No sé a vosotros, pero a mí la Navidad me produce sentimientos encontrados. Por un lado estoy deseando que llegue ya que siempre tengo días de vacaciones que guardo para esas fechas. Son días en los que, al contrario que durante el asueto veraniego y salvo algún fugaz viaje familiar, intento pasarlos en Madrid, dedicando tiempo a las cosas que más me gustan, organizando encuentros en casa con gente muy escogida. También disfruto de los típicos planes familiares como visitar mercadillos navideños, ir al teatro todos juntos o simplemente pasarme toda la tarde en mi cocina con las masas de mis Roscones haciendo pruebas para que el día de Reyes nos tomemos un buen dulce navideño. Esta parte bien, me apetece bastante.
Pero luego está la otra parte, la de las comidas/cenas de navidad forzadas por la ocasión, los décimos de Navidad de compromiso, los regalos sin sentido, poner el árbol, quitar el árbol, visitas obligadas, llamadas falsas, los mensajes ñoños sin valor alguno, las carreras por la cita bíblica más original (si es que esto es posible), pensar en qué regalar, pensar en qué pedir…
Pero ¿quién quiere ser el Grinch de la Navidad? Al final, quieras o no, pasamos por todo esto y más. Algunos incluso con gusto y disfrute (les envidio), otros porque en nuestra condición de seres sociales no nos queda más remedio que adaptarnos. Y un año más las navidades se acercan y hay que planificar, poner buena cara y sentarte en la comida de Navidad de empresa a reír las gracias a los de siempre. Allí estaremos (compañeros, si leéis esto, tomároslo como un recurso literario, vosotros sí que sois graciosos de verdad, pero me han contado que en otras empresas no pasa igual).
A raíz de todo esto, hace unos años, mi socia y yo montamos una página en Facebook con la que nos reímos bastante y si no nos sigues no sabes lo que te pierdes: Mensajes Navideños que producen Diabetes, allí te esperamos y… Felices Fiestas!
ACTUALIZACIÓN 2019: Abrimos página en Instagram, que hay que modernizarse: https://instagram.com/mensajesnavidenos
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Relacionado
Pues lo del Roscón lo tienes fácill querida… 🙂
Me gustaMe gusta
Yo quiero ser el Grinch!!! De hecho lo soy desde hace años… ODIOOOOOO las Navidades!! Solo me mola Reyes por el rollo egoista de los regalos, jajajaja… Lo único que me alegra estas fechas es vuestra página 😉 El Roscón, como yo no soy de las asiduas, todavía estoy por probarlo 😦 …
Me gustaMe gusta
A mi el tema de las vacaciones también me mola, sea navidad, verano o semana santa 🙂
Yo los compromisos sociales también los voy controlando, lo que es la edad 🙂
Me gustaMe gusta
jajaja, que pena acabar materializandolo todo, que sociedad!
Te esperamos!
Me gustaMe gusta
Me gustan por un montón de razones. La más frívola es que siempre tengo vacaciones. Lo que me irrita bastante es el consumismo sin fin y en cuanto la parte de los compromisos sociales la verdad es que la tengo bastante reducida.
Me gustaMe gusta
Os sigo desde ya. Las navidades cada año me dan más repelús. Jajajaja. Besotes!!!
Me gustaMe gusta
Lo largo cansa, si, menos las vacaciones.
A ver qué tal el Roscón de este año!!
Me gustaMe gusta
Me gustan las navidades, pero me niego a pensar en ellas hasta al menos la segunda mitad de diciembre.
Me encanta la página 😉 soy casi tan fan como de tus roscones.
Me gustaMe gusta