puedes ponerte ropa primaveral, cosa rara en Madrid, porque aquí tanto la primavera como el otoño suelen pasar sin pena ni gloria y casi que cambiamos el tirante por el plumas en unos días.
Este buen tiempo siempre me trae buen rollo, energía, ganas de hacer más cosas. Mi estado de ánimo tiende al buen humor, me da por ordenar cosa pendientes durante todo el invierno. Soy poco perezosa en general, pero con el buen tiempo, y al contrarío de lo que le pasa a mucha gente, todavía me reactivo más y tareas en las que me cuesta ponerme se me hacen más llevaderas.
Todo lo anterior está muy bien, pero no se que me pasa este año que la llegada de este veranillo de San Miguel no me ha traído nada de lo anterior. Estoy estresada, de mal humor, cansada. Incluso he dejado de ir al gimnasio porque no tengo fuerzas, siento que me cuesta todo el doble.
Creo que he llegado a mi punto máximo de incompetencia en la gestión de las cosas que hago. He sobrepasado mi límite en los últimos meses y ahora me está pasando factura. ¡Con lo que yo he sido!
Así que he decidido echar el freno y tratar de disfutar más de de las cosas, del día, pararme, pensar, no aprovechar hasta el trayecto más corto de metro para enviar un email o chatear con una amiga a la que siento que tengo abandonada. No poner esa lavadora a última hora porque me obliga a estar despierta hasta que termine para dejarla tendida, no pasar por el súper a la salida del trabajo, deprisa y corriendo, porque llego muy tarde a casa. Tomarme un tiempo para comer y no zamparme un bocata delante del PC. Hacer pellas en el gym y darme un paseo. Dejar para mañana lo que no es urgente. Publicar este post con un día de retraso y no sentir remordimiento. Buscar el silencio de vez en cuando.
Y varias veces al día me repito: «Si no lo tienes todo controlado, no pasa nada». Y os digo una cosa: ¡no pasa nada!
¡Feliz primavera!
PD: Y sí, el titulo del post no es un error, no se me ocurre como titularlo, mañana si eso, vuelvo y lo cambio 😉

12 respuestas a “Post sin título (por Chelo)

  1. Qué envidia me das Diego. La sierra cada vez me llama más, últimamente hemos subido varios fines de semana a Cercedilla a hacer rutas por esa zona, me encanta y me relaja mucho!
    Beso!

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  2. Llevo tiempo planteandome comprarme una bici o patines… para salir los cuatro a rodar… igual es el momento. ¿tu montas en bici con tus hijas? ¿qué tal la experiencia?
    Beso!

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  3. A ver, yo odio el calor, pero este tiempecito de aire medio frío, para ir con chaqueta, me encanta. También yo me he propuesto aprovechar más el día y salir, como mínimo una hora, a caminar todos los días que no tenga pilates. He decidido ponerme las pilas con el ganchillo, cocinar más… vamos, que el sol me ha dado energía para plantearme todas estas cosas, pero… la parte mala es que yo sufro de astenia primaveral (y otoñal) desde que era adolescente, así que mi cabeza va por un lado y mi cuerpo por otro, una me pide marcha y el otro solo quiere estar tumbado en el sofá, así que hago lo que puedo, tiro de mí maltrecho cuerpo tanto como puedo y paro a mi cabeza cuando veo que no hay manera de conseguir mover un músculo…

    Ánimo y suerte con tu lucha contra el estrés… Ya sabes lo que pienso de un tiempo a esta parte, el trabajo es necesario para comer, pero no hay que dejar que te arrebate el resto de tu vida, vamos, conclusión, que anda y que les den mucho por donde amargan los pepinos, se hará lo que se pueda pero no hay que dejarse la vida por una empresa que en cualquier momento te da la patada…

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  4. A mí el buen tiempo también me suele cargar más las pilas para hacer cosas. El frío me hace estar debajo de una manta sin ganas de nada.

    Si estás bajita de ánimo o de fuerzas, haces muy bien en darte tu tiempo para desconectar y no intentar tenerlo todo hecho. Un besote.

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  5. Di que sí, Chelo 🙂 Yo hace tiempo que me apliqué la filosofía de «Deja para mañana lo que no es imprescindible que hagas hoy». Pero sin pasarse ¿eh?, que un exceso de pereza también causa estrés. ¿Te vienes conmigo a dar un paseo por la sierra? Ya pondremos la lavadora mañana 🙂

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  6. Me pilla este post en una racha un poco estresante y bastante cansada. En general, aunque la primavera y el otoño me gustan me cuesta un pelín adaptarme.
    No he dejado el gym porque no lo he tomado, pero pienso que un buen paseo o montar en bicicleta con este tiempo te pone las pilas. Así que te felicito por los novillos.

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  7. Lo de la flojera con la llegada del buen tiempo tiene un nombre: astenia primaveral. A mí me pasan las dos cosas, el buenrollo me invade con el sol -gracias por la mención a Canciones de Buen Rollo ;-)- pero también estoy como un poco cansada.
    Lo de empezar a tomarse la vida de otra manera y con más calma es algo que me planteo últimamente con cuierta frrecuencia, aunque me cuesta horrores ponerlo en práctica. El estrés está muy asentado en nuestras vidas (hasta en lo que ni siquiera tiene que ver con el trabajo, como las relaciones con los amigos y familia) y es complicado sacudírselo de encima.
    Me siento completamente identificada con lo que dices. ¡¡A vivir, que son dos días!!

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