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Mi primera mochila, ¡chispas! |
Hace cinco años por estas fechas me despedí de mi primera mochila con gran dolor de mi corazón. Luego ha habido otras, más cómodas, versátiles y sofisticadas… pero amigos, la primera siempre ocupará un lugar privilegiado en mi memoria.
Ya sabéis, porque os lo he contado otras veces, que viajar es de una de las actividades que más feliz me hacen, que me desestresa como pocas, me abre la mente, me libera de prejuicios y ataduras a convencionalismos sociales zafios, me reconcilia con la vida, la naturaleza y el mundo, me hace recuperar el orden correcto de las prioridades vitales… en una frase: me hace feliz.
Lo de la mochila no es solo una forma de viajar, es una forma de relación con el planeta -aunque sea solo durante el tiempo que dura el viaje- te hace sentirte como una tortuga que va con su casa a cuestas, con lo básico, con lo indispensable, como decía ese gran filósofo que es el oso Baloo:
«…and don’t spend your time lookin’ around,
for something you want that can’t be found
When you find out you can live without it
and go along not thinkin’ about it
I’ll tell you something true:
the bare necessities of life will come to you»
Os dejo mi homenaje de entonces ahora que estoy de vacaciones, de las de maleta de ruedas, echando muchísimo de menos mi vida mochilera…
Seguro 😉 aunque no renunció a retomar el mochilerismo en cunato surja una oportunidad…
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Claaaaro 😉 ¡yo llevaré mi mochila nueva!
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Es que es normal que la eches de menos, te has recorrido medio mundo, guapita… Fuera bromas, yo lo entiendo… No echo tanto de menos un objeto como lo que es el hecho de viajar… Por circunstancias ajenas a mi voluntad (que diría el metro de Madrid ante una avería) no viajo ni una milésima parte de lo que lo hacia… Yo no soy de mochila y nunca lo he sido, a mí comodidades, camitas blanditas y comida en el momento oportuno, pero sí que me encanta coger un avión y perderme en algún lugar lejano… Lo necesito y lo extraño… ¿Nos planeamos alguna escapada? 😉
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Seguro que la maleta de ruedas de ahora también te da juego, pero como tu mochila mochilera no habrá otra, menudos viajes que pegaste con ella maja 🙂
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Pues sí, guapa, hay objetos qur se convierten en símbolos de una parte de tu vida. Como es el caso 😉 ¡otro besote!
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Hay objetos a los que le cogemos un cariño increíble. Sobre todo si han vivido con nosotros tantas aventuras… Un besote!!!
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