Animalitos (por Isa)

Voy a dejar claras las cosas desde la primera línea, para evitar confusiones: «No odio a los animales», de hecho, me gustan bastante, pero en su habitat… es decir, no en el mío. Respeto profundamente a aquellos que dedican su paciencia, cariño y embeleso a la cría y mantenimiento de esos seres llamados «animales domésticos» y que están adiestrados para la convivencia con humanos… Lo respeto pero no lo comparto y, como con la religión, reconozco que me cuesta comprenderlo… pero oye, allá cada cuál con sus aficiones. Yo, particularmente, prefiero el cine.
He conseguido llegar a mi edad –que no voy a confesar aquí– sin cobijar a seres peludos en mi casa (sobre todo desde que dediqué parte de mis magros ahorros a esa maravilla que es la depilación láser) y espero poder seguir fiel a mi filosofía… Ni siquiera de pequeña tuve esa querencia especial hacia los perritos o los gatitos que tenían algunos de mis hermanos. Mi madre, de la que sin duda he heredado su instinto, consintió satisfacer el afán animalístico de sus vástagos con una tortuga y un pajarito, pero ambos fallecieron en dramáticas circunstancias, y ya no hubo lugar para más causantes de fúnebres disgustos.
No me entiendo especialmente con los bichos –ni siquiera con los que tienen apariencia humana–, por eso prefiero disfrutar de su presencia desde la lejanía con prismáticos (por ejemplo, de safari) o en los encuentros esporádicos que permiten las visitas a amigos con mascotas, las excursiones al campo o en los inevitables cruces con vecinos que sacan a hacer pipí y popó a sus perritos (o cerditos… mi barrio, que es muy moderno), éstos últimos cada vez más frecuentes e intensos desde que tengo un hijo. Al peque le llaman mucho la atención los ‘guauguaus‘ y esa curiosidad le ha granjeado ya un mordisco y más de un zarpazo.
Toda mi exposición anterior es solo una introducción para expresar mi denuncia hacia todos esos humanos intransigentes que tuercen el morro cuando no dejas que tu bebé de año y medio se acerque a su perrito gruñón o porque manifiestas cierto recelo cuando te dicen el célebre por inexacto: «no hace nada». Me da igual que los dueños de mascotas me consideren de una estirpe menor. La incomprensión es mutua. Sólo pido el mismo respeto que yo les profeso a ellos, y eso pasa por ser cuidadosos con los desperfectos que ocasionan sus bichos (incluidos los orines y las heces que adornan y perfuman las aceras de mi ciudad). He dicho. Y sí, por si alguno se lo está preguntando, ayer pisé una mierda.  

Os dejo esta parida vista en Twitter a @laupirika:


14 respuestas a “Animalitos (por Isa)

  1. Anónimo, cómo bien dice Isa, esta es su opinión. Yo soy otra Im-Perfecta y te puedo asegurar que sé lo que es cariño de un animal de compañía y me encanta tener perro. Lo que sí tengo claro es que es una responsabilidad y como tal hay que tomárselo, un animal no es un juguete ni un capricho y hay que tener en cuenta muchos factores antes de adquirir uno. Para mí el esencial es la falta de espacio. En un piso pequeño no puedes tener un Dálmata, es de sentido común, el problema es que a muchas personas ese sentido les falla.
    Mis padres tienen un perro que os puedo asegurar que nos ha cambiado la vida a todos. Es uno pequeño, un peluche que solo quiere mimos y jugar (otro factor a tener en cuenta, qué quieres de tu perro, en nuestro caso estaba claro que uno que pudiera estar con niños y fuera muy cariñoso) Si yo os contara lo que mis padres opinaban de los perros y les viéseis ahora con él, no os lo podriáis creer. Le quieren con locura y nos ha unido más a todos, de verdad, yo estoy loca por ir a casa de mi madre y ver al perrillo. Estoy de acuerdo con los que dicen que hasta que no tienes un animal no sabes lo que se les quiere. Pero también entiendo a los que no les gusta y que mi perro es mi mío y no tienen porque aguantarlo los demás, empezando por las cacas y siguiendo por lametones y jugueteos. Cuando suena el timbre en casa, al perro se le coge en brazos hasta ver quién es y si puede o no estar con el perro. Si es que no, intentamos que se acerque a la persona lo menos posible. Por la calle lo mismo, solo le dejamos acercarse a personas que están predipuestas a acariciarle, nunca permitimos que huela o comprometa a personas que se nota que no quieren nada con él.
    En fin, que como todo, es cuestión de gustos, sentido común y responsabilidad.

