Mi "extraña" pareja del metro (por Arantxa)

El metro de Madrid por si solo daría para escribir decenas de blogs, infinitos libros o una enciclopedia. Sobre la gente que en el viaja. Y sobre las relaciones de pareja , se me ocurre ahora. El otro día vi algo sorprendente, o a mi me lo resultó. Quizás porque estoy plagada de prejuicios. Sin duda por eso, lo reconozco.
En un asiento un chico moreno, atractivo, bien parecido, que diría mi padre. Al lado una mujer obesa. No era rellenita, ni gorda, era una chica obesa, o así la catalogaría un médico en función de su IMC, probablemente muy elevado, muy por encima de lo saludable. Él llevaba cogida su mano con fuerza como si se le fuera a escapar. Ella parecía contenta.
A mi me chocó la pareja, me produjo extrañeza, como me ocurre cuando veo a una mujer con un hombre si la diferencia de altura es notoria a favor de ella. O como me sucede si el varón es atractivo y la mujer no precisamente guapa. (Matizo: si a mis ojos no es guapa. Porque esa apreciación es tan subjetiva y tan fácilmente rebatible…).
Vuelvo a mi pareja del metro. Me los imaginaba en distintas situaciones, y una de ellas, como no en la intimidad. Pensé como podrían hacer el amor. Se me antojaba difícil, sobre todo para él. Incómodo tal vez. No estaba muy lúcida a esas horas. Las siete y media no es el momento del día en el que se le van a ocurrir a nadie las reflexiones más brillantes. En ningún caso a mi. Más bien al contrario.
Hoy les he visto otra vez. La misma postura. Acomodados el uno en el otro en los asientos del subterráneo. Intercambio de sonrisas cómplices, serenas, y un par de besos dados con decoro.
Y a pesar de la hora he pensado. Y he reflexionado algo tan simple, y por ello, tan enterrado detrás mis estúpidos y necios prejuicios, como que todo el mundo tiene derecho a querer y a ser querido. El mismo que tengo yo, o tú, o ese compañero de trabajo al que no puedes soportar. Ella a quererle a él y él a ella.
¿Qué cómo harán el amor? Como el resto de parejas. De mil formas distintas. Poniéndole deseo, entrega, pasión y mostrándose desinhibidos. ¿Qué importa la celulitis, esos pelitos inoportunos, los kilos que sobran, que la manicura no sea perfecta, las ojeras? ¿Que más da mientras haya deseo?

12 respuestas a “Mi "extraña" pareja del metro (por Arantxa)

  1. Creo que cualquiera de nosotros termina dejándose llevar por los tópicos; se convierten en una forma «por defecto» de pensar o quizás una forma «fácil».
    En muchos casos, si nos parásemos a pensar las cosas dos veces (si, generalmente con 2 veces llega) nos daríamos cuenta que ya no vemos la situación de la misma forma y nos sorprenderíamos de haber pensado así anteriormente, como ha sido tu caso.
    Ejemplos:
    El caso contrario, un hombre feo con una top-model.
    La famosa frase de belleza * inteligencia = constante.

    Nos han «enseñado» o mejor dicho mal-enseñado a pensar así de forma instintiva. Ahora de nosotros depende volver a auto-reeducarnos.

    Me ha gustado este ejercicio de psicoanálisis.

    Un saludo

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  2. Entiendo a Alejandra, pero creo que el post va precisamente con cierta autocrítica hacia los prejuicios que creo tenemos la mayoría, empezando por los peques en el cole (el/la gafotas, palillo, gord@, el cabezón@… ) vamos, que, no sé porqué, desde pequeños nos choca lo distinto a nosotros.
    Somos adultos, y sabemos que para gustos los colores y que, aunque estéticamente a UNO en particular alguien le parezca guapo, no es UNIVERSAL. Y creo que las diferencias en la pareja en todos los sentidos… enriquecen. Así que… ¡¡¡VIVE LA DIFFERENCE!!! como diría Sarkozy.
    Buen finde a tod@s

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  3. Alejandra, lo siento y mucho si te has molestado. En absoluto era mi pretensión hacer daño a nadie. Soy una persona muy cuidadosa con la gente, quizás en este momento de mi vida más.

