De un tal Pérez y otros momentos del año (por Arantxa)

Este es mi último post del año. Ha sido algo agridulce, pero tampoco deseo que acabe, porque los cambios me dan miedo. El 2012 ha sido uno de esos años que ratifican mi teoría de las compensaciones: la vida te da y te quita, y por cada cosa amarga hay una dulce.
Vamos con lo que te da, que siempre es más agradable que su contrario: unas hijas que empiezan a volverse  locas con las lacas de uñas, los pintalabios y cuya personalidad se va afianzando. Unas niñas a las que les encanta que me ponga un vestido y taconazos y hasta me aconsejan. Una complicidad entre nosotras que va creciendo y que no había cuando eran bebés. Espero que no la perdamos, porque aunque soy ante todo su madre y no aspiro a convertirme en su amiga, me encanta que me ayuden a elegir zapatos, bolso o un top. Es curioso porque en mi primer embarazo pensaba que mi bebé sería un varón y si ahora tuviera dos chicos no luciríamos minifalda vaquera en verano las tres a juego. A cambio, me dicen, la adolescencia con niñas me traerá otros quebraderos de cabeza y la realidad nos sacará de este mundo  rosa (literal, parece que no haya un color más maravilloso en el universo cromático), pero es algo aún lejano.
Mis hijas ya no son tan pequeñitas, la pequeña acaba de cumplir cuatro. En julio a mi primogénita se le cayeron dos dientes. En realidad se los sacó la dentista, porque los definitivos no tenían hueco para abrirse y había que dejar paso a la savia nueva. Me hizo muy feliz contemplar la cara de mi niña al comprobar que el Ratón Pérez se había llevado sus incisivos inferiores y le había dejado algún obsequio. Además hay que reconocer que el roedor se lo había currado, porque le dejo una carta preciosa. «Me ha escrito, mamá», decía emocionada. Os aseguro que estoy deseando volver a ser Ratona. En mis tiempos el ratón no se lo curraba tanto y por eso quise que fuera algo más que el mero trueque de diente a cambio de moneda de chocolate, que además provoca caries.
Otro momento dulce. Pisar Londres de nuevo. Patearme literalmente la ciudad. Leer con mi ebook (un invento maravilloso que me ha regalado El Desconcierto este año) en un banco en Hyde Park. Fundirme con la ciudad, que es lo que ocurre cuando viajas a un lugar a visitar a alguien que vive y trabaja allí, aunque sea de forma temporal. Quedábamos en Covent Garden o debajo de la estatua de Nelson, cuando él salía de sus quehaceres, como quien se cita en el km 0 en plena Puerta del Sol. Perder el miedo a hacer turismo sola. Deleitarme con la pintura, porque me chifla, y hay unos cuantos museos pictóricos en la ciudad del Támesis que he visitado uno por uno. Y comprobar que aunque la cocina inglesa es desastrosa, la cultura del pub es deliciosa y lo compensa con creces.
Y mi momento «15 minutos de gloria», esos que nos auspiciaba Warhol, cuando abro la revista Elle de septiembre y encuentro una carta firmada por mi como la ganadora del mes, un texto que escribí una calurosa noche de julio. Es cierto que tener el premio en mis manos resultó más complicado de lo que preveía pero al fin lo recibí: un lote de cremas de una marca que no puedo permitirme con mi sueldo, pero hasta que se acaben las disfrutaré.
Si agito la coctelera 2012 y sumo tener salud, fortaleza, familia, pocas amigas pero buenas (una de ellas recién recuperada y unas mamis del cole de mis hijas con las que se van tejiendo unos lazos estrechos), parece un año festivo y también ha tenido su cara B. Algún descubrimiento doloroso, algunas heridas, bien lo sabe El Desconcierto, que soporta mis bajones y me ayuda a no desesperar. Él ha tenido este año su merecido momento post.
A los lectores, espero que el 2013 os sigáis asomando por aquí. Que la vida os sonría y cuando no lo haga, porque es la parte del juego inevitable, tratéis de sonreírle vosotros a ella o al menos de no rendiros ante la adversidad. Feliz Navidad a todos y un beso.


23 respuestas a “De un tal Pérez y otros momentos del año (por Arantxa)

  1. Es verdad que lo de la carta es para siempre y único. Cuando vuelva a salir la Ratona escritora ya no tendrá el mismo componente de sorpresa y cuando le toque a su hermana tampoco.
    He tenido positivas y negativas, pero la memoria es selectiva. Las malas, salvo que sean gravísimas o decisivas, las arrincono. Un beso.

