Yo de mayor quiero ser… ¡becario! (por Isa)

Sólo me quedaban dos asignaturas para acabar la carrera, y aunque podría haber acabado hace dos años, me aconsejaron que ‘me las dejase’ para poder trabajar en la empresa donde estaba. Es que si no estabas estudiando no podían hacerme ‘contrato de prácticas’. Mi curro no estaba mal y aunque la mayor parte del tiempo me han tenido sacando noticias de notas de prensa, he hecho de todo. Cubrir ruedas de prensa en el ministerio, sesiones en el Congreso y en el Senado, me han llevado de viaje al extranjero, he pasado días completos con famosos increíbles… ¡hasta una vez estuve en La Moncloa!
He estado tres años aquí y la verdad es que creo que no lo he hecho mal. Eso sí, cada vez que se acercaban las vacaciones de verano o los puentes y me decían que los no-contratados no teníamos derecho a días libres, me cabreaba bastante la cosa… ¿por qué no? ¡si yo curro como los demás! De todas formas con mis 300 euros al mes tampoco me da para irme a ningún lado…
Mi padre llevaba tiempo presionándome para que acabase los estudios. No entiende el sistema. Es un tradicional. Dice que soy un vago, uno de esos ninis que no hacen nada, y no se explicaba como podía estar tardando tanto en aprobar. Al final, el mes pasado, volví a presentarme a los exámenes, y aprobé. Y la verdad es que cuando me dieron las notas, me alegré.

En mi casa se pusieron muy contentos, pero en el curro no les ha hecho mucha gracia. Lo han visto como una traición. Por lo visto, ya no pueden contar conmigo, y lo que más les jode es que ahora tienen que enseñar a otro. Así que me ‘echan’, vaya… o bueno, echarme no, porque en realidad es como si nunca hubiese estado trabajando. Ni finiquito, ni derecho a paro, ni vida laboral, ni nada de nada…

Para colmo mi padre se ha vueto a enfadar. Dice que la culpa es mía por consentirlo, que tenemos lo que nos merecemos, que los derechos hay que lucharlos, que las cosas hay que cambiarlas… Al final, la he cagado. O eso parece. Y lo peor es que ya no puedo seguir siendo lo que mejor sé ser: becario.

«La resignación es un suicidio cotidiano» (Goethe)


12 respuestas a “Yo de mayor quiero ser… ¡becario! (por Isa)

  1. Gracias por extenderte y por ofrecer tu visión y tu experiencia. Creo que es difícil encontrar el límite de lo que puedes admitir y lo que no, cuando el mercado laboral valora más el trepismo que la profesionalidad.

    Arantxa, muy interesante también tu doble versión de las cosas… Qué recuerdos en el ente!! eso era vida 🙂

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  2. Ana, me has dejado con poco argumento. A las empresas les viene como anillo al dedo la situación para tirar de becarios, eso está claro. Y es un abuso.
    Sólo he sido becaria dos veces. En TVE tenía poco sentido echar minutos de más, no lo hacían los de la casa (con los que yo trabajaba), y por ende, mis compis becarios y yo misma tampoco. En el Ente mucha gente estaba por oposición, eran funcionarios, y a un redactor o un cámara se les caía el ordenador o la cámara a su hora, casi literalmente. En una ocasión un cámara se me puso muy estúpido porque me había enrollado 20 minutos entrevistando a una señora muy maja y muy interesante, con muchas cosas que decir. Por mi culpa iba a salir del trabajo casi media hora más tarde, me espetó.
    El otro caso era una agencia de comunicación pequeña. Donde fueres haz lo que vieres, pues así obraba yo. Era muy poca gente, si se quedaban yo lo hacía y si salían disparados idem.
    He viajado en el tiempo. Ay.

