Pero si hay una crisis que últimamente me preocupa (y creo que también a medio país y a nuestra bienintencionada clase política, ejem, ejem…) es la crisis laboral. Mucha gente cambia de pareja, se separa, se divorcia, cambia de casa, incluso de ciudad, tiene hijos biólogicos, los adopta… pero en los momentos que vivimos es casi imposible cambiar de trabajo, por no hablar de cambiar de profesión. Al margen de crisis y temas económicos ¿por qué es tan difícil darle un vuelco a nuestra vida profesional? ¿Existe una edad en la que ya no puedes pensar en reciclarte porque te has especializado tanto que es imposible? Explico de donde vienen todos estos pensamientos que de un tiempo a esta parte rondan por mi cabecita: tengo una profesión bastante estresante y que, desde mi punto de vista, solo se puede ejercer hasta una cierta edad… lo malo es que ahora que estoy llegando a la edad límite que yo considero apropiada, no sé por dónde tirar, cuál puede ser el proceso de reciclaje… Puedo hacer cursillos (ya he empezado y está bien para aprender, pero si no has trabajado en ello cuesta que te llamen) y/o empezar desde abajo en otra cosa… y aquí viene el pero… cuando llegas a una edad estás tan atado económicamente a tantas cosas que no puedes empezar a cobrar el sueldo de un becario, desde la casa al coche y no quiero ni hablar de lo que supone dejarlo todo y empezar de cero si hay niños de por medio que dependen de ti. A mí me encantaría dar el paso, arriesgarme a hacer lo que me gusta realmente y lanzarme a aprender cosas nuevas, demostrar lo que valgo en otro ámbito, pero reconozco que me falta el valor para ello. Admiro profundamente a aquellos que lo hacen (que los hay, por supuesto) porque me parece una de las barreras más díficiles de superar.
Otra cuestión a tener en cuenta es cuando, obligados por las circunstancias, tienes que buscar trabajo de lo que sea (como le ocurre en estos momentos a millones de españoles) y te encuentras con el mismo problema anteriormente descrito. Tengo una amiga supercapacitada, profesional de la televisión, con una personalidad arrollante y un currículum adecuado que lleva más de un año en paro. ¿Qué cuál es el problema? Yo lo tengo clarísimo, que tiene cerca de cincuenta años… Pues bien, está empezando a mandar currículum para trabajar de camarera, panadera o secretaria, y siempre se encuentra con la misma respuesta: no tienes la experiencia suficiente en este campo… Por no hablar de lo que se pide ahora mismo para cualquier trabajo, que el inglés ya tiene que ser tu lengua materna hasta para poner un café (profesión a la que mi padre se ha dedicado toda la vida sin tantos conocimientos) y las nuevas generaciones vienen arrollando y muy preparadas… y cobran y protestan menos que alguien de cierta edad.
Supongo que con un poco de esfuerzo y mucha valentía se puede dar un vuelco laboral a tu vida, pero hoy por hoy, me parece mucho más fácil, aunque quizá más traumático, cambiar de pareja (lo del divorcio exprés ha facilitado mucho las cosas) que de profesión, y con la que está cayendo, los que tenemos trabajo no nos podemos quejar, sería totalmente injusto, y solo podermos decir: “virgencita que me quede como estoy”… hasta que me toque la Loto y me vuelva tan egoista que estos temas pasen a un segundo plano… mira, reciclarse en un nuevo rico no estaría mal, no señor, nada mal…
Quizá este comentario llega un poco tarde. Pero mejor así que nunca.
Disculpas por mi «marketiniano de los cojones». Cierto. Y que conste que he estudiado Marketing y me gusta mucho como ciencia, como teoría.
A lo que me refería: no es lo mismo hacer Marketing que ser un marketiniano. De los que estoy harto es de los otrora llamados comerciales que ahora se ponen un product manager por delante, un poco de gomina, cuatro palabros en inglés (las 4 ps) y ya se creen directivos y te sueltan que la comunicación corporativa es cosa del pasado, de burgueses proletarizados porque «no genera ingresos».
Lo siento. Toda la vida me he dedicado a esto y me he encontrado en la oficina y en muchas reuniones de trabajo con estas nuevas hornadas de niños «made in Koetler» dando lecciones de cómo destrozar reputación, clientes, gente creativa y posibilidades de crecimiento empresarial a medio y largo plazo por cuatro duros de pacotilla (los que se esfuman en comisiones y gastos indiscriminados en publicidad, sin retorno ni kpi alguno).
El Marketing relacional o el Social Media, por supuesto, no lo han tocado demasiado en esos Masteres del Universo.
