Diversiones como obligaciones (Por Ana)

Llevo días intentando escribir este post, pero es que no me da la vida… De repente todo se ha complicado, se ha vuelto difícil… llego a casa y solo tengo ganas de hablar un rato con mi chico, cenar y acostarme… ¡con lo que yo he sido, por dios!… Ayer por la tarde me puse y me entró el llamado miedo a la página en blanco. Me veía incapaz de pensar en nada sobre lo que escribir, mi cabeza estaba tan en blanco como la página que tenía delante. Y me mosquee conmigo misma… porque había quedado en que publicaba yo y no veía manera de tener nada listo para el día de hoy. Entonces una vocecita en mi cabeza (y en mi espalda en forma de voz de hombre sabio y amable) empezó a resonar: “Pero vamos a ver… lo del blog lo haces por placer, no por obligación… Si puedes publicas y si no, pues ya lo harás otro día” Y yo, terca como una mula, le contesto a la voz masculina, a la par que a la dulce voz femenina que vive en mi cabecita loca: “Ya, pero es que me he comprometido a tenerlo esta noche y no puedo dejar de hacerlo”… La voz masculina desiste y vuelve al ordenador, a sus cosas. El pobre ha hecho lo que ha podido, es más, bastante hace con aguantar mis crisis de todo tipo, sobre todo en estos últimos tiempos. Inciso: voy a hacer como el público de los programas de televisión: “Desde aquí quiero saludar a mi pareja y darle las gracias por lo mucho que me cuida y me mima”. Y después de este inciso, volvamos al tema. Nos habíamos quedado en que la voz masculina desaparece, pero la voz de mi propio interior sigue diciéndome lo mismo, que me vaya a la cama y que el blog es una de las partes divertidas de mi vida.

Todo esto me ha llevado a pensar en por qué los humanos tendemos a estresarnos por casi todo ¿por qué cosas que empezamos a hacer para divertirnos y evadirnos terminan convirtiéndose en una obligación más y en una fuente constante de ansiedad?. El escribir el blog puede ser un buen ejemplo, pero tengo otro mejor: La Navidad.

A mí no es que me gustará ni me disgustará, pero llevo unos años que no puedo con ella… me supera. Además, las Navidades comienzan en mi caso en octubre… Sí, ya sé que para todo el mundo empiezan cada vez antes, pero es que yo trabajo en televisión… ¿qué que tiene eso que ver? Queridos niños y niñas, os revelaré un secreto: los programas y especiales que veis en Navidad en vuestra casa están grabados meses antes (era una broma, ya sé que sois muy listos y lo sabíais de antes, pero por si todavía alguien conserva la ilusión y sigue creyendo en la magia de la tele…). Pues eso, que llevo dos meses rodeada de árboles, centros, mesas navideñas… ¿Alguno de vosotros sabe hacer adornos para el árbol con chuches? ¿Y que en el mercado se venden árboles invertidos? No, no penséis mal, esto no tiene nada que ver con perversiones sexuales, es que tienen la copa en el suelo y las raíces en el aire… Yo sé hasta hacer un centro con bolas de poliespan, purpurina y unos palillos para brochetas… Y no os digo ya lo de montar mesas, es mi especialidad, las tengo para todos los gustos… Y eso este año, otros he estado rodeada de cantantes y humoristas que graban sus galas, de personas patinando sobre hielo en pleno centro de Madrid… Ya sé que todo esto puede parecer muy divertido, pero de verdad que satura…

Este es uno de los motivos por los que cada vez me gustan menos estas fechas, pero hay muchos más. Estamos en crisis y en mi empresa han suprimido la famosa cesta, pero en Madrid no hay un hueco libre en el que no hayan colocado una bombilla. Que digo yo, por mucho ahorro de energía que hagan, eso cuesta dinero. Empezamos con las campañas solidarias. Ayer vi a Ana Rosa hablando sobre niños que se mueren de hambre… ¿y el resto del año, qué, se ponen morados a comer? Por favor, seamos un poco sensatos, que hay que arrimar el hombro no solo en Navidad porque Ana Rosa se haya decidido a hacer un anuncio…

