Recientemente he oído de esta teoría y no sólo la confirmo y me identifico con ella si no que me confieso una damnificada por la misma.
Por empezar por el principio trataré de definir la llamada “Teoría del Pelm” o “Pelm theory” por su origen en un angloparlante de cuyo nombre no es que no quiera acordarme, simplemente es que nunca lo supe. Esta teoría poco conocida trata de definir que todos tenemos un “pelm” . En cristiano un “pelm” es lo que viene siendo un tema de conversación recurrente. Este buen hombre dice que toda persona tiene una materia de charla que intenta sacar en todas y cada una de las conversaciones a las que tiene acceso y lo peor de todo es que no lo hace conscientemente. Cuando me contaron semejante memez pensé justo eso que tú estás pensando ahora: qué chorrada! Pero luego y tras observarme a mi misma y a mis compañeros de parloteo durante varias comidas y cenas sociales llegué a la triste conclusión de que incluso yo tengo un “pelm”. Después de darle algunas vueltas al tema he definido varios sub-tipos:
– El pelm-sabelotodo: este individuo, generalmente hombre, no es que tenga un pelm, es que los tiene todos. Es capaz de hablar de lo que sea, siempre sabe más que nadie, más, mejor y más grande (será una frustración?). Cansino.
– El pelm-hipnotizador: tras llevar la conversación a su terreno consigue que el resto de gente quede hechizada con su tertulia, si piensas que el tema a priori es poco interesante, espera a hablar con él, te verás a ti misma buscando información extra en Google. Mágico.
– El pelm al cuadrado: con este mejor no toparte, cuando te engancha es imposible salir de sus garras, aunque bosteces, mires insistentemente el reloj, hagas el baile de mestoymeando, le da igual, pone el automático, tira para adelante y no para jamás, te vas y sigue hablando. Insufrible.
– El pelm-ligón: intenta hablarte de un tema que piensa que a ti te interesa, va de jardín en jardín a la búsqueda de ese tema de conversación que unirá vuestras vidas para siempre, pero no suele acertar y acaba pereciendo un pedante con baja autoestima. Lamentable.
Por si a estas alturas no sabéis todavía de donde viene lo de “pelm”, os diré que este filósofo angloparlante sabía castellano y quedó fascinado con la palabra “pelmazo”, ahí queda eso.
Ah! Os preguntaréis cual es mi pelm, creo que no tengo uno fijo, en estos momentos, puede que mis hijas, pero yo soy del subtipo pelm-de conveniencia, muy social y con poca personalidad 🙂
¿Y el tuyo? ¿Cuál es tu “pelm”?
Hola Anónimo,
Qué interesante hablar sobre las empleadas domésticas… me dejas de piedra
un saludo!
Me gustaMe gusta
En mi pais el tema d algunos es el pesimo presidente que es correa , aunque el pais esta mejor que nunca, o las señoras que se reunen a jugar naipes ,hablar sobre sus empleadas domesticas , horror puedo congerlarme del aburrimiento!
Me gustaMe gusta
Más vale tarde que nunca ,y aunque casi con un año de retraso comento: Pues yo tengo un pelm y es Mi Hijo mayor…lo confieso y de verdad de la buena que prometo que en breve dejará de serlo(ojalá). Un beso y gracias por hacerme ver que no soy un bicho raro…
Me gustaMe gusta
pero que pelmazo sois 😉
jjjjj
Me gustaMe gusta
ta bien confieso mi «pelm». Soy alma gemela en cuestion de «pelm» a Isa
Me gustaMe gusta
Mientras te leia Chelo, he dicho ¡¡¡¡¡siiiiiii, es verdad!!!!!! (en público y me han mirado)
Yo también tengo unos cuantos, pero creo que por hoy ya se han reido de mi bastante je je
Me gustaMe gusta
ese sería pues el «pelm-camaleón»…
Me gustaMe gusta
No me voy a delatar, pero creo que yo también tengo un pelm…o unos cuantos, ahora que lo pienso. Me parece que soy un poco camaleónica en este tema y yo tengo un pelm según el público que tenga enfrente…a lo mejor me lo tengo que hacer mirar…
Me gustaMe gusta
Por circusntancias que no vienen al caso, en este momento tengo un pelm que espero deje de serlo… en no mucho tiempo. Y lo peor es que me llega a resultar cansino, agotador y soporífero hasta a mi misma. Pero me temo que seguirá siendo mi pelm durante un buen tiempo. Que pelmazo!!
Me gustaMe gusta
jajajajaja
muy bueno!!
yo tengo un tema que invariablemente acabo sacando en todas las conversaciones, sea cual sea el contexto: la degradación de la educación… sé que suena pedante, pero juro que no lo hago a propósito! es absolutamente inconsciente.
Me gustaMe gusta
Es verdad, generalmente la baja de maternidad nos absorbe el cerebro, quedamos abducidas por los pañales, la lactancia y demás menesteres característicos de ese periodo, sería lo que podemos denominar un «pelm-temporal»… ja ja ja, termina pasandose (en la mayoría de los casos, claro)
Me gustaMe gusta
Está claro que te gustan las clasificaciones, jeje!¿Es una teoría real??
Las mamás también podemos ser un poquillo «pelm» sobre todo cuando estamos de baja maternal. Acabas hablando exclusivamente de tu retoño, de teta, biberones, pañales, tiendas de ropa de niño, etc. La compañía exclusiva de un bebé muchas horas (que mucho tema de conversación no tiene al principio, la verdad) y las hormonas que parecen borrar todo tu pasado…contribuyen a que parezcamos monotema….Una vez un compañero de trabajo me dijo que las mujeres éramos con nuestras conversaciones sobre embarazos, partos y vidas de bebés, lo que los hombres son con sus batallitas de la mili (cuando se hacía claro)!!
Un saludo
Amalia
Me gustaMe gusta