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  2. Pensaba que lo había soñado… pero ya si te ha pasado a ti ya es que es mucha casualidad: a mí también me ha desaparecido mi comentario del primer día (mucho más inspirado que este último, por cierto)

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  3. Jo, Arantxa, te comenté el primer día que escribiste y ahora veo que no se publicó el comentario… En fin, cosas de la tecnología…
    Te decía que me ha encantado lo de la carta, es muy tierno y seguro que tu hija lo recuerda para siempre…
    Y en cuanto al balance del año, me alegro que hayas tenido tantas cosas positivas… Yo, si me pongo a ello, y a pesar de todo, te puedo asegurar que también me sale a favor… ¿será porque nuestras mentes prefieren guardar lo bueno y borrar lo malo? Si es así, bienvenida sea esa selección natural…

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  4. Ay, gracias CC por tus palabras!!! Qué ilusión más grande me hace todo lo que dices!!! Un saludo y feliz 2013, que el Nuevo Año te traiga lo mejor y nos mantenga comunicadas de blog a blog…

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  5. Me ha gustado tu post Arantxa, es bueno hacer balance y valorar lo bueno y ser conscientes de lo malo. En mi año también he tenido de todo, me quedo con lo bueno y a tirar para adelante… como los de Alicante ;-P
    Besos!

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  6. Lo dulce compensa lo amargo y así transcurre la vida. La memoria es selectiva y prefiere quedarse con lo bueno porque alarga la existencia, al hacerla más placentera y plena.
    Lo de Elle me hizo ilusión porque de verdad que escribí sin más, no sabía ni que podía ganar algo, pero di más vueltas que un tiovivo para conseguir mi regalo. Hasta que me vuelva a tocar algo pasará tiempo, seguro. Un beso.

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  7. En mis tiempos el ratón era escueto, conciso, iba al grano, mejor dicho al diente. Pero a mi hija le hizo más ilusión la carta que el resto o sea que ya puedes imaginar como se sintió la ratona… Un beso y feliz 2013.

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  8. Los resúmenes se dejan fuera muchas cosas, Ciudadana, y un post no puede ser eterno, pero son momentos que tengo grabados en la retina. Y otros muchos, claro, pero algunos no pueden hacerse públicos.
    Si te atraemos más que la fuerza de gravedad de la Tierra es que esto es una historia de amor bloggero intensa. Que emoción leerte. Muchas gracias.
    Que tengas un 2013 lleno de cosas buenas.

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  9. Esta imperfecta agradece emocionada tus palabras 🙂 Espero que el 2013 sea un año estupendo para ti también, CC y que sigas cojeando con tanta destreza como lo haces ¡un besazo!

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  10. Desde hace mucho tiempo no recuerdo años que no sean 'agridulces'. Todos tienen sus pros y sus contras, sus momentos dulces y otros más agrios.. y al final, son los buenos ratos los que más se recuerdan.

    Un gran balance de año, Arantxa… En general, creo que la vida te sonríe más que te frunce el ceño ¡¡Y no sabía que habías publicado en Elle!! Qué bueno 🙂

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  11. Mmmm, un año resumido tan hábilmente.
    Me encandiláis imperfectas y me atraéis más que la propia fuerza de la atracción de la Tierra 😉
    Gracias por ser de los pocos blogs que sigo que aún existís :S y por innovar, manteneros despiertas y a la última.
    Os deseo un 2013 prolífero y lleno de inspiración.

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  12. Me encantó la carta del ratón o ratona, ya sabes que te tomo prestada la idea para cuando me haga falta y seguro que más gente lo hace, ji, ji. Y conseguiste que fuera a comprar Elle y mira que la revista no me encanta. Un beso y Feliz Año. Claudia.

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  13. Arantxa, prometo seguir asomándome por aquí. Formáis un póker de im-perfecciones que me atrae, cada una con su faceta imperfecta particular 🙂 Un beso para Ana, Chelo, Isa y para ti, claro y que este año sea mejor que el que termina (lo tiene fácil…)

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  14. Muy emotivo tu post, me ha encantado, todos me gustan pero este, lo ha hecho aún más. Me reconozco en él y quiero decirte que me encanta ser parte de tu vida 😉 espero que durante mucho tiempo. Un beso enorme.

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