Y volviendo al tema del estrés… Se supone que estas fechas son para pasarlas en familia, disfrutar… Pues no, volvemos a convertir los buenos momentos en obligaciones y problemas: las cenas, dónde las hacemos, qué cocinamos, vete a comprar para veinte, tírate un día entero en la cocina… Los regalos, ¿qué compramos?, ¡qué precios, por favor!, ¿y sí mi cuñada me regala algo más caro?, voy a quedar fatal… Los niños, los tendremos que tener entretenidos, corriendo de un lado a otro, la fiesta de Nochevieja… ¡¡¡¡Por favor, dónde hemos dejado el anuncio de El Almendro!!!! Eso se supone que es la Navidad, el amor, el cariño de los tuyos, el disfrutar todos juntos de unos días de vacaciones…

Termino poniendo otro ejemplo de saturación absurda: el día 12 es mi cumple… sí, eso sí que me ha hecho siempre mucha ilusión, a pesar de las 34 castañas que me caen. Pues este año he decidido que voy a volverme loca con esto también. El viernes lo quiero celebrar con amigos y el bar al que iba a ir lo han cerrado de golpe (sospecho que algo turbio hay detrás, ya os contaré), así que ahora no sé qué hacer. El sábado 12 quiero ver a mis padres, pero dedicárselo a mi pareja, el domingo 13 tengo comida familiar con hermanas, cuñados, etc… Así que creo que voy a tranquilizarme y a disfrutar de mi día, a ser la reina de la guardería y a recibir regalos, que es lo mejor de todo. Interesados en regalarme algo, mandar un mail que yo os doy la dirección donde podéis enviarlo…


14 respuestas a “Diversiones como obligaciones (Por Ana)

  1. Las reuniones familiares jamas son para pasarla bien y disfrutar.. no de de donde alguien saco esa suposicion tan popular y validada por todo el mundo..y los cumplaños ya son una maraton de tres dias consecutivos para por lo menos en uno de ellos hacer lo que verdaderamente quieres y si pasarla bien!! muy bueno el post!!

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  2. A eso le llamo yo escribir mientras la inspiración va acudiendo a ti!
    Para no tener nada que escribir, una cosa te ha llevado a la otra y voilá… te ha quedado esta entrada que también me ha inspirado a mi 😉
    Felices fiestas, pero sobre todo FELIZ TÚ!

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  3. Parafraseando a la autora, Llevo días intentando comentar este post, pero es que no me da la vida…

    Lo leí nada más publicarlo, y me sentí más que identificada con todo, pero hasta ahora no he conseguido sacar un rato para ponerme delante del ordenador sin prisa.

    Últimamente me puede el estrés, principalmente por culpa del trabajo y de las obras de mi futura casa… pero como bien dices, también contribuyen a la causa las actividades que fueron concebidas como pasatiempos de ocio, como diversiones: aprender a tocar la guitarra, las clases de francés, enseñar español a inmigrantes, escribir en el blog, seleccionar fotos de viajes, leer…

    A ver, no es que se hayan convertido en obligaciones, no me estresan ellas en sí, sino más bien la sensación de no tener tiempo para hacerlas. Me frustra y me enrabieta que mi tiempo se lo coma el día a día…

    en cuanto a las navidades, hace tiempo que me parecen una época indeseable marcada por el consumismo exacerbado y sin sentido y los compromisos sociales ineludibles… pero los festivos se agradecen. Mucho. ¡¡¡¡Vivan las vacaciones!!!!

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  4. Independientemente de mi opinión sobre las Navidades, sí, escribir en este blog es un placer, no una obligación. El día que lo veamos como una obligación iremos cuesta abajo compi.

    Ese primer gran párrafo… muy bueno.

    Besos

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  5. Personalmente creo q las navidades son para que las disfruten los niños, punto. A mi sólo me gustan pq hay algunos días en los q pierdo de vista la oficina… y a los q hay dentro…!

    Felicidades por el blog, tenéis una fiel seguidora en Barcelona. Un beso chicas!! vivan las mujeres im-perfectas!

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  6. Buff! Has dado en el clavo en uno de los temas estrella de la temporada…

    La vida es ya de por sí complicada para que nosotros nos la compliquemos más…

    Te entiendo perfectamente. Yo siempre que puedo intento aplicar la filosofía del «déjate llevar».
    No siempre funciona.

