Recortada (por Isa)

Tengo que anunciaros que, contra todo pronóstico, desde hace casi dos semanas yo también soy una de las personas que engrosan el saco de los daños colaterales de la crisis. La empresa en la que llevaba 12 años -un tercio de mi vida- trabajando y ocupando puestos de responsabilidad, decidió prescindir de mis servicios y mandarme derechita a la cola del INEM (o SEPE, como se llama ahora) a hacer compañía a los más de 5 millones de parados.

Lo primero fue la sorpresa. No me lo podía creer. No me lo esperaba, y admito que, en un alarde de soberbia del que no me siento especialmente orgullosa, nunca pensé que esto pudiera pasarme a mí. Y es que lo de quedarse en el paro era una desgracia concebida por mi mente como ajena: algo que le pasa a gente poco formada, o que no ha hecho carrera ascendente, o jóvenes luchando por acceder a un primer puesto de trabajo, o a compañeros de profesión especializados en producción audiovisual, acostumbrados a trabajar en programas que duran lo que duran… Pero está claro que no. Que lo del paro en los tiempos que corren es una adversidad tan arbitraria como la muerte. Le puede pasar a cualquiera. Nadie está a salvo.

Superada la decepción y recuperada la humildad, aunque haya sido involuntariamente, lo siguiente es asumirlo, tarea ingrata y no exenta de un halo de bochorno… y es que después de estar tantos años unida a una empresa, desarrollas hacia ella unos lazos emocionales que solo puedo calificar como «síndrome de Estocolmo»… ¿Os podéis creer que me da vergüenza reconocerlo? que en la guardería a la que llevo a mi hijo y en la peluquería donde me cortaron el pelo el lunes pasado piensan que estaba de libranza… Y es que el desempleo está estigmatizado: sobre todo en la cabeza del que lo sufre.

Haber sido despedida no ayuda, salvo por la indemnización, claro está, pero a nivel psicológico es un mazazo. Por mucho que te endulcen la salida diciendo lo buena que eres y lo bien que lo has hecho, tu imagen profesional siempre se resiente, como mínimo la que proyectas para tus adentros… pero no puedes venirte abajo, y no puedes porque necesitas remendar tu autoestima para la fase siguiente: la búsqueda de empleo.

Qué duro es… qué difícil desempolvar ese viejo documento en Word llamado escuetamente CV, esas dos páginas glosando tus hazañas, describiendo tu vida, para ponerte a indagar qué le falta y qué le sobra, para sobreponerte a la caída libre de tu confianza y buscar lo mejor de ti, y cómo contarlo bien para realizar una de las tareas más engorrosas que hay en este mundo (al menos para mí): venderte. Pero, es lo que hay, ya estoy en esa fase, en venta,  así que trato de decirme cada mañana: Bienvenida al mercado… ¡Y a la jungla!


27 respuestas a “Recortada (por Isa)

  1. ¿Qué añadir a lo ya dicho? ¿Qué comentarte que tú ya no sepas? Yo soy una parada de larga duración (también en parte por motivos personales) y tengo claro que hay días peores y mejores, pero que no me puedo dejar vencer. No soy yo la que ha fallado, no es mi trabajo el que estaba mal hecho, no he sido yo la que ha sido irresponsable, vaga, ineficaz, poco profesional… Eso son otros que conozco y que están en puestos de dirección desde los que se permiten dejar en la calle a gente competente que en muchos casos les hacen sombra y ponen en evidencia su ineptitud. Es muy fácil caer en la autofragelación y al darle vueltas a la cosa para ver qué hemos hecho mal aquellos que hemos sido expulsados de una empresa, pero hay que evitarlo y convencerse de una verdad como un templo: la vida laboral es injusta y no existe una meritocracia. Las empresas están dejando escapar un material humano impresionante y vamos a peor. Aquí cualquier enchufado, lameculos o trepa puede triunfar mientras que las personas trabajadoras y honradas se quedan siempre a medias. En fin, que esta sociedad está fatal y eso se nota en el día en la falta de profesionalidad del que te pone una caña, te atiende por teléfono o en el que decide si te da o no un préstamo en el banco. La gente está trabajando por un sueldo mísero, lo que lleva a dos opciones: o pasa de todo y se esfuerza lo menos posible (o ha sido contratado por ese poco dinero porque no es un especialista de lo suyo) o está tan quemado que no trabaja con ganas ni ánimos. Sea como sea, esta masacre de parados que están consintiendo desde Gobiernos a autoridades pasando por sindicatos y demás, la vamos a pagar muy cara… si no, al tiempo…

