Alerta ante los estereotipos femeninos (por Cristina Buhigas)

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El juicio a los animales violadores de Pamplona en España y el levantamiento internacional contra el abuso sexual nos han puesto a las mujeres en una situación que una amiga definía como “estar alerta”. Estamos todas en una actitud de vigilancia ante cualquier signo de machismo y lo denunciamos con contundencia. Lo más positivo de esta situación es que se está concibiendo el feminismo como algo consustancial a la condición femenina y que se está introduciendo el debate sobre los derechos de la mujer y cuándo se contravienen en todos los foros.

Hace unos días Miquel Molina escribía sobre el concepto “sexo consentido” en La Vanguardia: “El concepto de consentimiento sugiere que alguien, más que participar activamente en un acto sexual, se deja hacer (…) La frontera entre lo que es una violación y lo que es mantener relaciones sexuales por voluntad propia (parece que hay resistencia a considerar a las mujeres como un sujeto sexual activo) sería más diáfana si, en lugar de usar la expresión jurídica de sexo consentido, habláramos de sexo deseado”.

Este párrafo me pareció esencial para entender lo que nos sucede a las mujeres en la sociedad actual, porque habla de los estereotipos femeninos. Las mujeres no son sujetos sexuales, no deciden sobre su vida sexual porque son un objeto para la procreación y la satisfacción masculina. Esta es una creencia generalizada que las que no somos así creíamos superada, pero que nos salta a la cara cuando pasan cosas como el juicio contra La Manada.

La educación represiva de la mujer sigue existiendo y hay que luchar contra ella, no tengo ninguna duda. De ahí viene lo de “estar alerta”. Todas dispuestas con uñas y dientes a atacar el machismo. Debo reconocer que participé en esta actitud de forma un tanto irreflexiva, como casi todas y que, también como casi todas, caí en los estereotipos precisamente al intentar combatirlos. Por suerte, vi la luz en un hilo de Facebook.

Bajo una serie de fotos publicitarias de la firma de moda Dolce&Gabbana, presidida por una que ilustra este artículo, con una modelo en el suelo, acompañadas de otras en las que hombres guapísimos siguen a mujeres guapísimas en actitud de piropear, se preguntaba “¿Qué os parece?”. Las respuestas se acumularon: “La Manada”, “Mujer objeto”, “Machismo”, “Desprecio a la mujer”, “Violación”, etc.

A mí, la verdad, no me parecía nada de eso, defendí que eran anuncios muy estéticos que incitaban a la compra de ropa a hombres y mujeres y que a mí, “me ponían”. Se me echaron encima con argumentos de “las más machistas son algunas mujeres”. Lo más chusco fue lo de: “Estos anuncios no están hechos para que las mujeres compremos la ropa, sino para que los hombres que nos la compran vean lo que pueden conseguir si nos la regalan”.

Soy periodista, así que hice algo muy sencillo, ir a la fuente: me he visto todas las campañas de la empresa de moda y en ellas abundan las imágenes de hombres desnudos rodeados de mujeres que parecen acosarlos sexualmente. ¿Por qué nadie ha protestado diciendo que se propicia la violencia contra los hombres por parte de las mujeres? Por dos razones muy sencillas, porque las fotos son de contenido sexual onírico y muy estético y están destinadas a que las mujeres, las principales compradoras de la firma, crean que van a triunfar, sexualmente hablando, si se visten con ella, y porque no existe el estereotipo del hombre objeto sexual, pasivo y que no puede tener sueños eróticos de dominación.

Comprendí que las que “estamos alerta” estamos “demasiado alerta”. Comprendí que las mujeres debemos abandonar los estereotipos victimistas, especialmente respecto al sexo. Una mujer “empoderada”, como se dice últimamente, elige su ropa, se compra su ropa para gustar a sí misma o a los hombres, no es machista querer gustarles. Una mujer empoderada tiene fantasías sexuales y las realiza o no según la apetezca. ¿O es que el estar alerta contra el machismo nos va a llevar a sólo vestirnos modestamente, a no maquillarnos y a no tener el sexo que queramos con quien queramos? De ahí al velo musulmán, a no salir por la noche y a llegar virgen al matrimonio no hay más que un paso.

Cristina Buhigas: Tras fundar y asistir al cierre de numerosos medios de comunicación, del antiquísimo Pueblo al moderno Público; de trabajar en ellos miles de horas, como en los diarios económicos La Gaceta de los Negocios o La Economía 16 y en la agencia de noticias Europa Press, Cristina ha conseguido liberarse de libros de estilo y, lo que es más importante, de líneas editoriales, gracias a la jubilación.


2 respuestas a “Alerta ante los estereotipos femeninos (por Cristina Buhigas)

  1. Muy de acuerdo con tu reflexión, Cristina.

    No me gusta el feminismo victimista y sobreprotector, si no el liberador el que otorga a las mujeres capacidad para hacer lo que le de la gana, para disfrutar de su propio cuerpo y sus apetencias, para equivocarse. La mujer es un ser humano completo y como tal tiene que poder asumir responsabilidades (las suyas, claro, no la de los demás).

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