Y es que, a medida que uno se va haciendo ‘adulto’ se va dando cuenta de que algunos rasgos de su personalidad son un coñazo. El problema es que para cuando te enteras ya es imposible cambiarlos…
Entre otras muchas características de mi forma de ser que me irritan hay dos que, para mal de males, son antagónicas y se hacen la competencia, se contraponen.
La primera es que soy borde. No siempre, no con todo el mundo y la mayor parte de las veces no con mucha convicción, pero lo soy. Empecé a serlo en la adolescencia, como mecanismo de defensa ante las agresiones del resto de mis congéneres, como caparazón bajo el que protegerme. Por causa de este carácter borde mío, uso el sarcasmo y la acidez más de lo recomendable… A veces, arrepintiéndome justo después de usarlo.
El segundo de mis rasgos irritantes lo adquirí poco después y es, por el contrario, una inevitable tendencia a intentar caerle bien a todo el mundo. Y es que, también en mis años mozos, descubrí que usando la diplomacia y repartiendo sonrisas conseguía el aprecio -superficial casi siempre- de unos y otros. Una vez constatado este hecho, me enganché y llegué al punto de hacer florituras para agradar y resultarle simpática a quien se cruzara en mi camino, aunque fuera una bestia parda. Actividad agotadora e inútil, os lo aseguro.
Con la madurez… ejem… bueno, más bien con la edad he ido suavizando ambos rasgos de mi carácter. Pero aún así hay veces que me descubro dorándole la píldora a algún cretino o a alguna pedorra y soltándole una bordería a quién menos se la espera y se la merece.
¿No me digáis que esta dicotomía, esta lucha entre mis dos yos, el borde y el majete, no es como pa cortarse las venas?
jajajaja gracias por tu comentario Hulk-Daniel 😉 cambiar es difícil, es mejor asumirse uno cómo es… muack!
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Pues mi yo actual no me gusta mucho pero sería demasiado espacio para dejarlo aquí. Te puedo decir, eso sí, que me identifico en parte contigo porque suelo tener un humor muy bruto ya que me gusta el sarcasmo, la ironía y el humor muy negro y, cuando la gente más cercana me acaba conociendo (tipo pareja y amigos íntimos), siempre me han dicho en algún momento algo tipo «ten cuidado con tus chistes cuando vayamos a conocer a mis padres…»
Además, reconozco que soy muy «Hulk». Durante 29 días al mes soy Bruce Banner y, de pronto, por callarme las cosas que van pasando esos días, el 30 reviento y maldigo todo lo que pille por medio.
En fin, que ya no sé si a esta edad es posible cambiar ciertas cosas pero lo sigo intentando.
Besosssssssss…
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La vecina de enfrente?? la del Shiatsu? puaaaaagggggg 😉
Ana, no tienes nada d borde. Nada. Eres majísima.
Angelito, parece ser que eso es generalizado, por suerte a medida que pasa el tiempo crece la aceptación de nuestras propias personas humanas 🙂
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Hay dias, por lo general me gusto mucho más ahora que hace unos años, la sabiduria del diablo que dirian algunos.
Pero no todos los dias me gusto, hoy por ejemplo me gustaria ser mucho más crítica y decirle a más de uno lo que en r4ealidad pienso de sus acciones, pero me callo, y eso no me gusta, tal vez algun diá aprenda a hacerlo, de momento hoy suspendo.
Mañana veremos
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Yo me gusto muchííísmo más de lo que me gustaba cuando era jovencita… lo que no quiere decir que no me gustaría cambiar millones de cosas de mi persona, pero por lo menos no es algo que me paralice o me haga estar en la última fila para que no se me vea (cosa que antes casi, casi pasaba). Respecto a lo de gustar o no a la gente, es que coincido en todo con lo que has escrito, de hecho es que creo que yo también soy bastante irónica y en ocasiones borde (como dice Arantxa, que me corrijan si no los que me conocen) aunque un puesto por debajo de ti, querida (;-) es broma, sabes que te adoro como eres)
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Pues la verdad es que yo me gusto bastante, aunque he de confesar que me gusta mucho más la vecina de enfrente :-p
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PalabrasxPalabras, vuva la im-perfección 🙂
Rebeca, nena, la gente da mucho la brasa con los parecidos, pero tú tienes una personalidad muy fuerte y es la tuya: eres única. No dejes que nadie te diga lo contrario.
Arantxa, no eres borde, no, el sarcasmo tampoco lo usas mucho y bienqueda eres lo justo tirando a poco… pero tienes tus cosas 😛
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Me gusto unos días más que otros.
Creo que no soy nada borde ni sarcástica. Que me corrigan quienes me conocen.
Lo de intentar caerle bien a todo es imposible, y hay gente con la que ni me esfuerzo, la verdad, porque no valen la pena, y por tanto ganarme su aprecio no me interesa. Será cosa de la edad, pero no puedo ponerme caretas, porque se me caen al instante.