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  2. Una entrada divertida, aunque mi opinión es justamente la contraria, jajaja. Soy de esa estirpe a la que si le gustan los animales domésticos. Es cierto que de pequeña siempre tuve perros, y algún gato, y hasta pájaros, así que supongo que esa simpatía hacia ellos me viene de siempre. Aunque tambien tengo mis preferencias. Nunca compraría una tortuga, un pez o un pájaro, porque precisamente a este tipo de animal lo encuentro un poco insulso a la hora de vivir con humanos. Creo que solo me provocarían responsabilidades, pero no la parte buena de tener un animal. ¿cómo se interactua con un pez? no se le puede acariciar, ni jugar con el,ni nada por el estilo, no se, no me convence mucho.

    No se si sabes que hace un año adquirimos un perro. Teníamos claro que antes o despues tendríamos perro pero esperamos un buen momento para adquirirlo, y ser conscientes de la responsabilidad que conllevan, en todos los aspectos. Y creo que cuando lo tienes, te dan tanto, que las perezas que a priori pensaba que iban a dar para sacar al perro a horas intempestivas, la verdad es que han desaparecido. Sin duda es la mejor decisión que hemos tomado en mucho tiempo, y estamos felices con el.

    Ahora bien, eso no quiere decir que pretenda que a todo el mundo le guste, ni le deje hacer cierto tipo de cosas. Mi perro, es cierto que es un cachorro y es demasiado sociable. Le encanta la gente, y cree que todo el mundo le tiene que decir algo(es un poco creído, porque es a lo que esta acostumbrado. desde pequeño todo el mundo se suele parar a decirle algo o acariciarlo, asi que debe pensar que es lo normal). Asi que el intenta acercarse a la gente, pero ahí estoy yo para no dejar que moleste a nadie, que nadie tiene porque aguantar que a mi perro le guste la gente. La mayoria de la gente me dice que no molesta, pero como yo no se si la persona que tengo enfrente le gustan o no le gustan, pues de primeras no le dejo, y si ya me dan permiso, pues entonces les dejo acariciarlo.

    Por supuesto, hay perros para todos los gustos, y dueños tambien para todos los gustos. Hay mucha gente incivica que no recoge las cacas de sus canes, pero a mi eso me parece una falta de respeto hacia los demas. Hay que tener muy claro donde estan los limites de una buena convivencia con la sociedad con los perros. Precisamente para no crear sensaciones negativas a las personas a las que no les gustan,porque ese tipo de comportamientos no ayudan a que a la gente no le importe que en su barrio hayan perros. No es agradable salir a pasear y encontrarte «regalitos» de perros o gatos. Asi que es lógico que haya gente a la que no les guste el tema. Si todo el mundo fuera cívico, las cosas serian distintas seguramente.

    Ahora bien, tambien hay otras muchas cosas que molestan de los humanos, (tipo orines en la calle que no son de perros precisamente) o como cuando vas en un avión y te toca un niño detrás de tu asiento pateandote los riñones (lo he sufrido) o en la playa que esta el niño tooooodo el rato tirandote arena. Está claro que son niños, pero ahí deben estar al quite los padres (como yo lo estoy de mi perro) para que no molesten a los demas. Y no es que no me gusten los niños eh? Pero lo pongo de ejemplo de otras situaciones en las que tambien el respeto a los demas se ve comprometido.

    Al final, todo es una cuestión de educación y respeto. ¿no crees?

    P.D: Una pregunta, yo soy de las que dice eso de «no hace nada» jajaja. Lo hago cuando veo que mi perro intenta acercarse a alguien para saludarle,(aunque no lo consiga porque no le dejo) y precisamente para avisar que no tengan miedo (por si acaso). Es una forma de respeto a los demás porque no sabes si al que tienes enfrente le puede molestar o no. Así que, como me ha parecido curioso que puede recibirse la frase con desagrado, te pido porfi que me sugieras una alternativa para avisar a la gente de que no se asuste. ¡A veces es bueno ver como piensan las otras personas, para aprender cosas!

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  3. Pues al menos refleja la opinión del 75%. Prefiero disfrutar del cariño humano que del animal, y por mucho que duela la pérdida de un perro o un gato, cosa que no dudo, no creo que sea comparable a la pérdida de un amigo o un familiar.

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  4. Completamente de acuerdo con tu visión… jajajaja creo que nunca olvidaré aquella imagen del canino masturbador de nuestra infancia.

    Y sí, nuevamente, la culpa es de los amos irresponsables que de racionales a veces tienen más bien poco.

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  5. El post refleja, en líneas generales, mi opinión. Los animales son una responsabilidad y no pienso adquirir más de las que ya tengo. Nunca he querido vivir con un perro o un gato, tengo cuatro hermanos y no había tiempo para aburrirse.

    Me gustan los animales… en su entorno. Desde pequeña lo he sentido así. He trabajado en el Colegio de Veterinarios y cuanto más conocía el mundo animal más me decía eso de que ellos en su hábitat y yo el mío.