    En el post he hablado de mis necios prejuicios, que me hicieron ver a esa pareja con extrañeza. Y luego cuando reflexioné pude mirarles sin esas telarañas estúpidas.

    Mi padres es gordo, está gordo. Y no le califico así con un matiz peyorativo. En absoluto.

    Te reitero mis disculpas. Mi intención era la que Isabel ha visto, incluso otra lectora que se ha emocionado hasta llorar.

    Si bien la Declaración Universal de los Derechos Humanos no reconoce el derecho a querer y ser querido, a desear y ser deseado, me parece otro derecho universal. Para todos.

    Sobre como hago el amor quizás me hayas dado una idea para otro post.

    Una vez más, discúlpame.

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  4. Alejandra, yo he entendido justo lo contrario con el post de Arantxa.

    Y es que a pesar de los prejucios iniciales que cualquiera puede tener sobre los demás por su aspecto físico, lo que está claro es que todos, seamos como seamos, tenemos mucho amor y deseo que dar y recibir…

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  5. LO SIENTO …PERO TU ENTRADA OFENDE ….¿¿QUE PASA CON MIS KILOS DE MAS??, ¿¿ SOLO SE VA A FIJAR EN MI ALGUIEN A QUIEN TAMBIEN LE SOBREN ALGUNOS KILOS ?? ¿¿¿¿¿¿ POR QUE SIGUE HABIENDO TANTAS PERSONAS QUE ME MIRAN Y ME SONRRIEN CUANDO ESTOY CON ALGUIEN INTERESANTE ??? NO SOY UNA CHICA FACILONA , NADIE A ESTADO CONMIGO POR HABERLE PUESTO EL SEXSO EN BANDEJA Y AUNQUE ASI FUESE…. HAY CHICAS MONISIMAS CON CUERPAZOS MUCHO MAS FRESCAS QUE YO….SIENTO MIS KILOS , LOS PADEZCO TODOS LOS DIAS…PERO PRESUMO DE ELLOS Y QUIEN ME QUIERE LO HACE POR COMO SOY… INDEPENDIENTEMENTE DE LOS KILOS QUE TENGA ….¿¿¿¿¿¿¿¿¿¿ QUE COMO HACEMOS EL AMOR ??????????????? QUERIDA…….CON STISFACCION ¿¿¿ Y TU?????????????

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  6. Yo intento profundizar lo menos posible en mis compañeros de vagón… creo que la luz del metro tiene algo que ver, pero allí abajo todo se ve más triste, más rancio, más insulso, más amargo…

    Sobre las parejas raras, las hay por todas partes y por muchos motivos y no es la apariencia la que más me llama la atención a mí. Cuantas veces habré pensado que como es que «fulano», tan majo él, tan inteligente, con ese sentido del humor desbordante… puede estar con la petarda de «mengana»; dos palabras: in-explicable

    😛

    Besos y feliz fin de semana lardo a tod@s!

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  7. ¡¡Qué bien expresado, Arantxa!!

    tu extraña pareja me parece la imagen perfecta (si has leído bien: perfecta) del amor y del deseo.

    Y efectivamente, hasta ese conocido indeseable es, aunque no lo parezca, deseado por alguien.

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  8. Pues tienes razón! claro que la tienes, incluso en esos miniprejuicios que cuentas. A mi me pasa igual e incluso saco mis propias conclusiones que diríase valdrían como estudio estadístico. En el metro a hora punta he deducido que son más las chicas guapas y cañón con novios del montón o incluso tirando a feos; que hay más mujeres mayores que viajan solas que hombres, que muchos hombre mayores se acercan peligrosamente a la parte trasera o culo de mujeres jóvenes, sobre todo si llevan carpeta y cuasi adolescentes; que hay igual número de gente joven y mayor que no cede su asiento a quien vea en apuros, que no en todas las estaciones reparte el periódico gratuito… uf! y que en general estamos todos muy cansados pq o vamos durmiendo o dormidos, tanto al ir a trabajar como al volver.
    Besitos.

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