¿Por qué odiáis a los niños? (por Vega)

image2La primera vez que oí hablar de la paidofobia, el odio a los niños, pensé que se trataba de la clásica alerta del telediario de las 9, es decir, exagerada y efímera, pero me equivocaba. La padezco por mis hijas desde incluso ya el embarazo, esa fase de profunda soledad en la que constatas que a tus conciudadanos se la suda si tu bombo y tú os desplomáis por ir de pie en transporte público.

Recién nacida la niña, el dueño de un restaurante que frecuentábamos en malasaña torció el gesto cuando quise reservar para dos más un carrito. De repente todo eran pegas. No fue un caso aislado, hay más lugares donde la reacción nos disuadía, pero me fastidió porque a ese íbamos bastante.

Ahora aquel bebé es una niña de cuatro años que va por la vida pidiendo merluza o cordero. Es un tanto absurdo, lo sé, pero me proporciona cierta sensación de justicia creer que castigo a ese hostelero con nuestra ausencia. Si para cuando ella crezca ese sitio no ha quebrado, le haré saber que allí fue persona non grata para que no vaya jamás.

Esa pequeña venganza, sin embargo, no  me llega cuando se trata del paidófobo común, una persona lo bastante descarada para hacerte notar su desprecio y lo bastante cobarde como para no hablarte de ello. Es ese que sigue mascando cacahuetes mientras yo me peleo con el carrito para abrir la puerta del bar. Es esa que te mira mal en la cola del supermercado porque tu hija va llorando y no tienes manos para ella. Es ese que te fríe con el claxon (o hace amago de atropellarte) cuando estás con la puerta del coche abierta abrochándo a la niña el cinturón. Son Esa Gente que te trata como si tuvieras que pedir perdón por haber traído hijos al mundo.

Lo de menos es que haya quien quiera restaurantes sin niños, aviones sin niños, hoteles solo para adultos. Esa necesidad de aislarse de ellos merece estudio aparte. Para mi lo duro es cuando en espacios no restringidos notas si no desprecio, esa absoluta falta de empatía que te lleva a preguntarte cuándo las madres con niños pequeños pasamos de ser autoridad social a unas auténticas parias. ¿Esto ha sido siempre así o es una moda? ¿Y cuándo nos olvidamos de lo que fuimos? ¿En qué momento perdimos el norte?

Vega se define a sí misma así: “Soy periodista y escribo sobre derechos humanos y asuntos sociales para la Agencia Europa Press. Soy madre de dos niñas y orgullosa im-perfecta desde mayo de 1981, aunque lo descubrí mucho más tarde, claro”.


4 respuestas a “¿Por qué odiáis a los niños? (por Vega)

  1. Comparto la opinión de Cristina al 100%. Y estoy también muy de acuerdo con Vega en que hay mucho tonto suelto postureando que los niños, así, en general, son el mal. Yo no se si es la edad o qué, pero es que me afecta cero este tema, cero. Mis hijas ya son más mayores y no me pasa, pero cuando me pasaba y consideraba injusta una mirada o una reacción, devolvía la jugada con mi mirada asesina, esa que los que me conocen saben que da miedito. Seguramente les daba igual, pero te aseguro que no seguían el juego, es una mirada muy trabajada a lo largo de los años 🙂

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  2. Entiendo (y comparto) La intolerancia a los niños y padres maleducados, pero creo que se nos ha ido de las manos eso de pagar justos por pecadores.

    Estoy de acuerdo Isa. Además hay mucho, muchísimo postureo con el tema anti niños y anti maternidad. De repente ser Scrooge mola. Y no lo entiendo.

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  3. Mi conclusión es que cada vez hay más gente idiota que se enorgullece de serlo… Siempre ha habido intolerantes y rancios, pero antes no sacaban pecho de su tara. Ahora sí. Y le ponen nombre a su idiocia. Y hacen apología de ello en las redes sociales y en los medios. Porque, amiga, estamos en la época de la postverdad donde puede encontrar artículos y pseudo informaciones que justifique cualquier cosa por aberrante que sea. Hasta el odio a los niños.

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  4. Yo soy madre, siempre he llevado a mi hijo a todos los lados y me parece normal que haya niños en todos los ambientes. Reconozco no obstante que hay niños muy muy maleducados, o simplemente muy pequeños, y padres a los que se la sopla que la líen parda. Yo, siendo madre, no lo aguanto la verdad. Cuando mi hijo lloraba en algún sitio me levantaba y me iba al instante. No creo que haya que soportar niños y sobre todo padres sin educación alguna en nuestro tiempo de ocio en lugares donde vale una pasta estar. Qué diferencia cuando existe la educación.

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