    P.D. También hay gente en puestos directivos muy eficiente y profesional, que conste en acta, que me he dejado llevar por la pasión…

    P.D.2 Isa, no lo he puesto por evidente, pero por si acaso: Nena, nosotras valemos mucho… Ánimo y a por ellos…

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  2. Gracias, CC… en momentos así, y aunque parezca que no, cada comentario positivo suma 🙂
    La verdad es que corren tiempos duros… para el talento y para la humanidad. Habrá que aplicarse el refranero: «lo que no nos mata, nos hace más fuertes.» Besos mil!

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  3. Tienes toda la razón… a veces conviene que te recuerden todo lo bueno que tienes a tu alrededor, que en mi caso es mucho y muy importante.
    Lo más importante 🙂

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  4. Cuando «escucho» o leo casos como el tuyo, me espanto… personalmente opino que el hecho de que gente con talento como tú o como los 5mill de personas anónimas estén paradas, es esperpénticos; que se desaproveche de esta forma el «valor» humano, es toda una vergüenza. Todos tenemos derecho a tener un trabajo en el que dar lo mejor de nosotros mismos, unos lo harán arreglando coches, otros limpiando, otros cuidando gente, otros escribiendo… en fin! todos somos necesarios y de repente ¡se prescinde de los más valioso! No entiendo nada… ¿Qué mensaje podría transmitirte que no sepas ya? ninguno, ya sabes cual es tu potencial y cuánta fuerza tienes para afrontar ésto… así que ¡adelante! Un beso.

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  5. Esto del paro es como la lotería… le puede tocar a cualquiera en estos tiempos. No hay persona imprescindible, esa es la realidad. Las empresas sólo buscan ahorrar costes, todos conocemos casos de despidos incomprensibles. Y, por desgracia, más que nos tocarán vivir de cerca.
    Después del despido hay vida, eso por supuesto. Una parte es la búsqueda de un nuevo empleo, pero tienes un hijo sano, tienes gente que te quiere, tienes salud. Debes valorarlo y no aferrarte a lo malo, porque entonces la ceguera no te permitirá atisbar lo bueno, no sólo lo que ha de llegar, hablo también de lo bueno que te rodea.

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  6. ¡Gracias por los ánimos, Carol! Una cosa que también influye en mi contra es la falta de costumbre… aunque espero no tener que llegar a acostumbrarme del todo 😉

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  7. Creo que es totalmente normal no esperarse algo así cuando la situación y trayectoria en la empresa es buena y además la compañía va bien, son cosas que parecen incompatibles con que te despidan, pero parece que no, hay empresas que despiden para ganar más todavía, para dar «ejemplo» a los que se quedan , ese ejemplo que viene a decirte «soy capaz de cualquier cosa, así que a currar sin rechistar» o simplemente porque la falta de visión empresarial a medio plazo (a corto diría en este caso) no les deja ver más allá de los «costes de personal».
    Te digo una cosa tal y como la siento, no te merecía la pena trabajar allí, demasiado les has dado todos estos años…
    Ahora toca afrontar lo que tenga que venir con optimismo, porque si, porque tu puedes! porque si, porque tu lo vales!
    Besos

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  8. Como parado te digo que habrá días mejores y peores. Pero jamás sientas que eres peor por estar parada porque no es así, y tarde o temprano tendrás nuevos proyectos profesionales que si hubieras seguido donde estabas no los habrías realizado. Es muy importante ser positivo y para ello sólo has de mirar a todo lo bueno que tienes a tu alrededor 🙂

    I.

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  9. Lamentablemente hoy en día lo más normal es quedarse en paro, y más con esta profesión… Que ocupes un puesto de responsabilidad o que seas un simple currito da igual, ya que las empresas lo único que miran es que cada empleado es una cantidad costosa de euros, y que, lamentablemente cuanto más arriba estes más cara supones. Por lo que antes cerrarán la puerta, pese a que seas una persona «valiosa/o» profesionalmente hablando.

    Espero que tengas suerte y encuentres en esta jungla algún espacio que ocupar, traquilo y sosegado.

    Y sí, es un mazazo, que nadie espera, y además de la noche a la mañana. El único aliciente bueno que queda en la boca cuando te vas es el apoyo y cariño de tus compañeros.