Pero reitero mis disculpas por la frase malsonante. No es propia de mí pero se me escapó. Lo siento, de corazón.
Sobre la idea de cambiar de trabajo no puedo más que contar mi experiencia. Yo he dejado un empleo por otro cuando he tenido oportunidad y he descubierto que ya no me gustaba o me aburría lo que hacía. O ahora o nunca. En las empresas que he dejado atrás, donde reconozco que siempre me han tratado fenomenal y de las que he salido sin una palabra malsonante, he visto como mis ex-compañeros pasaban a ser fijos y jefecillos. He visto cómo mis compañeros becarios se funcionarizaban, se institucionaliaban y su nómina subía en cuestión de años.
Yo he perdido todo eso. He dejado muchos trenes buenos atrás. Mi futuro es incierto. Mi sueldo no es el de los sitios que he dejado. He estado alguna que otra temporada sin ver el final del túnel. Pero estoy vivo y no me arrepiento de lo que hecho. No soy ejemplo de nada ni nadie para dar consejos. Simplemente, creo que quien no arriesga siempre se quedará con la sensación de no haberlo intentado.
Y yo, ahora, siento que al menos un 0,01 por ciento de todo aquello que pienso, digo y hago puedo expresarlo sin temor, sin tener que pedir disculpas a nadie, sin verme rebajado a hacer la pelota, sin verme obligado a devolver favores.
Perdonad este comentario tan largo y si en algún momento he parecido altivo o descortés. No era, desde luego, mi intención.
Un saludo.
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mal momento para cambiar de curro, pero sobre todo hazte una pregunta ¿Que tengo yo que ofrecer? ¿En que soy mejor que los demás?
Y si la respuesta es fácil, lanzaté eso sí, a lo tarzán.
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Me ha encantado tu consejo angelito, haré de Tarzán como me recomiendas…
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……pues si te quedan ganas de intentarlo, hazlo. Tu si que eres valiente!!!
De todos modos acuerdate de Tarzán, no sueltes una liana, hasta que tengas bien agarrada la otra 😉
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Gracias a todos por escribir y por hacerme sentir un poquito mejor:
Silvia: yo también creo que debo intentarlo, por mi que no quede, pero la verdad es que ahora lo veo crudo crudo… en cuanto a tu curiosidad, prefiero mantener un halo de misterio alrededor de mi persona (aunque si lees alguno de mis anteriores post seguramente te dará pista sobre mi profesión… que tiene que ver con la comunicación… hale, ya he dado más pistas de las que debiera)
Monet: ¡Ay, los incorfomistas, cómo sufrimos! Por mucho que digamos lo de «virgencita…» al final siempre hay un poco de no resignación…
José Luis: Creo que no estoy de acuerdo con tu primera frase, me parece un poco ofensiva con el tema de marketiniano de los cojones… ¿quizá un insulto gratuito? Pero en lo que dices de que los empresarios prefieren a jóvenes que digan a todo que sí que a profesionales con experiencia y profesionalidad…
Tania: No me alegro de encontrarme a otras personas en mi misma situación, pero por lo menos no me siento un bicho raro… ánimo!!!
Mariola: llevas más razón que un santo, hay que seguir formándose porque no nos queda otra…
Leia Organa: Ánimo a ti también, nos llegará el momento, ya verás!!!!
Chelo e Isa: Qué deciros de esto, he hablado con vosotras un montón sobre ello y ya está todo dicho… No conozco el modelo americano pero si es como dice Chelo, bienvenido sea, aunque me llegan ecos bastantes pesimistas sobre ello…
Mecha: Lo de la moto y recorrer mundo no te creas que es mala opción, la apunto junto a mi versión de irme a una isla desierta a comer coco…
Mónica: Gracias por animarme, un beso para ti también
Daniel: Podríamos hablar de crisis existenciales durante horas, por lo que veo… ja,ja,ja… Un beso
Arantxa: Pues eso, que sí, que superdifícil, pero mira, a mi todavía me quedan ganas de intentarlo…
Diego: Amén, o lo que es lo mismo, así sea, que esto pase y todos recuperemos mínimamente la capacidad de elección…
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Afortunadamente, yo ya llevo dos años jubilado y esta crisis no me afecta, pongo la mano a fin de mes y me caen algunos billetes que, aunque bastantes menos que cuando estaba en activo, me sirven para ir tirando si no cometo excesos. Yo he defendido siempre la teoría de los 15 años: cada 15 años hay que cambiar de trabajo, de coche y de bicicleta. Y he procurado seguir esta teoría, te llena de nuevos alicientes, te renueva, pero con esta crisis es difícil seguirla. Ojalá termine de una vez y cada cual pueda elegir su camino.
