Estos días estoy de receso en la playa. Es de estas veces que necesitas un descanso como el agua después de una bolsa de pipas. Tu cuerpo te pide –a gritos- echar el freno. Parar. Está siendo un año de mucho trabajo, de tomar muchas decisiones (algunas menos agradables que otras), de no parar.
Me cuesta mucho dejar de lado las cosas cuando tengo temas importantes en la cabeza. No me los quito de la cabeza. Salgo del curro y sigo dándole vueltas a cómo hacer esto o aquello, a si fulano o mengano responderá ese correo electrónico que estoy esperando, a que no se me olvide mañana terminar ese informe o decirle a un compañero que se acuerde de algo.
Estoy exhausta. Mentalmente saturada. Y eso, gustándome mi trabajo como me gusta, no quiero ni pensar en la cantidad de gente que hay atrapada en trabajos con los que no disfrutan. Pero hasta eso hoy en día es un lujo. Casi 5 millones de parados. Da miedo.
Con la que está cayendo, quejarse de tener mucho trabajo parece un acto de frivolidad. Un alarde de egoísmo. Una ostentación de prepotencia y superficialidad. ¿Tú que piensas?
Bueno, es un consuelo que la mayoría penséis que ante todo el derecho a quejarse de tener mucho trabajo con los tiempos que corren no tiene porque ser un menosprecio a los que carecen de él, muchas gracias por vuestros comentarios,
Besos!!
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Yo no estoy de acuerdo, no me parece frívolo quejarse si hay motivo, es más, me parece que estamos demasiado paralizados por el temor a la situación económica que vivimos. Pero algo habrá que hacer, ¿no?.
Te entiendo perfectamente, yo también soy de las que me llevo el trabajo a casa, y eso es horrible, no desconectas ni un momento.
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Que bueno es tener trabajo y encima uno que te gusta,que malo es tener que levantarse todas las mañanas para trabajar ,aunque te guste tu trabajo.
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Pienso igual que Isa, mi derecho al pataleo y a la queja que no me lo quiten, yo tengo trabajo ahora, pero siempre querré mejorar y que mis hijos tengan como minimo lo mismo que yo.
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Hoy a las 9.00 un sms del Ministerio de Trabajo me informaba que el paro ha bajado en abril en 64.309 personas… Ojalá siga la tónica descendente.
Sin duda, el paro es hoy por hoy el problema principal de este país, pero no creo que por eso los trabajadores empleados, que somos quienes soportamos con nuestros impuestos la 'sociedad del bienestar', debamos dejar de quejarnos ni de luchar por nuestros derechos, que además son los de todos: los de los que ahora están parados, los de nuestros hermanos pequeños que aún están estudiando, y los de nuestros hijos que el día de mañana también tendrán que trabajar.
He dicho 🙂
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Lo de llevarse el trabajo a casa es cosa de hombres, pero como ahora queremos copiarles en todo, lo bueno y lo malo, pues ahí estamos, haciendo el lelo y contestando mails los sábados…
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Lo de llevarse el trabajo a casa es cosa de hombres, pero como ahora queremos copiarles en todo, lo bueno y lo malo, pues ahí estamos, haciendo el lelo y contestando mails los sábados…
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Bueno Chelo… sobre el paro, pienso que la cosa sigue fatal para muchos y evidentemente uno se siente afortunado/a incluso hasta cuando el trabajo que tienes no es el que te gusta. Pero a pesar de todo, no creo que sea frívolo el tener una actitud reflexiva al respecto del volumen de trabajo que tengas o las difíciles decisiones que debas tomar… faltaría más que no podamos ni opinar simplemente porque seamos afortunadas y mantengamos nuestro puesto de trabajo a pesar de la crisis.
Por mi parte, ánimo y espero que ese momentito de playa te haya llenado de energía para seguir tirando.
BeSiToS
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Hoy por hoy, me gusta mi trabajo. Primero, porque el horario es cómodo, muy compatible con la vida de mamá y con otras parcelas de mi vida. Dos, porque trabajo en el ámbito de la comunicación y eso es difícil, siendo titulada en una carrera que obliga a mucha gente a reciclarse en otros campos. Bueno, lo que obliga es la alta tasa de paro. Algunos días tengo bastante tarea, pero quizás por la situación que sufre el país no me quejo de eso nunca. Antes puede que lo hiciera, alguna vez, ya no. Jamás. Siempre estoy con la coletilla «mientras haya». Pero no me parece que quejarse sea síntoma de frivolidad.
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Yo tengo dos trabajos(por llamar la atención, basicamente,jijij), uno que me encanta, y sólo lo realizo en los períodos vacacionales(hago sustituciones en un centro de ayuda a minusválidos), y el otro(el que odio),que consiste en limpiar otra casa además de la mía!!!!Pero como habéis dicho, con la que está cayendo, para quejarme…
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No sé en que trabajas, yo cuando lo hacía el trabajo se quedaba en la oficina, nunca me lo traje conmigo a casa, quizás me acompañaba de camino a él en el coche, pero hacia casa y en casa nunca…a descansar!
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No me puedo quejar, es la frase.
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No me gusta mi trabajo, siempre digo que es el que paga las facturas.
Pero con la que esta cayendo, en lo días en que no puedo mas, pienso. «No te puedes quedar, tu tienes trabajo»
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