    Es una pena pero creo que todos estsamos prácticamente igual de «jodidos», y en «peor» situación se quedan aquellos que día a día tienen que aguantar y esperar a que les llegue el turno, aunque no sea justo.

    Lo dicho, suerte y a por ellos que son pocos y cobardes.

    Martha Tena

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  10. Es jodido estar en paro. A lo evidente (falta de pasta) se une ese efecto psicológico chungo que te hace sentirte pequeña y fuera de lugar. Lo único que queda es pelear, venirse arriba, apoyarte en la gente que te quiere y confiar mucho en tus posibilidades y tu talento. Todo llegará. Y a la empresa que no ha sabido apostar por ti… pues ellos se lo pierden. Es así. Como dice alguien por ahí arriba, disfruta del privilegio del parado, que es el tiempo libre. Abrazos a todos los que estáis en la misma situación. Yo he estado en paro dos veces y sé lo que es.

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  11. Estoy de acuerdo con Silvia, lo de buscar trabajo como experiencia es brutal. Llevé dos meses en el paro aquí en Inglaterra y lo peor de todo era llegar al oficina de empleo y ver todas estas caras tristes de gente como yo que habían perdido la esperanza. El rey de España equivocó cuando decía que le hemos quitado los sueños de muchas personas, es mucho peor que parece, y es que hemos aceptado un sistema que no trabaja por la gente sino contra la. Pasamos por la oficina de empleo, despedida por el sistema, y ahora el sistema nos obliga jugar contra nosotros mismos para encontrar un puesto de trabajo.

    Por suerte ya tengo trabajo, como profe, que es mi carera, pero ya me toca dos semanitas sin clases y de verdad es que no lo tengo claro si debo estar contento de tener trabajo o no. Es que prefiero trabajar, es cierto, pero de esa manera no sé. He empezado dar clases gratis, solo para hacer algo…

    Vale, he escrito demasiado, y con lo malo que hablo castellano seguro que cuesta leerlo.

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  12. Seguro que eres fuerte y por supuesto que encuentras algo mejor. Ante todo no pierdas la esperanza y saca adelante el optimismo. A veces pienso que las cosas suceden por algo, por un cambio a mejor. Ya lo verás.
    Mucha suerte y disfruta mientras de este «tiempo libre» con tu pequeñín!

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  13. Pues sí, completamente de acuerdo Silvia… pero es lo que pensaba. Que a mí no me iba a pasar… que en mi puesto estaba segura.
    Gracias por los ánimos! está claro que de cada experiencia vital puede sacarse alguna enseñanza 🙂

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  14. Cualquier palabra que se pueda decir en estos momentos no aliviará la pesadumbre y el vértigo por la situación vivida. Aún así – y lo dice uno al que le aterrorizan los cambios- las nuevas etapas tienen algo de esperanzador. Como cuando llega la primavera y uno empieza a hacer ensoñaciones con lo que le deparara el verano…

    Va a ser a mejor. Estoy seguro!

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  15. No es soberbia Isa, es realidad, NADIE se ha podido creer que te hayan despedido a ti. Yo solo te puedo decir que GRACIAS, tu articulo es en palabras lo que pasa por mi mente de forma desordenada y no he sabido explicarme. Entramos aquí con sueldos ridiculos (en mi caso sigo con él jeje) pero era una empresa humana, ibas con una sonrisa y te daba una seguridad-estabilidad. La humanidad se ha perdido y tu despido a mi me ha hecho abrir los ojos de golpe y saber que las palmaditas y felicitaciones por tu trabajo no valen para nada, que el C.V. lo he tenido que actualizar ya y que el cariño que se le tiene a la empresa es en realidad a las personas. Me he quitado la venda de los ojos ahora solo me falta superar el miedo a lo desconocido y lanzarme.
    Fdo. Duendecillo 😉

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  16. Si fuera como lo dices, el paro sólo para los que no hemos hecho carrera ascendente o para los jóvenes, que injusticia. Lo peor es que mucha gente desde piensa así, pero creo que nadie es más que otro por tener una carrera ascendente. No todos los buenos llegan arriba o todos los malos están abajo. Porque nunca la hice, pero eso no quiere decir que sea menos buena que otros. Aquí ando, con dos licenciaturas, y con más de 30 años, parada y opositando. Si no lo logro no desesperaré. Tampoco te asuste el buscar trabajo, es una experiencia y enseña mucho de la vida y la gente. Mucha suerte.
    Silvia.

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