Eurovision (por Chelo)

Como seguro que no habéis leído suficientes sandeces sobre Eurovision estos días, aquí vengo yo a contaros alguna más.

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De nuevo, una espectáculo nacional desata lo peor de ese sentimiento tan español de ser los primeros y más feroces críticos de nosotros mismos, cómo me molesta esa actitud permanente, especialmente acelerada en las redes sociales. Pero es lo que hay. Os recomiendo la lectura de este artículo de Javier Silvestre, no puedo estar más de acuerdo. Yo lo hubiera titulado «Si no te gusta no lo mires», él lo llama «A los ‘catetos’ que ven Eurovisión«.

Hace unos años que retomé el gusto por Eurovision. Sin ser una entendida musical, es una espectáculo que me gusta (y un ejercicio estupendo para repasar las capitales europeas menos conocidas con los niños, ahí lo dejo). Me gusta el día de la gala, ni el antes, ni el después. Así que no tengo ni idea ni me importa demasiado la polémica que ha rodeado nuestra canción antes de llegar al pasado sábado. La canción que defendió Manel Navarro me gusta para este festival, no era una canción ganadora ni mucho menos, pero es pegadiza, tiene ritmo, no se, no me parece peor que el aclamado Europe’s living a celebration de Rosa López en el festival del 2002.  Por cierto, la acabo de escuchar y hay que ver cómo ha perdido la canción con el paso del tiempo y los efluvios festivaleros.

El sábado media España estaba esperando que este chaval la pifiara, para arremeter con más saña si era posible sobre nuestra candidatura. Y la cagó. Pero donde leo chorros de tinta ensalzando la vergüenza que pasó España cuando el chico galleó, a mi me inundó una enorme angustia. Pensé en el chico, en su familia y amigos y que que queréis que os diga, vergüenza no sentí, sentí pena por Manel y por su madre, que debió sufrir lo suyo con toda esta historia. Y no soy yo especialmente buena persona, no lo soy. Pero por lo menos he conseguido que las redes sociales no saquen lo peor de mi, que es lo que observo con la cantidad de inmundicias que se leen en Twitter a raíz de temas como Eurovision. Pero bueno, tampoco voy a negar que me he reído tela con algunos de los memes, seré un poco moñas, pero el sentido del humor lo conservo bastante bien. Hay tantos motivos realmente importante para sentir vergüenza de este nuestro país, que francamente ver como gente aparentemente letrada siente vergüenza por esto, me da un poco la risa. Pero cada uno es libre de sentir decoro por lo que le venga en gana, faltaría más, no lo critico, solo me duelen las sonrisas, como diría aquel.

Y cambiando de tercio, os cuento que mi favorito era Italia (la letra me parece simplemente GENIAL, en el enlace sale traducida a castellano) hasta que vi la puesta en escena de los suecos, porelamordeDior, ¡los suecos!. Con razón han ganado el Festival seis veces, qué listos son los suecos. Esos trajes, esas gominas, esa coreografía y esa cinta de correr tan bien dominada. Me en-can-tó.

Ver la magnífica actuación sueca con su I Can’t Go On aquí

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Y sobre la canción ganadora, pues muy bonita, pero francamente no me parece para tanto. Esta claro que no tengo ni pajolera idea de música, no me lo puedo negar, pero es mi im-perfecta opinión, si no te gusta, puedes ponerme verde en Twitter o comentar abajo, como prefieras.

¿Tu ves Eurovision? ¿O tienes cosas mejores que  hacer un sábado por la noche? 🙂


4 respuestas a “Eurovision (por Chelo)

  1. Siempre tengo algo mejor que hacer que ver la tele, incluso puede que sea ver dos peliculones en un canal de pago, como hicimos ese sábado. La canción ganadora sí la he escuchado; está bien, sin ser una obra maestra. No es festivalera, no tiene ese artificio que caracteriza a las piezas que concurren en el certamen. Y el gallo del chico me dio pena, claro. Parece que el chaval lo ha encajado bien y, sin duda, el traspiés y el hecho de quedar el último no es una tragedia, ni una vergüenza. No como muchas cosas que leo en la prensa y suceden en la piel de toro y los archipiélagos.

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  2. Admito que me sorprenden las pasiones que sigue levantando Eurovisión, a favor y en contra. Como Isa, la única vez que he vuelto a ver el concurso de adulta fue en esa quedada en casa de una Im-Perfecta (donde, en efecto, no pasaba de excusa para quedar a tomar birras 😉

    Yo paso mil de Eurovisión, pero honestamente, no lo hago con una actitud elitista. Simplemente, no le veo interés. No me gustan ni el formato ni, por lo general, el estilo de las canciones a concurso (aclaración: he escuchado la canción ganadora hoy para poder opinar aquí y me parece preciosa; pero creo que los habituales del certamen estaréis conmigo en que esa no suele ser la línea de los temas, ni mucho menos). ¿Me convierte eso en una esnob? Pues creo que no; simplemente cada uno tiene sus gustos y no creo que los que no lo vemos merezcamos un artículo tan virulento como el de ese tal Javier Silvestre. Sobre todo porque, de nuevo: ¿¿¿es esto tan importante???

    Y aquí enlazo con lo que ambas comentáis: ¿vergüenza nacional porque nuestro representante de Eurovisión suelta un gallo al cantar? Una cosa que me pasma de los españoles es nuestro extraño sentido del ridículo. Somos tímidos para lanzarnos a hablar idiomas en público, nos azora desafinar en un concurso musical, pero no se nos cae la cara por ser un país con casi una treintena de mujeres víctimas de violencia machista en lo que va de año, ni por mantener en el poder a políticos corruptos e ineptos, ni porque la calidad de la educación y la sanidad públicas decaiga de manera preocupante. ¡Semos asín!

    PD. ¡Viva Portugal y vivan los suecazos!

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  3. No soy nada de Eurovisión, la verdad… creo que el único certamen que he visto fue el de Rosa, porque me junté con gente en casa de una im-perfecta y lo de menos era lo que había en la tele.

    Consigo llegar al día D ‘virgen’ -sin haber escuchado la canción candidata por España, ni el resto- y gran parte de las veces, permanezco ignorante del tema también después. Tengo una capacidad innata para ignorar lo que no me interesa… Así pues, de ‘la canción de la vergüenza’ solo he escuchado el famoso gallo y he visto los memes de rigor, y tan pichi, oyes.

    En cualquier caso, coincido contigo en que tenemos muchos más motivos de arrobo patrio que la canción que nos representa en un festival… Me da pena el muchacho, Manel, pero más pena me dan los que siendo buenos no llegan a ser vistos ni escuchados por tantos eurofanses 😉

    De todo esto, mis conclusiones son dos:

    1. que, si bien la autocrítica es sana, no saber valorar los logros propios es un problema jodido. Y en España lo tenemos (revestido de mediocridad y envidia)
    2. ¡A por los suecos!

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