Compañeros de trabajo (por Chelo)

Compañeros de trabajo…

… y sin embargo amigos, podríamos decir.

Ilustración cogida de: https://bitacorailustrada.wordpress.com/2011/03/20/ahora-si-empieza-la-vida/

Hubo un tiempo en que las “listas” eran mi punto fuerte en el blog. Las tengo abandonadas no, lo siguiente, así que me animo a retomar esta buena práctica de clasificar elementos de nuestro entorno con esta temática tan jugosa: compañeros de trabajo.

Ni que decir tiene que todos estos seres (normalmente humanos) que paso a describir son producto de la más pura ficción «amigos de amigos». Así que cualquier parecido con la realidad es simple coincidencia. Aclarado lo cual, allá vamos.

1) El Arturo Vals de turno. A este lo conocemos todos. Este tipo siempre está en el área comercial ¿qué pasa en ese departamento que siempre atrae cual imán al más guay de entre los guais? Todo lo ha experimentado. Presume de coche y te cuenta, por supuesto, cuanto le ha costado. Presume de comer en restaurantes carísimos a cuenta de la empresa, presume de virilidad, presume de llevar los pantalones en su casa, presume de todo lo presumible y más. He de decir que no he conocido a ninguna mujer comercial que responda a esta descripción, no diré más.

2) El sabelotodo. ¿Os acordáis de la teoría del Pelm? Pues sí, este responde al pelm-sabelotodo: «este individuo, generalmente hombre, es capaz de hablar de lo que sea, siempre sabe más que nadie, más, mejor y más grande (¿será una frustración?).»

3) Bob el silencioso. Si un día no viene, nadie se da cuenta, porque va siempre con tanto sigilo por la oficina que nunca sabes si está o no. Nadie sabe cuándo ha llegado ni si se ha ido a casa ya. Este es el compañero ideal de despacho, a la fecha no he tenido la suerte de sufrirlo, pero sé que existe y que la gente se lo rifa.

4) El llorica. Toooooodo el día llorando, quejándose de cuanto trabajo tiene, de lo poco que gana, de lo tarde que sale, de lo mal que le trata su jefe, ¡de TODO!! Hijo, pues si tan mal estás, cámbiate de trabajo y déjanos vivir.

5) El aspirante a Director General. Este es mi ídolo. Siempre queda bien, pero nunca hace nada, siempre está «ocupado». Si algo sale bien, es por él, si algo sale mal, él no ha tenido nada que ver. Un crack.

6) El en-marronador o el San Cayetano. A este le temo como al demonio. Mejor no pasar por la puerta de su despacho a menos de 5 metros porque es cuando aprovecha para llamarte «¿puedes venir un momentito?» «¿un momentito?» qué gran frase, se me retuercen las canillas cada vez que la oigo porque ya se que ese momentido se va a convertir en horas y horas de trabajo…

7) El sindicalista. Este no necesita mucha descripción. Yo en el fondo creo que todos deberíamos tener un porcentaje de este tipo en las venas, porque se puede ser muy buen empelado, fiel a tu empresa, comprometido con el proyecto y a la vez no dejar que luchar por lo que es justo en términos de condiciones laborales. El equilibrio es complicado y lo que normalmente encuentras es o bien gente que sólo sabe pedir o bien gente que no es capaz de reclamar lo que le corresponde.

8) El doble cara o también conocido como «más falso que el flequillo del Dioni» o cómo he oído recientemente «más falso que un amigo del Facebook». Delante tuya es todo simpatía, alabanzas, buen rollito… por detrás te pone la zancadilla cada vez que puede y si está tu jefe delante, pues más, un cabronazo, vamos.

Seguro que me dejo tipos por el camino ¿alguno que queráis añadir a la lista? ¿Os sentís identificados con alguno? ¿Aunque sea sólo un poquito?

PD: ¿Alguna vez os han dado de hacer algo como lo de este vídeo? jjjjj


31 respuestas a “Compañeros de trabajo (por Chelo)

  1. Reconozco varios tipos (también en mujeres). La verdad es que hoy por hoy estoy rodeada de buenas compis, a mi ladito. Y en cuanto a lo más temido para mí, los que te pasan los marrones. Los lloricas me cargan, la verdad.

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  2. Con todos los respetos… ¿Dónde está el pagafantas? Ese pobre soñador que le paga el café a todas, les escucha, se ve todas las telenovelas para luego comentarlas con las secretarias… en la imposible tarea de algún día beneficiarse a alguna… pero que nunca se beneficia a ninguna porque al final todas creen que es gay.

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

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  3. Todos esos personajes (alguno por duplicado) los había en todas las empresas en las que trabajé hasta pasar a la categoría de «jubilata». Yo añadiría «el gracioso», que siempre nos amarga el cafelito de la máquina con sus horribles y antiquísimos chistes, contados además a gritos y dándote palmadas en la espalda, y «el hincha del Madrid», que va tarareando el himno por los pasillos y apalizando a todo quisque con las maravillas de su equipo.

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  4. Yo creo que he conocido a los ocho tipos de compañeros en todos mis trabajos, pero creo que falta uno, EL PELOTA, que simplemente vive feliz con hacerle la pelota al jefe, aunque lo malo empieza cuando ese peloteo te afecta a ti, si no haces ese peloteo… y vienen los problemas.

    Besos chicas.

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  5. Es que ¿a quien no se le ha pasado por la cabeza algo así alguna vez? Yo ahora creo que no lo haría, pero tuve una vez un compañero de curro, que de verdad, pá arrearle pero bien 😛

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  6. Me ha encantado el listado de tipologías de compañeros de curro… he reconocido a todos. ¿Y sabes qué? Tengo la suerte de tener al lado a Bob, el silencioso. 😉 Lo sé, soy una afortunada.

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