Los depredadores de moral (por Chelo)

Recuperando las buenas costumbres me arranco hoy con una lista. Esta vez la cosa va de gente chunga. Esa gente con la que todos nos tropezamos con más frecuencia de la que nos gustaría. Hay gente que hace de sus defectos su bandera de comportamiento y ya sólo de verlos aparecer te apartas o te das la vueltas, porque sabes que si te los cruzas algo malo te va a pasar. Los hay que se les ve venir a distancia y esos, dentro de su peligrosidad, tiene un pase, como son predecibles puedes prepararte para lo que viene. Pero hay otros que no, hay otros que siempre consiguen crisparte y sacar lo peor de ti porque consiguen salirse con la suya siempre o casi siempre.

Los «despachadores de marrones con estilo». Si, con estilo. Porque los otros es más difícil que te la cuelen ya llegados a una edad. Pero esta gente que con su sonrisa Profidén se te acercan, te engatusan y acabas haciendo algo que no te corresponde o que en el fondo no quieres hacer. Esta gente me pone enferma y me siento bastante imbécil cada vez que me la cuelan.


Los «vende motos». Aquí no me refiero tanto a «vendedores» al uso sino más a bien a los que venden «ideas» «líneas de pensamiento» o incluso «estilos de vida». Esa gente que te quiere hacer creer que la forma en la que haces las cosas o gestionas tu vida es muy mejorable y que si lo hicieras como ellos todo te iría mejor. Es más,  ellos saben incluso mejor que tu que serías más feliz viviendo en tal o cual área de la ciudad en lugar de donde vives. Grrgrggrgrg, no puedo con esta gente.


Los «yo soy el centro del universo». Porque yo, yo, yo yo yo… Siempre hablan de sí mismos. Cualquier cosas que cuentes les ha pasado a ellos antes o a su primo el de Cuenca, pero siempre, siempre en mayor grado o peor desgracia o más caro o mejor o más grande o más pequeño… da igual, la cuestión es quedar por delante y dejar constancia de que saben más que tú o que tiene más experiencia. Y la cuña publicitaria que no falte. A esta gente le encanta destacar todo lo bueno con lo que les ha dotado la naturaleza, física e intelectualmente hablando. Qué cansinos…

En esta lista podemos englobar también a los «zombies«. A estos ya los describí aquí.

Todos estos podrían englobarse en una categoría más amplia a la que llaman por ahí «gente tóxica«.

Nada más por hoy, feliz jueves!


5 respuestas a “Los depredadores de moral (por Chelo)

  1. Muy bueno, Chelo… Todos tenemos a gente así a nuestro alrededor. Últimamente huyo también de los integrantes de una categoría que yo llamo los liantes, que también tienen algo de despacha marrones y vende motos… No sabes muy bien cómo lo hacen pero siempre se las apañan para envolvente en sus enredos, que a veces no proporcionan beneficio ni para el propio enredador…
    También me sublevan los llorones, no porque sean de lágrima fácil como yo, que me emociono hasta con los telefilmes de después de comer, si no porque son de este tipo de gente que se quejan por todo y a menudo hacen tanto ruido que consiguen aparentar que son los que más sufren del planeta, aunque los que los suframos seamos los demás…

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  2. Interesante reflexión, Chelo. Yo añadiría a tus depredadores de moral «los que lo consiguen todo más barato que tú», algo parecido a los «puesyomasistas» que cita Mi Álter Ego. Insoporteibols estos seres pluscuamperfectos, oye.

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  3. Los despachadores de marrones me matan. En mi curro hay unos cuantos y, como soy tonta, no soy capaz de decir esta boca es mía, así que blasfemo en arameo pero para mis adentros. Jajaja.

    A los del centro del universo yo los llamos «puesyomasistas». Porque todo es «pues yo más». Jajaja. Besotes!!!

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  4. No puedo, no puedo con esta gente, de verdad, es que me sacan de mis casillas, me ponen de los nervios, consiguen cambiarme el humor… Yo, como ya te decía en tu post de los zombies, los llamo chupaenergías, gente que te dejan agotada y de mal humor, molesta contigo misma por haberles seguido el juego y más molesta todavía, en el caso de los despachadores de marrones, si has accedido a sus deseos… Debe ser la edad, las circunstancias o qué se yo, pero desde hace bastante tiempo decidí que no estaba yo para estas cosas, que la vida es muy corta y no hay que aguantar a nadie que no te apetezca aguantar, así que cuando aparece uno de estos, a la primera de cambio le despacho de la mejor manera posible. Y si no puedo (jefe, familia, etc…) hago lo que Arantxa, me aislo en mi burbuja y desconecto desde que empiezan a hablar hasta que acaban

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  5. Horribles los vende motos. Jamás le organizó la vida a nadie y no me gusta que me den consejos si no los pido. Y de los egomaníacos paso bastante, desconecto mentalmente de ellos con bastante facilidad.
    Hoy por hoy, el tipo menos insoportable, para mi, es el o la despachador de marrones. No sé dentro de un tiempo.

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