Ayer mirando la web de una conocida marca de ropa interior italiana que hace unos diseños femeninos provocativos y favorecedores –creo que casi todo el mundo sabe de que firma hablo-me sorprendió encontrar entre sus productos unos cubrepezones y una fusta. Supongo que los primeros son por si un día quieres sorprender a tu pareja a lo showgirl, en plan vedette, aunque yo creo que más de uno si se encuentra a su legítima con los susodichos por toda vestimenta no sabría cómo reaccionar.
Lo de la fusta debe ser influencia de “Cincuenta sombras de Grey”. Confieso que he leído el primer libro, no la segunda y tercera parte. Y me pareció flojo y poco erótico. No me escandalizó lo más mínimo. Lo encontré aburridísimo, plúmbeo, espantoso.
Si alguien quiere leer una obra erótica y, además, literaria le recomiendo “El amante de lady Chatterley” de David Herbert Lawrence. Una pena el título edulcorado de la obra, más propio de una novela rosa que de una obra literaria valiente, hermosa y con destellos de brillantez. Por lo demás, es un libro que fue censurado en su momento porque en 1929 los editores no estaban preparados para frases como esta – son palabras del amante-:
“Una mujer es una cosa adorable cuando se la jode a fondo y el coño es bueno”.
Claro que la cosa sigue así:
“Te amo, amo tus piernas, amo tu forma, y amo todo lo que tienes de mujer. Me gusta la mujer que hay en ti. Te amo con el cuerpo y con el corazón”.
Un arranque de fragmento crudo, explícito, sin anestesia, con un par de palabras malsonantes, que yo no encuentro sucias, teniendo en cuenta el texto en su conjunto. El libro fue prohibido en su momento y el autor a su muerte era considerado por parte de la crítica como un pornógrafo. Lo cierto es que no es un libro naif, pero de pornográfico no tiene nada. O no para mi. Tampoco es un libro amable, resulta explícito, rotundo y rudo a veces, pero ese es parte de su encanto.
En las cincuentas sombras yo no encontré la belleza literaria que sí hay en “El amante de lady Chatterley”. Puede que en las páginas de cincuenta sombras no aparezca la palabra “joder» ni “coño” – si estoy equivocada, que me corrija alguien-, aunque sexo hay y mucho, aderezado con unos diálogos simplones y predecibles. Que empacho, sólo quería ponerme al sol y por eso no le he dado una oportunidad a las sombras oscuras y liberadas.
Volvamos al libro de Lawrence. Algunos críticos de la época decían que en la historia de lady Chatterley no había poso de amor alguno, sino puro sexo entre Connie, la protagonista, y su amante. Un argumento simplista. Más bien se trata de que entre ambos el amor no nace de un sentimiento romántico, sino de la parte más animal de cada uno de ellos.
De un encuentro con el otro sin envoltorios, crudo, visceral, puede acabar surgiendo amor. En este caso primero es el sexo y luego llega la conexión a todos los niveles, aunque a las mujeres, tradicionalmente, se nos ha enseñado que el camino es el inverso. Hay un dicho popular que reza que para las mujeres la intimidad lleva al sexo (en el caso de los hombres el sexo sería el camino para alcanzar la intimidad). No siempre y no para todas.
La filosofía en el tocador – Marqués de Sade le da 500000 de vueltas a Grey, y es del siglo XVIII.
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Yo tampoco he leido 50 sombras… No me atrae para nada. Tengo amigas a las que les encanto la trilogia, y otras que no pudieron ni acabar el primer libro. Despues de comentar sus impresiones sobre la lectura, mi conclusion es que las fans se acoplan a un cierto perfil de mujer (no dire cual para no herir sensibilidades). Ahora, igual voy a ver la pelicula cuando la estrenen…. jajajaja 😉
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No he leído las sombras y en principio no tienen nada que me atraiga. Pero la recomendación que nos propones ya la he apuntado en mi lista de Reyes :-9
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Llegué a 50 sombras, porque tanto» boom» tendría que ser por algo…y no terminé ni el primero…(no sin cierto temor a decirlo, por» rara»,supongo)…me apunto tu título y a ver que tal!!!!
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50 sombras es el único libro erótico que he leído y tambien me parecio un rollo. Todo marketing. El otro lo apunto.
Claudia.
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Yo, la verdad, es que no soy de literatura erótica, en general… así que ni Cincuenta Sombras ni nada de nada. Eso sí, coincido en que el amor puede surgir de lo que en un primer momento no sea más que atracción física. Un besote!!!
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Ciertamente E. L. James es muy «soft». Hay cosas mejores incluso en nuestro país y ya no me refiero a Megan Maxwell que es la que más vende, sino a Lena Valenti con sus «Amos y Mazmorras» (me quedo con el 1 y el 2). Algo más lejos Robin Schone, america y realmente subida de tono pero sin BDSM y muy erótica.Hay una gran variedad, pero E. L. James no hiere la sensibilidad de las más «puritanas» y parece satisfacer a la gran mayoría. Yo reconozco que me los he leído todos, varias veces y el primero es el mejor. Y el tercero es una especie de obligación por parte de la editorial a la autora, y se nota. Hay tanto y tan bueno por leer…
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Ciertamente E. L. James es muy «soft». Hay cosas mejores incluso en nuestro país y ya no me refiero a Megan Maxwell que es la que más vende, sino a Lena Valenti con sus «Amos y Mazmorras» (me quedo con el 1 y el 2). Algo más lejos Robin Schone, america y realmente subida de tono pero sin BDSM y muy erótica.Hay una gran variedad, pero E. L. James no hiere la sensibilidad de las más «puritanas» y parece satisfacer a la gran mayoría. Yo reconozco que me los he leído todos, varias veces y el primero es el mejor. Y el tercero es una especie de obligación por parte de la editorial a la autora, y se nota. Hay tanto y tan bueno por leer…
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No me llamaba la atención el afamado 'Cincuenta Sombras de Grey' y tu opinión me reafirma en mi prejuicio. No soy muy fan de la novela erótica más por exceso de de sensibilidad que por falta, pero tomo nota de tu recomendación. Faltaría más.
Solo decir que debo tener un lado muy masculino porque yo he alcanzado mis cotas más altas de intimidad a través del sexo…
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