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Desde los 23 añitos me he movido más… Primero al acabar la carrera me fui a una tele local en Ciudad Real, y eso duró un mes, lo estaba pasando fatal allí, pero no tenía nenes ni letra del piso ni nada que me atara y podía dejarlo sin miramientos.
Ahora llevo en el mismo sitio casi cinco años, algo inaudito en mi, o no, porque ha coincidido con el periodo de estabilizarse personalmente, ser madre…
Lo de tu amiga es super frecuente, como tiene mucha experiencia la descartan para otros empleos y supongo que a ella no se le caerían los anillos por nada
Lanzarse a la piscina laboral a nuestra edad… muy difícil. Siendo mujer mucho peor, por desgracia.
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Si te sirve de consuelo, mi vida es una continua crisis existencial, jejejeje…
Un besote.
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Ufff!!!!Un tema peliagudo… yo cuando me casé olvidé que existía un mercado laboral y cuando quise darme cuenta sólo me quedó una mala opción, que sigue siendo mi medio de vida…Pero claro ¿ahora qué?, con poquísimos estudios (un par de años de universidad,pero sin acabar la diplomatura)a unos meses de los 40 (ya soy una vieja en el mercado laboral) y con esta crisis aún peor. Y lo de arriesgarse, creo que va en cada uno, yo soy conformista, y así me va. Pero si tu realmente crees que puedes, yo probaría a cambiar.Un beso
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Tienes toda la razón.
Eso pasa en una sociedad creada a conciencia durante siglos, en la que intentan y consiguen que no pensemos, que no sintamos mas que miedo, en la que no se valora la valia, honradez, respeto.
Así funciona la democracia y el capitalismo, el poderoso Caballero don dinero.
Y esto no se puede cambiar, pero lo que esta claro es que hay que luchar contra viento y marea.
No lloréis por un mundo que lucha, luchad por un mundo que llora.
Al final cualquier día nos compramos una moto y a recorrer mundo con lo puesto!!!
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Isa, te aseguro que «globalidad» en esto no hay. Otros modelos no los conozco, pero si el americano y te puedo decir que no tiene nada que ver con el español, tampoco tengo claro que nos interese acercarnos a ese modelo, pero que de momento estamos lejos del «imperio» como tu lo llamas te lo puedo garantizar, eso si, igual hay quien piensa que cuanto más lejos mejor, eso ya sería motivo de otro post o de otros cuantos 😉
beso!
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Ana, todo un acierto este tema! 🙂
Pues yo no soy un buen ejemplo de cambio laboral. Empecé al acabar la carrera en el mismo sitio en el que trabajo ahora. Llevo aquí 10 años y he crecido y he evolucionado profesionalmente dentro de la empresa. No es el mejor sitio del mundo pero tampoco el peor… seré conformista, no sé. Lo que si sé es que es mucho más fácil dejarse llevar que provocar cambios, sean de la naturaleza que sean. El cambio es siempre traumático, ya sea positivo o negativo, y no creo que sea fácil nunca.
Francamente, si cambiar de trabajo es difícil, intenta cambiar de pareja o de ciudad pasados los 30 años: jodido, muy jodido.
Del caso estadounidense no puedo hablar porque no lo conozco, aunque me cuesta creerme que en un mundo tan globalizado como éste no le hayamos seguido la corriente al 'imperio' en esto.
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Jose Luis, por alusiones, ya me explicarás que quiere decir eso de «marketiniano de cojones» (susceptible que esta una hoy, oyessss)
Ana, un post muy adecuado a los tiempos que corren. Yo creo que en nuestra generación se ha juntado un poco todo, la edad de dar el “salto” en el trabajo, con la crisis, con el habernos asentado económicamente y tener una serie de gastos “comprometidos” difícilmente evadibles… en fin, un puñetero lío a la hora de tomar una decisión como la de empezar de nuevo en otra cosa, uff!.
Con esto de la crisis la movilidad laboral se ha reducido a límites insospechados, la gente aguanta carros y carretas porque sabe que si se cambia de trabajo, es el último mono en llegar y el primero en salir si las cosas no van bien. Si te quedas dónde estás, por lo menos tienes tu antigüedad, tu indemnización… en parte creo que culpa del sistema laboral que tenemos en este país.
Han comentado más arriba el caso de Estados Unidos. Si, allí es más fácil moverse de sector, allí es más fácil encontrar trabajo (si eres americano, claro) y es un país donde la experiencia está muy muy valorada y donde la edad es un plus. No como aquí, que parece que a partir de cierta edad o estás en un puesto de gestión o no vas a progresar laboralmente ni un comino más e tu vida.