    Respecto al problema de las cacas es culpa de los dueños, faltos de civismo. Y los hay muy faltos de respeto cuando te dicen que el perro no hace nada y a los cinco minutos tienes al animal en celo frotándose contra tu pierna. Se supone que hay que reír la gracia del perrito, pero no la río. Yo no dejo que mis hijas hagan el salvaje cuando llegan a una casa y a los animales hay que atarlos en corto, a veces.

    Lo más condenable es el comportamiento de esos dueños de mascotas que las abandonan en la época de vacaciones o de aquellos otros que, hartos de aguantar y limpiar, los sueltan sin miramientos. He visto árboles colonizados por loros y cacatúas, especies foráneas que en algunos casos se acaban convirtiendo en invasoras, con el considerable peligro que eso supone para las autóctonas y sus ecosistemas. En algunas zonas la diversidad biológica se ve seriamente amenazada por las citadas especies invasoras. El problema no está en el animal irracional, sino en el otro.

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  6. Querido anónimo (que lástima que no pueda llamarte por tu nombre), ¿por qué te diriges a nosotras las chicas en plural? el post refleja mi opinión, no la del resto de las im-perfectas…

    No es necesario que lo sientas por mí, que yo soy muy feliz. Es como lamentar la suerte del que no tiene hijos por voluntad propia… Sufrir la pérdida de un ser querido (sea éste de la índole que sea) es algo que, por desgracia, todos tenemos ocasión de experimentar y que no le deseo ni a mi peor enemigo.

    Estamos de acuerdo en que el principal problema de los perros son sus dueños. Hay que ser responsable y no todo el mundo lo es.

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  7. Me alegro mucho de que te hayas reído… ese era el objetivo 😉

    Tienes razón en que no es lo mismo un hamster que una tortuga. No se puede meter a todos los bichos en el mismo saco. Por ejemplo, tengo amigos que tienen pececillos de colores, que no conllevan ni la mitad de trabajo y atención que un perro… aunque supongo que tampoco son comparables las experiencias que puedes vivir con unos u otros…

    A mí me molaban bastante los gatos, hasta que conocí a Coti, la gata de mi amigo Fer, que tenía accesos de ira demoníaca tan salvajes que estuve tentada de llamar a un exorcista…

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  8. Creo que el tipo de vivienda es clave en la decisión de tener animales o no… pero aún pesa más si te gusta su compañía o más aún si vas a asumir con gusto la responsabilidad de su cuidado y educación… yo sé que yo no, por eso ni aunque viviese en mitad del campo tendría un perrito.

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  9. Lo siento por vosotras , chicas , si no habéis disfrutado del cariño, por ejempo de un perro y no habéis sufrido su pérdida no sabéis lo que os perdéis .
    El principal problema de los perros , que es lo que más conozco , son dus dueños .

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  10. Jajajajaaaa, me he reído mucho con este post 😉
    Yo soy un tanto selectiva con el tema bichos. Me gustan los gaticos muchísimo, aunque no tendría nunca uno en mi diminuto piso de Madrid, por respeto al gato. Mi madre tiene una persa y es verdad que hay pelos por todas partes. Pero es taaaan linda…
    Los perros no es que no me gusten, pero me ponen un poco nerviosa con tanto afecto incondicional. Y lo que me parece la leche, como bien decís, es cuando se te suben por la pierna y te dejan los pantalones (reza para no ir en falda y sin medias) llenos de babas. De todas maneras, el problema viene cuando el dueño del bicho no cumple con sus obligaciones de ciudadano. Los cerdos no deberían tener animales a su cargo.

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  11. Comparto en gran parte tu opinión Isa. Pero yo de pequeña si quería tener un perro y mi madre se negaba en rotundo y ahora la entiendo. Otro gallo cantaría si en vez de en un piso en el centro de una gran cuidad viviéramos en un chalet con jardín, donde el animal pudiera campar un poco a sus anchas, pero en mis actuales circunstancias es algo que no me atrae nada en absoluto.

    Con lo que más me he sentido identificada es con tu comentario sobre esos dueños que no dejan de decirte «pero si no hace nada» o » sólo quiere jugar» grgrgrg no soporto que un perro que no conozco de nada se me suba por la pierna y si es a mis hija mucho menos. No conozco al perro ni al dueño, ni si está sano o limpio. Conozco a gente que siente verdadera pasión por sus mascotas y a mi me parece estupendo, pero eso, como tu dices, «pá» ellos… :-))

    Y si, me gustan los animales, algunos incluso más que muchas personas.

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  12. jajajaja

    todo lo dicho lo he pensado de siempre, pero es que hacía mucho que no pisaba un zurullo de perro y todo porque siempre voy mirando al suelo… ¡¡no puede una despistarse!!

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  13. Madre mía!!! Qué mal te sienta pisar desperdicios de perro… 😉

    La verdad es que estoy totalmente de acuerdo contigo. A mí los animales me gustan y tal pero en su hábitat natural… No concibo sentarme en un sofá lleno de pelos de gatos… ufff

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