Hoy me han hecho un análisis de sangre. O más bien dos, porque ha sido en dos fases. Primero han llenado un tubito y luego me han dejado la ‘palometa’, que es como se llama la aguja con la que te pinchan, ahí enganchada durante un cuarto de hora -que se me ha hecho eterno-, para volver a llenar otro tubo. Todavía tengo la marca en el brazo que me recuerda el mal trago. Eso sí, me he portado como una campeona. Sin llorar ni nada.
A mi lado había un tiarrón que parecía un armario de cuatro puertas -pero de los de antes, no de los de Ikea-. Un maromazo, grandote, masculino y fuerte, que al ver la aguja se ha puesto lívido (que no es lo mismo que libido), y que tras el pinchazo se ha empezado a marear de tal forma que la practicante ha tenido que parar el proceso y dejarle reposar la bajada de tensión. Que está en su derecho, eh… pero para que luego digan.
Y es que, históricamente, las mujeres aparecemos en el imaginario popular como seres aprensivos y delicados, con tendencia a la ñoñería. No digo yo, que no haya especímenes del género femenino que no se escandalicen ante algún episodio escatológico, pero, por favor, sin generalizar.
Poco a poco se va erradicando ese falso mito contrario a las evidencias más palpables. La primera y más obvia es la de sobrepasar airosa un parto. Quisiera yo ver a algunos de los machotes a los que tengo el gusto de conocer pasar por semejante carnicería, más parecida a alguna escena de cine gore que a cualquiera de los ejemplos con que los libros de texto de mi infancia plasmaban el maravilloso mundo de la reproducción.
Afortunadamente, esto está cambiando y si no mirad este esbozo de un libro de texto alemán para niños.
Otro asunto que puede parecer menor es el lastre de la depilación. Quién fue el ‘dios’ listo que decidió llenar de vello el cuerpo de las mujeres para luego concluir que estamos mucho más bellas sin él? Valiente cretino. Las mujeres tenemos odiosos pelitos -en mayor o menor medida- en el entrecejo, bigote, patillas, ingles, piernas, ‘línea alba’ (que es la forma fina de definir la frontera del pubis), axilas, ombligo y hasta en los pezones. (Sí, señores, no se nos asusten. Las mujeres también cagamos).
Arrancarse los pelos duele. Bastante. Eso sí, aunque antes era una cosa exclusiva de las mujeres, cada vez hay más hombres que se suman a la tortura. En fin, se ve que el creador lejos de arrepentirse de su hazaña está cada vez más orgulloso.
Pero quizá la mejor muestra de la tolerancia femenina al dolor y a lo carente de estética es el suplicio mensual de la regla. Comienza con alteraciones anímicas incontrolables. Le siguen punzadas en riñones y ovarios, digestiones pesadas, acumulación de gases… y como colofón una hemorragia de varios días por nuestro agüjerito más preciado. Y todo esto desde los trece añitos, las más afortunadas. A ver con qué cara me dice a mí un fulano que las mujeres somos delicaditas.
Últimamente, he visto unas pintadas por mi barrio que me han llamado la atención. Rezan: «Visualicemos la regla». Y aunque resulte desagradable a la vista, y produzca rechazo, este mensaje feminista me parece muy justo y necesario. Que se vea la sangre.
im-perfectas.com 
jajajaja
vivan, Juana, vivan!
Muchas gracias, Alejandra… no tenemos nada de débiles, (ni de devil, que en inglés es demonio).
Gates, yo a los hombres los pongo a parir bastante a menudo y no veo que les duela lo más mínimo 😛
Lobo, tienes toda la razón… si los hombres parieran, hacía mucho tiempo que la maternidad sería pagada y un paseo por las nubes.
Muy bueno, SexoFuerte (yo prefiero SexoDuro)… yo es que debo ser muy sangrienta, porque ví Ágora ayer y me encantó las escena del pañuelo!!!! (no digo más, para que no me llaméis spoiler)
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Pues yo creo que los hombres somos bastante valientes. Después de desmayarme cuatro veces al ver la sangre en la foto del post he sacado todo mi coreaje masculino y por fin he conseguido escribir un comentario…
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Estoy deacuerdo con que sois muy sufridas. ¿Pero por qué tenéis todas esa manía de que no seríamos capaces de parir? Yo creo que si lo seríamos. Aunque coincido con los que dicen que si los hombres parieran ya se habría inventado el parto (y el embarazo) sin dolor ni molestias. Y, esto es de cosecha propia, las bajas serían de 5 años por lo menos, jajaja.
