El salto (por Arantxa)

Nuevo capítulo en la vida de mis hijas. Nuevo en la mía, pues. Hemos empezado el colegio y creo que, a pesar de algunos miedos e incertidumbres, me gusta. A mi hija pequeña no. Todos los días se ha quedado en clase con una llantina incontrolable. Ella dice que «es muy pequeña para este colegio». Aún tiene dos años -y nueve meses-, pero definitivamente ya le hemos dicho adiós a la etapa babyhood, a la comodidad de la guardería, donde dejas a tu criatura o criaturas y te olvidas del resto. Hasta de relacionarte con los otros padres, con los que apenas si coincides. Hemos dado el salto, las tres.

La semana de adaptación me ha dejado con la energía por los suelos. Porque la mayor hacía horario completo, (privilegios de ser alumna de 2º de 2º ciclo de Educación Infantil), no así la benjamina, y he tenido que hacer varios viajes al día, para llevarlas y recogerlas. Porque en la tienda donde encargué los libros, allá por el mes de julio a estas alturas todavía les faltaban algunos (aún siendo previsora me ha pillado el toro), y he tenido que dar muchas vueltas para conseguirlos. Tanto es así que he adquirido tres libros en otros tantos establecimientos, y aún me queda pendiente un cuarto. Porque hay que rellenar mil papeles, hacer variopintas gestiones, preparar la mochila del día con el desayuno saludable, como les llaman ahora, y la muda diaria por si hay accidentes del tipo un pis que se escapa, un vaso de agua que se cae y del que no protege el babi, una vomitona inoportuna. Siempre lo es, la maldita vomitona, pero más sin mamá al lado. O sin papá, también hay papás 24 horas y para todo.

En cuanto a mi hija mayor, es una niña independiente e introvertida, y temía que le costara encajar en el grupo. Los niños pueden ser hostiles y crueles. No al modo adulto, por supuesto, pero creo que en la naturaleza de algunos críos y crías hay un germen perverso de rechazo al diferente. Mi hija es distinta, porque es nueva (no La Nueva, con mayúsculas, pues no posee la exclusiva, la comparte con otras dos criaturas), pero está contenta, ya que la han recibido bien. Esto lo se porque me lo ha dicho su maestra y ella misma, y porque todos los días me he escapado a la hora de su recreo para verla, sin ser yo descubierta, para tranquilizarme al divisarla jugando feliz y despreocupada. No me bastaba con que me lo dijera la niña, necesitaba verlo.

Supongo que se nota mucho que soy novata en estas lides. Es un territorio inexplorado, éste del colegio de mis hijas. Hemos cambiado de centro, y por momentos me sentía más desprotegida que una guardería privada, sobre todo tratándose de un colegio público. Pero hemos superado la primera semana, al menos con un aprobado. Mi hija pequeña ha llorado todos los días, es cierto, pero cada mañana con menos bríos que la anterior, o es lo que quiero creer yo. Sospecho que también se nota que, en bastantes ocasiones, hago de papá y mamá, que estoy sola en ciertas empresas, aunque eso lo dejo para otro post, que no se si llegaré a publicar algún día.


11 respuestas a “El salto (por Arantxa)

  1. Yo no tengo niños, pero supongo que es un cambio radical para ellos, pero sobre todo para los papis que ven que sus pequeños ya empiezan a ser mayores. Mi sobrina (la chiquitina que me toca más de cerca) empezó este verano la guardería y se comportó como una campeona, solo unas cuantas lagrimillas de cocodrilo los primeros días…

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  2. Gracias por las opiniones. Esta mañana, por vez primera, la nena no ha llorado, aunque estaba mohína. Pero ya es un paso.
    Ciudadana C, eso más que para un post, da para un blog. Hay quien me ha animado a hacerlo, a lanzarme. Y no lo descarto, pero me cuesta arrancarme.
    Un beso a todas

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  3. Arantxa, mi peque empezó el día 9 (viernes)… La adaptación consistió en ir ese día una hora y media… Ese día no fue llorando porque no tenía claro a donde iba…
    El lunes 12, fue otra cosa, y sin haber salido de casa decía «Al cole, ya no más»… Fue llorando todo el camino… Y le tocó una jornada completa: 9 a 17h, con comedor, siesta y demás..
    El resto de la semana apenas lloró, se quedaba triste y resignada como asumiendo que eso es lo que había…
    La sorpresa vino ayer… Creíamos que tras el fin de semana volverían los problemas pero… cuando se acercaba a su clase, soltó la mano y ella sola fue corriendo… sin despedidas, sin besos, sin mirar atrás…
    A ver qué pasa hoy…

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  4. Aranxta, es que tu peque es muy peque!! Mi peque también ha empezado Infantil este año, pero claro, es del 2 de enero, la mayor de la clase y esas cosas se notan… Nosotros sólo tuvimos un día de adaptación y el resto ya el horario de verano (de 9:15 a 13:15) que se prolongará hasta octubre.
    Yo creo que hay niños que el periodo de adaptación al cole les va bien y otros que no lo necesitan; mi hija, cuando fuimos a por ella el lunes 1 hora después de haberla dejado nos dijo «¿ya está? qué cortito, mañana volvemos?» estaba emocionada con su nuevo cole «de mayores», el cole de su hermana, su uniforme “de señorita”, su profe nueva, esa clase tan grande con una pizarra digital tan molona… en fin, que ella se hubiera quedado hasta las 13:15h sin problema. Pero cada niño es un mundo y también creo que hay otros a los que les va bien ir poco a poco, adaptándose a las nuevas rutinas…

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  5. Buff debe ser tremendo, nena… con dos y con horarios dispares… Yo de momento solo he probado la guardería y como novedad este año ha estado llorando toda la semana pasada -el año pasado se quedaba encantado-.
    lo del período de adaptación me parece un coñazo ¿crees que es realmente necesario?

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  6. Bueno, no se nace sabiendo ser padre ni padre (o padre y madre), pero estás aprendiendo y lo haces con cariño, dedicación, entusiasmo, energía… unas veces e imagino que con cansancio, hartura, estrés o torpeza, otras… pero siempre con ese amor que solo unos padres (ya sabemos que no todos) pueden sentir hacia sus criaturas. Lo intentarás hacer siempre bien, aunque no siempre te salga. Peeeeero, afortunadamente, tendrás tantos momentos para ir rectificándote o reafirmándote en esta gran carrera de fondo, que el día a día son solo éso, pequeños pasitos… que juntos harán de tus peques niñas felices y seguras de si mismas con una mamá que las cuidó 🙂 todo lo BIEN QUE PUDO… Por cierto, lo post más sinceros son siempre los mejores (osea, que fuera miedos… o como tú quieras) Yo estoy dispuesta a saber algo más de ti. Besazos y gracias por tu sinceridad.

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  7. Aqui no hay periodo de adaptacion…ni nada, por suerte los mios casi siempre entran felices..pero es verdad que las primeras semanas se convierten en un caos fisico y emocional
    nada…animo suerte y un beso

    p.d llevaba tiempo sin comentar en tu blog no podia hacerlo pero hoy todo funciona jejej un beso me voy a poner al dia

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  8. Lo del periodo de «desadaptación» es un infierno. Yo lo viví el año pasado y fue caótido, el mio salia llorando porque no se quería ir, no le daba tiempo a terminar de pintar y se mosqueaba. Este año ya somos veteranos y la vuelta al cole no ha sido nada traumática, como la seda.

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