Aversión al riesgo (por Chelo)

Últimamente he pensado mucho sobre este tema, siempre he sido bastante cauta, no es que todo lo haga sobre seguro, pero no soy nada alocada a la hora de tomar decisiones. Me gusta pensar las cosas, valorar pros y contras… pero reconozco que a veces, por pensar demasiado algo o por no querer arriesgar, he perdido oportunidades, sobre todo en el ámbito del trabajo. Creo que con la edad me he vuelto menos adversa al riesgo.

Cuando te pones a leer un poco del tema de la aversión al riesgo, uno de los ejemplos que más te encuentras es el de la moneda. Si te ofrecen jugar a tirar una moneda al aire y si sale cara te dan 150€ pero si sale cruz tú tienes que dar 100€ la mayoría de la gente prefiere no arriesgar. Dudo que yo aceptara este reto. Prefiero no perder a ganar. En cambio, sí compro lotería de Navidad. ¿Por qué? Porque el posible premio es mucho mayor que la pérdida, a pesar de que las probabilidades de ganar son infinitamente menores. Aquí también cuentan factores sociales, como pensar que les puede tocar a tus compañeros de trabajo y a ti no y cosas por el estilo.

Creo que mucha de la gente con éxito profesional real juega en la modalidad de baja aversión al riesgo, ti tienes curiosidad por el tema, mira este vídeo, te hará pensar:

Arriesgando en pequeñas decisiones del día, a la larga, las posibilidad de obtener beneficios se multiplican. Obviamente no siempre es así, pero la cuestión es si afrontamos nuestra vida como un viaje sobre seguro o si decidimos dejar el miedo a un lado y aceptar pequeñas perdidas por un beneficio mayor.

Que el miedo a perder, no te impida ganar. ¡Feliz semana!


7 respuestas a “Aversión al riesgo (por Chelo)

  1. Una cierta dosis de riesgo nunca está de más, porque nos obliga a salir del caparazón y a abrirnos a experiencias que no habríamos tenido de no apostar. Dicho esto, yo también soy mucho de darle vueltas a la hormigonera, pensar los pros, los contras, los «y si…». En general, cuando me he atrevido a afrontar grandes cambios, he ganado unas cosas, pero también he perdido otras. No hay una decisión enteramente correcta, me temo.

    Le gusta a 1 persona

    1. Cierto, cada situación tiene su punto, para mi si el riesgo es alto o las consecuencias «gordas» prefiero pensarme bien el movimiento. Otro tema es el día a día, decisiones tontas que se posponen… ahí si me he hecho el firme propósito de enfretarme a mi aversión al riesgo 🙂

      Me gusta

  2. Muy interesante. En mi balanza vital el riesgo de perder pesa mucho más que el de ganar, por eso no soy una persona que tome decisiones arriesgadas. No me tiro a la piscina a no ser que sepa a ciencia cierta que no solo hay agua si no que está templada (o que me estén empujando y no me quede otra).

    Le gusta a 1 persona

    1. Últimamente me ha dado por leer sobre la teoría de juegos, el dilema del prisionero, la aversión al riesgo, el problema de Monty Hall… todo ello aplicado a la psicología en el trabajo. Apasionante. Creo que muchos triunfadores mediocres han escalado en sus carreras gracias a un buen uso del riesgo. También creo que hay muchas personas brillantes acomodadas en su zona de confort por no arriesgar y no creo que sea malo, es lo que es, no todo el mundo quiere ser Leo Margets 😊

      Me gusta

      1. De acuerdo contigo en que a mucha gente mediocre le va bien porque se atreve a hacer ciertos movimientos, no tanto por su talento. Y también en que no arriesgar no tiene nada de malo, si eres feliz con lo que ya tienes.

        Le gusta a 1 persona

Deja un comentario