
La verdad es que no acabo de cogerle el punto a este principio de siglo que me ha tocado vivir… Se supone que estamos más formados que nunca y que somos depositarios de derechos inalienables por los que han luchado generaciones de antecesores. Pero es todo una falacia. Una gran mentira.
De un tiempo a esta parte, se percibe el azote censor por todos lados y de donde menos lo esperas. Me llama especialmente la atención que esto pase justo ahora, que con el auge de las redes sociales hay más voces que nunca… Siempre había creído (ilusa de mí) que una revolución tan intensa que supone la «democratización» de la información sería positiva. Pero parece ser que no. Qué fastidio. Pensaba que la gente progresista, concienciada social y medioambientalmente defenderían la libertad. Y ya estoy viendo que no… Que en tos laos cuecen habas, y que los que van de progres son tan censores como los de siempre.
Ahora resulta que los desnudos femeninos son machistas. Un culo debajo de un libro pegado a una espalda simulando unas alas ha levantado polvareda. Se trata del cartel de la feria del libro de Zamora… Y no ha gustado a un sector «progresista» de la sociedad, al que no le gusta que haya fotos de culos, pero no tienen reparos en mostrar las tetas en cualquier manifestación pública… Ay, si los renacentistas levantasen la cabeza… Lo mismo les sacudían un guantazo por inapropiados y cosificadores.
Me toca enormemente los ovarios toda la hipocresía en torno a la belleza femenina o a los desnudos que parece que chocan con la defensa de la libertad de la mujer. ¿Qué pasa? ¿que para ser feminista hay que ir con burka (salvo si estás en Femen, claro)? Qué hartura de mujeres diciéndole a otras mujeres como deben vestir o comportarse y que deben decir o pensar para ser «puras y verdaderas».
Me topo en las redes con estas fotos de Marilyn en el Cultura Inquieta, hechas en 1949 en las que sale con pose sexy, coqueta, insinuante y mostrando trocitos de su exuberante anatomía y confirmo con desagrado como hay algunas reprochándole su actitud ofrecida, penalizando su propia cosificación y acusándola de perpetuar los roles de género. Qué coñazo, de verdad.
Voy a ser soez: meteros vuestra doctrina por el coño, ese del que tanto os gusta hablar pero no queréis que se enseñe.
Es el puritanismo de siempre, chicas. El que no puedan dejar de «prohibir» y «dictar» es puro neurotismo. Parecen modernas pero son antiguas. Saludos.
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Totalmente. Es más, yo diría que se creen modernas… y no pueden serlo menos 😉
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Hace unas semanas leí este post tan divertido en Locas del Coño de una colaboradora que relataba cómo se había tenido que enfrentar a una «feminista de carnet» que le reprochaba que fuera pintada y con tacones, porque era una imposición heteropatriarcal. Os recomiendo la lectura: http://www.locarconio.com/2017/03/autoridad-feminista/
Parece que la naturaleza humana es así: enseguida nos sale el ramalazo autoritario y las ganas de sentar cátedra por todo. Todos pecamos de eso, pero estaría bien que comenzáramos a hacer un ejercicio de autorreflexión antes de rebuznar. En este caso particular del cartel, me parece una fotografía artística y muy bonita, la verdad. Creo que en los matices está la clave: si la modelo hubiera salido con un libro abierto entre las tetas, pues le vería otro significado muy distinto. Todos sabemos qué es publicidad sexista, porque desgraciadamente sigue siendo habitual, pero meter en el mismo saco un desnudo artístico, pues no lo veo. O como dices tú: ¿tendríamos que censurar entonces el modus operandi de Femen o cómo va la cosa?
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Me ha encantado el post de Locas del Coño. Lo del plátano es de traca. Las mamadas son machistas… y punto. Es reconfortante saber que hay feministas que denuncian este tipo de actitudes paternalistas y doctrinarias… porque lo cierto es que últimamente tengo la sensación de que el autoritarismo victimista está tomando las riendas del feminismo. Y me da mucha pena.
El mismo Alberto Garzón que siempre me ha parecido un tipo razonable salió diciendo que el cartel de la feria del libro de Zamora era machista. No me jodas, hombre… censuremos los culos. Me veo sin poder hacer nudismo en la playa a no ser que vaya sin depilar como un oso.
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Yo también estoy asqueada, parece que ya nadie hace nada bien, siempre hay un «pero» para buscar el hueco del linchamiento. Criticas vacias que si las hicieran en una conversación cara a cara les duraban medio telediario. Me da pereza discutir virtualmente, mucha pereza y me cansa infinito estar leyendo sandeces como las que comentas cada día, cada día surge algo o alguien a quien criticar. Involución total.
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No me extraña que te de pereza discutir en las redes… es un coñazo brutal debatir con gente dispuesta a acosarte y a insultarte sin escuchar ni ofrecer el más mínimo argumento.
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Es que para mí la cosificación empieza cuando te obligan a pasar por un cierto aro para conseguir un objetivo. Si haces las cosas porque te da la gana y enseñas lo que te da la gana no es cosificación, es libertad. Esa de la que tanto se habla pero que tanto coartan. Besotes!!!
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Así es, querida, no puede ser más sencillo de lo que tú lo has explicado. Hay gente emperrada en cercenar la libertad del otro cuando no es para hacer lo que a ellos les parece oportuno.
Gracias por comentar! un besazo!!
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