Un saludo
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Y ay de los hombre si tuvieran que parir, que ese si que es un claro ejemplo de la tolerancia femenina al dolor…doy fe.
Gates
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(((( perdon ))) quise decir DEBIL (((( ups … se me fue el dedo )))
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JAJAJAJAJAJA…..¡¡¡ QUE BUENA TU ENTRADA !!! ESTOY TOTALMENTE DE ACUERDO CON TODO LO QUE ESCRISTE …Y DE ACUERDO CON JUANA…¡¡¡ VIVA EL SEXO «»¿¿DEVIL??»» !!!!
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Viva los tampones los anticonceptivos y la depilación laser!! 😉
Juana
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Claro que sí, My Sharona, el sexo no es ni débil ni fuerte es directamente imprescindible y maravilloso 🙂
Chelo, quién nos pone la pierna encima… y la compresa debajo. Me encanta ser mujer. Este hombre ama de casa tiene remedios para todo… yo he visto hoy el de los chicles.
Anita, tú no eres ñoña… tú eres sensible, mi niña. Muack!
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Jajajaja, me meo sis, el sexo debil no existe …
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Estoy de acuerdo, aunque, como en todo, hay excepciones… yo me considero bastante ñoña, me quejo mucho, soy mala enferma… pero sí que creo que solo por soportar las reglas que soporto (que en mi caso a veces son bastante dolorosas)merezco un poco de consideración.
Anécdota: me hicieron una endoscopia tres días después que a mi compañero de trabajo. Él me lo contaba como lo peor de su vida, se había mareado, tuvo que quedarse un rato, se había intentado sacar el tubo… yo iba con un poco de aprensión, la verdad, pero salí como si nada… lo primero que dije a mi madre fue: vamos a desayunar, que me muero de hambre… No sé si esto tiene que ver con ser hombre y mujer, pero ahí está…
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Sangre! puag! nunca me ha gustado la sangre, en ninguna de sus variantes, pero creo que soporto bastante bien el dolor…
Sobre la regla y demás lindeces propias de las féminas (depilación, parto…) está claro que, como la liberación de la mujer, fueron inventadas por un hombre, no me cabe la menor duda…
Hace poco leí en el blog del Hombre ama de casa que la sangre sale bien con agua oxigenada, oyes, un descubrimiento …
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Anónimo 1, gracias por tu comentario… sé donde vives y el día menos pensado, me presento en tu casa con bigote y te asusto: ¡¡Uh!!
Jajaja, muy bueno, Ciudadana Coja… yo tampoco hago esas cosas, soy una divina 😉
Anónimo 2, ver a un hombre parir si que me parece cine gore del chungo…
MCarmen, estuve a punto de elegir una foto para el post que 'visualizará la regla', pero al final me pudo el buen gusto.
Fer, gracias por tu post compañero, estoy de acuerdo contigo en todo salvo en que a mi me gusta mucho más un buen cuerpo de hombre… Mmmmmm
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Estoy totalmente de acuerdo contigo Isa. El umbral del dolor es infinitamenye superior en una mujer. Ademas de ser más inteligentes, sensibles, y con mayor capcidad de previsión que un hombre.Por no decir que la belleza de un cuerpo femenino supera con creces al masculino. En fin, que lo del sexo debil debieron inventarlo los mismos que dicen que el hombre hombre blanco es superior al resto de las razas.
Demos las gracias pues a las mujeres, ellas nos dan la vida y otras nos la quitan jajaja
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Totalmente de acuerdo en que nuestra capacidad de soportar el dolor es mayor. En forma de regla, depilación o lo que queráis.
Sobre el eslogan, no se trata de ocultar el hecho cómo se hizo hace siglos, pero visualizarla me parece demasiado 😉
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No hay que generalizar.. Pero debemos de cambiar una vez por todas, la credibilidad de el sexo debil y el Fuerte.! haber si los hombres son capaces de sorpartar un parto eeh.. =))
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¿Regla? ¿qué regla? yo no tengo de eso, soy una señorita sin pelo, que no micciona ni hace deposiciones.
Muy bueno 😀
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Yo cuando me quedo lívido (que no libido, aunque consigue bajármela) es cuando veo una mujer con bigote…
Por lo demás, sí. Es verdad, que sois mucho más sufridas que nosotros. Nunca lo dudé.
Aunque el creador también nos «obligó» a nosotros a afeitarnos cada cierto tiempo…
Unos más que otros.
Como conclusión diré que donde hay pelo hay alegría (exceptuando el bigote, repito). Ejem.
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