Muchos ya sabéis que no tengo coche, unos porque me conocéis personalmente y otros por este post: Vivo en Madrid sin coche. Por lo anterior, sobra decir que tiro mucho de transporte público, incluyendo en esta categoría a los taxis.
El mundo del taxi es apasionante. Como usuaria frecuente me ha pasado de todo, una vez casi me tiro de uno en marcha, no os digo más. He ido con todo tipo de taxistas: limpios, guarros, torpes, buenos y malos conductores, cultos, educados, incultos, tontos, simpáticos, cara duras… en fin, podría añadir a esta lista tantos adjetivos como conozco.
Hay muchos fenómenos a estudiar en el mundo del taxi, el tema de los olores, de la suciedad, de los que no paran de hablar, de los que te preguntan dónde está la dirección a la que vas… pero si hay un tema que me produce especial desaliento es la aversión que presenta un porcentaje altísimo de taxistas madrileños a poner el aire acondicionado cuando en la calle estamos a 40 grados.
No es normal que llegado el momento se esté más a gusto en el Metro o en un autobús de la EMT que en un taxi. Pues eso pasa constantemente en Madrid en los meses de calor.
Y bueno, pobre de ti como el taxista no lleve el aire y se lo pidas, yo siempre lo hago y aunque la mayoría de las veces lo ponen (es obligatorio) creo que el 99% de las veces me han contestado de malas formas (normalmente a modo de gruñido ininteligible). Les sienta mal que ejerzas tu derecho de viajera y se lo pidas. Claro que también tienen la obligación de “mantener el vehículo en buen estado, de tal forma que su utilización se produzca en condiciones dignas de seguridad e higiene” y hay taxis que dan verdadero asco. Taxis que llevan un manta repugnante cubriendo el asiento y en cuanto te subes piensas “si la manta está así, qué habrá debajo«.
En cambio, el que haya pasado frio en invierno en un taxi madrileño que levante la mano, yo jamás. Entras al taxi con el plumas puesto y te pones a sudar cual morsa de Faunia. En calefacción no escatiman. En calefacción y ambientador pino intenso, ahí se dejan la partida presupuestaria «atenciones al viajero».
¿Tanto más consume el aire acondicionado que la calefacción? Señores taxistas, lean ustedes los estudios sobre el consumo del aire aocndicionado frente a ir con las ventanillas bajadas ¿les merece la pena?
¡Feliz im-perfecta semana!
PD: Como algunos me habéis preguntado por la obligatoriedad de que los taxistas (en Madrid) pongan el aire acondicionado, os remito a la información que podéis encontrar en las pegatinas que hay en las ventanillas de los taxis con la info de las tarifas, ahí lo debería poner. En la página del Ayuntamiento en el apartado «Derechos del viajero» igualmente describe como si al solicitar el aire acondionado este no funcionara, te puedes bajar del taxi sin tener que abonar nada:
«Abrir y cerrar las puertas traseras durante la prestación del servicio, siempre que el vehículo se encuentre detenido y las condiciones del tráfico lo permitan, y requerir la apertura o cierre de las ventanillas traseras y delanteras, así como, de los sistemas de climatización de los que esté provisto el vehículo, pudiendo incluso bajar del vehículo sin coste para el usuario, si al requerir la puesta en marcha del sistema de aire acondicionado o de climatización al inicio del servicio, éste no funcionara.»
Os recomiendo exigir vuestros derechos que hay mucho listo por ahí.
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Yo es que en los taxis suelo ir haciendo otras cosas (normalmente con el móvil) y lo de que me den conversación lo llevo regular 🙂 Pero si es cierto que a veces das con taxistas cuya lógica aplastante (y kilometros de debates radiofónicos escuchados) te dicen cosas bien curiosas. Y también tengo anecdotas buenas, en otro post…
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jajajaja la palabra «odio» así en mayúsculas es muy gráfica Ana, beso!
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Hola Diego! Nos has dejado con la intriga de esa historia…
Un beso! Y felices vacaciones también para ti.
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La mitad de mi familia son taxistas, así que os podéis imaginar el sentimiento de amor-odio que tengo hacia el gremio.
Como Diego, he sido una gran usuaria del taxi… ahora menos y me he encontrado con gente de todo tipo. El taxista madrileño es un tipo singular, una figura tan castiza como el oso del madroño o el bocata de calamares. Chulos, conocedores de las calles, los antros y los palacios capitalinos, filósofos, politólogos, pensadores… lo mismo te hablan del ascenso de Podemos, que de la troika y Grecia, que del calentamiento global o de la defenestración de Iker Casillas.
Yo no he sufrido lo del aire acondicionado pero sí la falta de higiene de algunos y el exceso de velocidad de otros, con vocación de bomberos…
Dan para más de un post. Sin duda 😉
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La mitad de mi familia son taxistas, así que os podéis imaginar el sentimiento de amor-odio que tengo hacia el gremio.
Como Diego, he sido una gran usuaria del taxi… ahora menos y me he encontrado con gente de todo tipo. El taxista madrileño es un tipo singular, una figura tan castiza como el oso del madroño o el bocata de calamares. Chulos, conocedores de las calles, los antros y los palacios capitalinos, filósofos, politólogos, pensadores… lo mismo te hablan del ascenso de Podemos, que de la troika y Grecia, que del calentamiento global o de la defenestración de Iker Casillas.
Yo no he sufrido lo del aire acondicionado pero sí la falta de higiene de algunos y el exceso de velocidad de otros, con vocación de bomberos…
Dan para más de un post. Sin duda 😉
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Ya sé que entre mis colaboradoras y amigas hay alguna defensora de los taxistas, y que generalizar es feo, pero es un gremio al que ODIO. Para que uno sea normal y te trate como debe hay 100 que son unos listos, o unos maleducados, o que se meten donde no les llaman… el tema de preguntar por dónde van a la dirección que les has dicho para mí es de despido inmediato
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Cuando yo curraba era un habitual utilizador de taxis por toda España. Los taxistas más salaos, los sevillanos. Y sí, los había de todo tipo, como en cualquier profesión. Ahora, jubilata y con mucho menor poder adquisitivo, me muevo en metro y bus (que, por cierto, abusan del aspecto contrario: aires acondicionados excesivos que te hacen añorar el plumas invernal) Entre los taxistas que me llevaron recuerdo en particular dos: uno que era ingeniero de telecomunicaciones (y entonces no había crisis) y otro cuya historia prefiero no contar… Felices vacaciones a todas las im-perfectas!
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Yo esta semana (que he cogido mas taxis de los normal por diferentes motivos) también constato que iban con el aire puesto, pero es que esta semana según a que horas no se puede ni respirar en la calle, así que imagino que por su propia salud llevan el aire. Pero ya me cuentas cuando bajen un poco las temperaturas a ver si mantener en la buena costumbre 😊
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Desde que leí el post me he fijado en los taxis y todos los que he visto, de momento, con las ventanillas subidas, o sea, con el aire puesto. Yo monto poco en taxi, pero con el calor tengo claro que lo del aire no es negociable.
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🙂
En proporción voy más en metro que en taxi, no te creas (en metro dos veces al día; taxi, 3 o 4 veces a la semana). Y sí, para el peinado es fatal lo de las ventanillas bajadas X-)
Besos!
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Jajajaja. No tomo demasiados taxis. Soy más de metro o bus pero me desespera lo de las ventanillas bajadas y mis pelos volando al viento. Jajajaja. Besotes!!!
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