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  3. Isa, estoy totalmente de acuerdo contigo (para variar ;-)) pero creo que en este caso hay dos puntos claros de acción:

    Primero:Esto ha sido así siempre, desde que yo era becaria cuando tenía 18 años y ahora tengo treitantos, pero lo cierto es que esta crisis les ha venido a los empresarios como anillo al dedo, no se las han visto mejores en mucho tiempo. En la última empresa en la que trabajé, donde los jefes viajan en la mejor clase, tenían profesores particulares de inglés, se repartían los regalos y sobornos que llegaban sin ningún disimulo, se les pagaba comilonas incluso los sábados, el mantra era que la empresa estaba en pérdidas y, no sólo no se podía contratar, sino que había que despedir (yo soy una prueba viviente de ello). Pues bien, en cuatro años que estuve allí, si no ví desfilar 30 becarios diferentes ocupando los puestos que no se podían cubrir (pero literal y dicho por los jefes: «no podemos contratar, así que hay que seleccionar un becario») no ví ninguno. Hacían jornadas eternas y tenían un nivel de exigencia igual al mío. Se les hacía responsables de grabaciones, ediciones, de que una cinta viniese sin audio, de que un rótulo estuviera mal puesto, de una entrevista mal hecha… tareas que ni de lejos les correspondía hacer. A esa empresa, y a tantas otras, hay que meterle mano pero ya.
    El otro punto es el de los propios becarios. Yo he conocido de todo (entre treinta personas os podéis suponer) y entiendo que ellos quieran destacar y luchar por un posible contrato, pero en esto estoy un poco de acuerdo con el padre de tu historia: hay un límite y hay que tener dignidad. Y no te hablo sólo de niños de 18 años, que mis becarios, algunos, tenían casi mi edad. Te pongo el ejemplo de una que estaba directamente bajo mi supervisión y tenía horario de 9 a 14 horas. Pues ella, a pesar de mi insistencia para que se fuera, y en días en que todos estabamos mirando facebook porque no había nada que hacer, se quedaba todos los días hasta las siete porque decía que así la veían las jefas y podía tener más posibilidad de quedarse. Ella se ofrecía absolutamente para todo y a mi compañera y a mí nos puenteo un par de veces. Cuando llego la finalización de su contrato, se fue a la calle exactamente igual que los que habían intentado respetar su horario y hacerse, aunque fuera mínimamente, valer. Que entiendo su problema, que entiendo que tienen que claudicar en ciertas cosas, que están empezando, pero señores, que nosotros, los trabajadores, desde el principio, también podemos intentar (por lo menos eso) que se nos respete un poco y que, dentro de que ya sabemos que nos van a explotar, intentar mantener la cabeza alta y no decir sí a todo por miedo. Qué así nos va, a becarios y empleados.

    Isa, siento haberme extendido tanto, pero es que es un tema que me ataca la fibra, no lo puedo evitar.

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  4. Mónica, lo más lamentable es que ahora sólo se puede elegir en ser 'trabajador' de segunda, que es lo que son los becarios (empleados sin derechos no consideración) o parado -a veces sin paro-.

    Juana, conozco el término… están más o menos a la par. De hecho, en muchos trabajos la frontera no está clara…

    Creo, de verdad, que habría que hacer algo para cambiar las cosas.

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  5. Bueno ahora también se lleva mucho las prácticas del master que alargan la explotación en la medida de lo posible… la verdad es que es increíble pero si te cuento lo que es la pasantía!! El pasante está por debajo del becario en la escala evolutiva 😛
    Juana

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  6. Vaya!!! Cuánto lo siento… si ya lo sabía yo, que lo mejor era vivir de becario hasta que se pudiese vivir de la jubilación… ah no! que siendo becario no hay derecho a eso…
    Menos mal que lo cuentas con humor porque eso de que no haya contrato, ni derecho a vacaciones y que curres como los demás… ¿eso no era voluntariado?? o mejor dicho, a eso en mi pueblo se le llama «explotación» y para más INRI, cualquiera se pone a reivindicar, que tal como está la cosa, te dan la patada porque hay cola en la puerta de otros tantos como tú que están deseando tener una oportunidad de trabajar 24 horas al días por 0 € prorrateados :/

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