    Besos

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  7. Si partimos de la base que la navidad es tiempo de amor y de paz…Alguien nos vendio la moto y lo hizo muy bien. Porque como bien rezo en mi perfil del facebook, ya me he hecho con toda clase de adornos para el árbol, tengo el belén de los clicks, la pandereta, confirmada la fiesta en la guarde, la lista a los reyes magos, las uvas, turrones, peladillas…Bufff!! que puto estres coño!. Feliz navidad a todos!!
    Gates

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  8. No sabes como te entiendo Ana!!! Las navidades un rollo, que si tus padres esto, que si los mios lo otro, lo único que las salva es el niño, que ya se entera de todo con casi 3 años y solo por la ilusión que tiene, merece la pena. Y lo de las cosas que se hacen por placer que se convierten en obligación, que me vas a contar, tengo mañana que entregar un encargo de ganchillo y no lo tengo terminado del todo, lo de que se haya convertido en una obligación hace que me de una perezaaaaa.

    Ahhhh, felicidades!!! pásalo muy bien!!!

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  9. Uff, que identificada me he sentido leyéndote………..yo hace dos semanas que estoy haciendo listas de regalos (padres, madres, niños, profesores………)listas de eventos a los que se supone que estoy muy ilusionada por asistir, listas de cosas a recordar para llevarme a las vacaciones (nuestras familias no viven en Madrid y nos trasladamos para estar con ellos), pensando como organizar a las niñas para que estén cuidadas mientras yo asisto a dichos eventos, haciendo un esfuerzo por recordar todas las cosas que me gustaba hacer de niña, todo lo que hacía que las navidades fueran mágicas, para poder ofrecérselo a mis hijas………………….en fin, que sí, que me hacen ilusión las Navidades, pero tantas cosas que hacer y recordar, agotan………..así que gracias por haber escrito estas palabras, gracias a ellas me he parado y he decidido que este año voy a hacer un intento de no convertir (de todo) algo que se supone que es un placer, en un agobio y una obligación! prometo que lo intentaré…………….

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  10. Yo tengo una tendencia innata a convertir las diversiones (que no los placeres) en obligaciones, así que poco te puedo aportar a la causa, que si, que intentes que no te pase y bla bla pero hija, estas cosas van con persona (o eso creo) y a veces hay que tomar determinaciones un poco drásticas para que las cosas no terminen por superarte. Plántate frente a tus impulsos (si lo consigues me lo cuentas)

    Sobre las Navidades, siempre me han gustado y más desde que tengo hijas. Lo que no soporto es:

    -el consumismo desbordante de las fechas,
    -el regalar porque toca (a los adultos),
    -la falsa solidaridad que provocan las fechas de cara a la galería,
    -poner el arbol (lo odio!! ¿alguien me lo quiere poner?),
    -entrar en las tiendas y comprobar que el ser humano ha perdido los papeles,
    -los atracones
    -la lotería, no puedo reprimirme y si alguien compra, yo compro. Jamás me ha tocado un céntimo…,
    -tener por cojones que esatr delante de la TV a las 12h del 31 de diciembre

    Igual me dejo algo, pero todo lo demás si me gusra 🙂

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  11. Pues al final la entrada te ha quedado de lo más mimética y estresada 😀

    Te entiendo muy bien en lo de diversión que se convierte en obligación y el estrés que eso supone y a veces me pregunto que gen idiota me lleva a angustiarme por este tipo de cosas; no lo he localizado, pero ahí está.
    En cuanto a las Navidades yo tengo dos ventajas tremendas sobre el resto de los sufridos mortales:
    1.Casi no tengo familia
    2.La familia que me queda tiene aversión a celebrar estas fiestas y cada vez más
    Lo sé, lo mío es raro, pero no veas la de cosas desagradables que me ahorro :DDDD

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  12. tomatelo con calma ana. las navidades a mi tb me desquicia, y lo que cuentas de las campañas nnavideñas para apadrinar niños etc, tb es una cosa q no entiendo.
    pero no has dicho nada de juntarse con la familia en navidad y tener a aulgun pariente indeseable sentado a la mesa contigo, o a esa tia q encima de no sevirse ni el vino en la copa, esta poniendo pegas a todo lo que cocinas… en fin… q me enciendo, q me enciendo…

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