No sé bien qué consejo daría a alguien en la situación que describes, a ver si es verdad que queda poco para salir de la crisis económica, se moviliza un poco el mercado laboral y las oportunidades se multiplican y mejoran. Creo que será lo más sano e higiénico para mucha gente que está aguantando en su puesto de trabajo sin realmente quererlo o gustarle lo que hace. Seguro que eso repercutiría positivamente en la productividad y a su vez en las propias empresas. Un win win, vamos.
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Tienes mas razón que una santa…. ahora las cosas están tan mal que incluso para ser limpiacristales tienes que hablar tres idiomas y controlar el paquete oficce.
Yo estudié una carrera, y comencé trabajando «de momento» en otra cosa completamente distinta pero que me daba de comer; pues bien ahora cuando la crisis me golpeó, tuve la oportunidad de cambiar a mi verdadera profesión, que al fin y al cabo había terminado hacía solo 5 años.
Imposible, solo me han llamado para el trabajo que he estado haciendo durante 7 años, afortunadamente, no es un mal trabajo, pero… entonces para que me eslomé estudiando y trabajando a la vez durante esos años?.
Estoy de acuerdo con Jose Luis, cúanto daño han echo l@s superpreparad@s de nada!.
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La verdad es que estos tiempos tan convulsos y de cambios tan acelerados exigen una pluriformación, y no sólo eso, sino cambiar la manera de pensar, que ya es dificil… ahora cuando acabas de estudiar como antes, puede que encuentres un trabajo, pero es muy probable que éste no sea eterno, has de seguir formándote continuamente en aquello que demande el mercado, debemos estar pendientes, porque ese futuro ya ha llegado.
Besito
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Jo justo tocais este tema cuando yo doy vueltas a algo mismo…. algo falla, porque nos hacen elegir muy pronto o eso creo yo. Todavía no sé que quiero ser de mayor, y ya soy mayor y tengo 3 hijos y me he dejado llevar y trabajo bien, pero no me termina de gustar lo que hago…. y ahora ¿cómo cambio?
Según tengo entendido en EEUU el mercado laboral funciona de otra manera no como aquí y por ahí hay más movilidad laboral, pero ya no sé si son leyendas urbanas.
Si realmente sabes lo que te gusta por lo menos te animo a intentarlo, y tampoco te extrañes si te encuentras con el «estás demasiado preparada para este puesto» ¿ein?
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Está muy bien lo de reciclarse. Pero el mercado laboral castiga a quienes, a partir de los 30 años no han alcanzado ya la condición de ex-compañero-ahora capataz-vendemotos-marketiniano de cojones.
Y cuando dices que, a esa edad, quieres empezar en otro ámbito… el problema no es económico. Es que no te ofrecen siquiera, aquello tan nostálgico de «en estos momentos no hay una vacante que se ajuste a tu perfil».
El sabio empresariado hispano -incluso el formado por nuestros ex preferidos- prefiere a pipiolos salidos, si hace falta, de Operación Triunfo que gente con experiencia, madurez y saber estar.
¡Ay, sorallitas, aidos y leirespajines! ¡qué daño habéis hecho con eso del ser jóvenes, sonrientes, solidarios/as (ojo con el lenguaje machista), erasmuseros de pacotilla, me trago todo lo que me digas guana… y ni p…. idea de lo que es un trabajo profesional.
Salu2. Sic tibi terra levis.
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Pues si, toda la razón, llega un momento en la vida que estás atado por tantas cosas que la mentalidad de cambio ya parece casi imposible. Creo que generalmente siempre ha sido así, pero ahora pues es mucho más dificil, el pero es que para las personas que somos inconformistas esto nos cuesta de asumir, en muchos aspectos, no solo en el laboral… pero como digiste antes… “virgencita, virgencita que me quede como estoy”…
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Excelente explicación de las incongruencias de la vida laboral. Estoy totalmente de acuerdo contigo: La edad es un factor decisivo y mucha gente se encuentra en la misma tesitura que tú
(yo misma;)y sí la verdad es que es muy díficil reciclarse y en estos tiempos que corren aún más.. Pero te animo a que al menos lo intentes y así por lo menos siempre te quedara claro que si no surgió nada no fue por ti… A proposito y en plan un poco cotilla y curioso.. ¿a qué te dedicas y a que te gustaría dedicarte?? quién sabe, quizás del medio que menos esperas pueden surgir sinergias interesantes.. Mucha suerte Ana.
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