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Llevo 23 años escuchando la misma frase “eres igualita que tu prima” (“Cómo te digo una co, te digo la o”) en radio patio y sus alrededores.
Llámalo borde, seca, cortante o como me gusta a mí, sincera pero somos así: ENCANTADORAS!
PD: no tengo abuela
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A mi tampoco me gusta la gente que se encaaaanta y tooodooo en su vida es fenomeeeanal creo que viven una gran mentira y me ponen la cabeza como un bombo. Coincido en la de la sinceridad extrema, generalmente me trae más problemas que alegrías pero duermo la mar de tranquila eso sí. En cuanto a la diplomacia me cuesta, pero con los años la voy mejorando.
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Gracias, Chelo… pero la sinceridad es una cosa y lo mío la sobrepasa 😉 y eso sí, todos somos im-perfectos sólo que algunos sólo se ven im-perfecciones y otros no se las ven…
C.C. me alegro mucho de que te gustes (al menos a veces) la autoestima es algo muy importante. En cuanto al enlace, a mí me flipa este tema 😉 Alguno pensará que Bebe fue una pionera hablando de la masturbación en una canción…
Jota, pastillas no… que al final acaba uno tomando hasta de las azules!
Gracias, Inverosímil, el sarcasmo, y sobre todo la ironía, viene bien practicarlos para el enriquecimiento neuronal pero con cuidado que hay gente por ahí que se ofende por cualquier cosilla 🙂
Una reflexión muy acertada, Anónimo bienqueda…
Cartafol, también hay gente a la que le da igual caerle bien a los demás porque tienen bastante con caerse bien a sí mismos.
Leia, yo en la adolescencia no me aguantaba… y todavía no sé como podía haber gente que me soportase. Ahora, creo, que me sobrellevo mejor.
Eso es que me conoces poco, Muñeco Animado Japonés.
My Alegría: fuera el aburrimiento!
Está muy bien ser inconformista, Mónica… no conformarse con lo que hay es la mejor forma de mejorar.
Lo es TC, es agotador, sí… pero muy divertido! 😛
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Pues su parece una dicotomía agotadora esos dos yos que tienes, si,jajaja.
De todas formas, todos tenemos cosas buenas y malas. En algunas cosas me encanto, y en otras me horripila mi actitud. Pero como ya te han dicho, todos somos im-perfectos, jeje
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Yo nunca estuve a gusto con mi aspecto, y aunque me avergüenza reconocerlo(es una suerte que nadie me conozca,jijijiji)sigo sin gustarme, a pesar del paso del tiempo. Eso si, siempre fui bastante charlatana y tengo fama de simpática(con algo tenía que suplir mi aspecto físico).Y algo parecido me sucede con mi vida, con lo cual, hace ya algunos años, que llegue a la conclusión, de que soy una Inconformista nata. Qué se le va a hacer!!!!! Un beso
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todos tenemos nuestro lado claro y nuestro lado oscuro… nadie llega hacer totalmente transparente, si fuera asi la vida seria muy aburrida
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Yo la parte borde no te la conozco, aún…….
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Pues yo en mi adolescencia no me gustaba nada, pero nada nada; será por la madurez o por que he aprendido a vivir sin espejos, que cada día me gusto más.
Me siento más segura de mi misma y aunque… soy consciente de mis multiples y variados fallos, también se como pulirlos para no dañar ni dañarme.
Siempre he huido de las personas «seguras de si mismas» y «superhipermegaperfectas» que además de dar un poco de asquito no son reales…
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Si, yo creo que es un mal generalizado, queremos caer bien a todos y muchos no lo merecen, por eso que hay que saber reservarse algo
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Hay gente que no merece la pena, con esa no hay que gastar esfuerzos, ni en ser borde, ni en intentar quedar bien.
Y tampoco eres tan borde…Sólo a ratos…:-p
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Yo creo que en general me molo… y cuando no me molo me odio tanto que entro en bucle hasta que implosiono… y luego se me pasa.
Isa, tu primer rasgo me encanta. Me parece que nunca hay demasiado sarcasmo por el mundo siempre que el que lo reciba lo merezca (aunque sólo sea un poquito)… desahoga al autor y espabila al receptor. Mano de santo.
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Me temo que es un mal endémico… si consigues la pastillita que lo solcione me la pasas, barata, eso sí. Un besote.
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Jajajaja!
Seguramente ambos rasgos te harán ser auténtica.
Me ha encantado el vídeo (con mensaje claro y directo)
A tu pregunta de si me gusto, pues a veces, pero bueno, así es la vida 🙂
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A mí la gente que se gusta en exceso me da mucha pereza, somos im-perfectos, todos. El que se piense que no lo es, que se lo haga mirar…
Isa, no eres borde, eres sincera, es que hay tanta falsedad en este mundo y tant@ flojit@… jajaja
Bss!
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