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Foto extraida de http://www.fotolog.com/suit_cherry_pie |
Es dificilísimo apostar por un día que amanece, darle la oportunidad que se merece, pensar que hoy puede ser un gran día. Solo en ocasiones especiales como nuestro cumpleaños, boda, nacimientos cercanos, fin de año, etc, somos capaces de hacernos propósitos y creer firmemente que tenemos una vida por delante para conseguir todo aquello que nos proponemos. Esos son los días en los que el cielo se abre y vemos, a través de las nubes que nos tapaban su visión, un sol brillante y cálido que nos envuelve con sus rayos y nos hace pensar que somos invencibles, que podemos con todo lo que nos echen y que todo aquello que iniciemos saldrá adelante.
En estos difíciles momentos de depresión económica y social, con malas noticias día sí y día también en los medios de comunicación, con esta panda de políticos inútiles y alejados de la realidad, una realidad en la que los ciudadanos estamos pagando con un drástico descenso de dinero y calidad de vida debido a la mala gestión de gobiernos y bancos, el iniciar cada día con una sonrisa o un buen propósito es casi como pedirnos que levantemos un castillos cargando las enormes piedras de una en una. Es que no hay manera de estar contento durante una hora seguida, no hay forma de que todo lo que negativo que rodea ahora mismo el ambiente no te afecte. Pero creo firmemente que hay que intentarlo.
Quiero estar bien a pesar de que hoy me tengo que poner a buscar trabajo todavía con más ahínco porque se me acaba la prestación por desempleo, a pesar de que estoy viendo un día más las ofertas y me están dando ganas de llorar, a pesar de que solo me han llamado para dos entrevistas desde que estoy en paro, a pesar de que las circunstancias personales no sean las más maravillosas del mundo, a pesar de que todos los que me rodean están en la playa o planeando viajes y yo llevo dos años enteros sin viajar, cuando ha sido la pasión de mi vida… Pero todo puede cambiar, hoy va a ser el primer día del resto de mi vida porque yo lo he decidido así, porque hoy voy a mandar los currículums que van a ser leídos y aceptados, porque aunque no me vaya de vacaciones estoy con la persona que quiero un verano más y, ¿qué más da dónde estemos si estamos juntos?, porque no voy a informarme más que lo justo y necesario, porque hoy es hoy y no sé si voy a tener un mañana y quiero exprimir mi presente al máximo…
Me ha encantado… Ánimo con esas entrevistas. A por ellos, que son pocos y cobardes. Un besazo!!
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Perfecto contrapunto para el último post de Arantxa, y que en mi comentario al mismo ya daba un intro al reivindicar la maravillosidad de la vida, de muchas personas y de la Naturaleza.
Animosidad y mucha suerte, Ana, nos quedan muchos «gran días» y no vamos a dejar que nos los destrocen…eso sí, sin sumisión y dispuestos para la lucha.
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Como apunta Chelo, hay que activar un particular generador de buen rollo, más en está situación de crisis gravísima. No se gana dinero, ni se gasta. La tristeza y la amargura actúan como el curare para el corazón. Y sus antónimos alargan la vida, dicen los expertos.
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Claro que si, hoy puede ser un gran día y mañana también!
Lo que nos faltaba, que estos “seres” a los que mencionas se queden con nuestra alegría, con nuestra ilusión, con nuestras ganas de vivir… ni de coña.
Todos podemos buscar nuestro foco de optimismo, nuestro generador de buen rollo, al menos yo sugiero intentarlo, no se gana dinero, pero te sientes mejor contigo mismo y con los tuyos… menos da una piedra.
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De acuerdo en todo, menos en la referencia musical. Creo que la cosa está más para los Sex Pistols o los Clash (o su equivalente español, si lo hay, que hasta en eso somos blandos) que para el Serrat de los últimos tiempos.
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¡¡Bien dicho, Ana!! Nadie tiene derecho a arrebatarnos la capacidad de ser felices. No pueden robarnos la risa, por mucho que se empeñen por mucho que intenten amargarnos la vida… Carpe Diem, amiga, porque tú lo vales y te lo mereces tanto como cualquiera (o incluso un poquito más).
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«Mi vida es mía y no del FMI». Esto tendríamos que utilizarlo en alguna pancarta en la próxima manifestación. Gracias, por recordárnoslo, Ana, porque es cierto que en estos tiempos parece que ya no podemos decidir sobre nada, que todo está mediatizado por factores externos contra los que es imposible luchar. Como decía Benedetti: «Defender la alegría como una trinchera/defenderla del escándalo y la rutina/
de la miseria y los miserables».
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