«No corras tanto que te vas a caer.
Cómetelo todo para crecer sana y fuerte.
Aún eres pequeña para pintarte las uñas y los labios.
No te acerques tanto a la tele, que te vas a quedar ciega.
Deja las chuches que te van a salir caries.
Sube ya de la calle que es tarde y mañana hay cole.»
Aún eres pequeña para pintarte las uñas y los labios.
No te acerques tanto a la tele, que te vas a quedar ciega.
Deja las chuches que te van a salir caries.
Sube ya de la calle que es tarde y mañana hay cole.»
– Le dijo la madre a su hija-.
«Vas demasiado deprisa, levanta el pie del acelerador.
Modérate con la comida que tienes ya muy alto el colesterol.
Ponte el maquillaje que te regalé, que seguro que te queda bien.
Deberías revisarte otra vez la vista, creo que necesitas gafas nuevas.
Te convendría hacer algo de ejercicio para bajar peso.
Ponte el maquillaje que te regalé, que seguro que te queda bien.
Deberías revisarte otra vez la vista, creo que necesitas gafas nuevas.
Te convendría hacer algo de ejercicio para bajar peso.
No te vendría mal salir un poco con tus amigas, ir al cine, hacer algo.»
– Le dijo la hija a su madre-.
Arantxa, creo que una madre nunca deja de serlo… aunque su hija sea ya también madre 🙂
Gracias a todos por vuestros comentarios!
Me gustaMe gusta
Pues yo también me he visto reflejada. Aunque yo tengo una madre muy madre, que a veces olvida que soy adulta.
Me gustaMe gusta
Me alegro de que te veas reflejada, Kira. ¡Gracias!
Ana, a mí tampoco me incomoda tener rasgos de mi madre, que también es estupenda…
Lo que sí creo es que fue en el momento en el que empecé a hablar a mis padres desde ese cariz protector, cuando me dí cuenta de que ya era adulta… no quiero ni imaginar lo que sentiré cuando mi hijo me hable a mí en ese tono.
Me gustaMe gusta
Yo casi tengo un telele el día que, estando en un bar, me miré de refilón en el espejo y ví un gesto clavado de mi madre.. Lo de decir frases de ella ya ni te cuento, me pasa cada dos por tres… Pero mira, teniendo en cuenta que mi madre es estupenda, tampoco es tan malo, peor es que repitiera la de cualquier indeseable 😉
Es cierto que la vida pasa muy rápido y al final nos volvemos bastante protectores con nuestros propios padres… Bueno, todas las etapas son bonitas…
Me gustaMe gusta
ostras, buenisimo. Cierto, cierto…. me veo reflejadisima!
Me gustaMe gusta
Gracias, Grooveman, efectivamente así es la vida…
Mamareciente, ya te digo! Esa es otra… a mí ya me pasa a veces.
jajajaja Lulu, nunca mejor dicho.
Gracias, Mónica… esto pasa más deprisa que un puente de vacaciones en buena compañía…
Thanks, Chelo 🙂 me alegro de que te haya gustado.
Me gustaMe gusta
jaja, qué bueno!!
Real como la vida misma, me ha encantado!
Me gustaMe gusta
¡¡¡¡Qué post mas «verdadero»!!!!Qué rápido pasa la vida!!!
Me gustaMe gusta
Donde las dan, las toman…
Me gustaMe gusta
Y luego está cuando escuchas a tu madre por tu boca. Cuando te descubres diciéndole a tu hijo las mismas cosas exactamente que te decía tu madre a ti…
Me gustaMe gusta
Cuando seas padre comerás huevo…
No comas huevo, que te sube el colesterol..
Ingenioso post!
Me gustaMe gusta