El caso del niño de seis años ingresado por difteria en Olot ha colocado a los antivacunas en el punto de mira. No es para menos. La difteria era una enfermedad erradicada en España desde 1986 y los responsables de este primer caso tras tanto tiempo son unos padres que eligieron no vacunar a su hijo, por lo que el niño no estaba inmunizado contra la enfermedad. Una patología muy contagiosa que en algunos casos compromete el corazón, ya que se inflama el músculo cardíaco. Es decir que puede llegar a ser muy grave, incluso mortal.
Como madre provacunas, que cree que más vale prevenir siempre, no entiendo a los padres de esta criatura y encuentro su comportamiento irresponsable. Tampoco comprendo, en general, los endebles argumentos de los antivacuna. Hay quien pone el acento en este debate en el respeto a las libertades individuales, pero cuando las mismas entran en colisión frontal con el derecho a la salud de cualquier persona, en este caso de un menor, mal vamos.
La vacuna contra la difteria está contemplada en el calendario vacunal en España y se administra junto a otras vacunas. Es decir, que este niño está desprotegido frente a varias patologías además de la que ahora le mantiene ingresado, algunas de las cuales pueden resultar mortales.
Vacunar a los niños es cuestión de sentido común, de responsabilidad y de solidaridad, ya que este niño puede haber contagiado a otras personas de su entorno no vacunadas –adultos o un recién nacido con el que hubiera estado en contacto, puesto que la primera dosis de la vacuna de la difteria se administra a los dos meses de edad-. Vacunar a los hijos es también voluntario, esto es, se recomienda, y por ello los padres pueden decidir no vacunar a sus hijos sin cometer delito alguno, siendo legalistas.
Vacunar a los niños es cuestión de sentido común, de responsabilidad y de solidaridad, ya que este niño puede haber contagiado a otras personas de su entorno no vacunadas –adultos o un recién nacido con el que hubiera estado en contacto, puesto que la primera dosis de la vacuna de la difteria se administra a los dos meses de edad-. Vacunar a los hijos es también voluntario, esto es, se recomienda, y por ello los padres pueden decidir no vacunar a sus hijos sin cometer delito alguno, siendo legalistas.
Argumentan los antivacuna que las mismas pueden tener efectos secundarios. Cierto, pero en la balanza de pros y contras pesan más las ventajas. Sostienen que no son seguras, aunque los ensayos clínicos demuestran lo contrario. Las vacunas han salvado y seguirán salvando millones de vidas y han contribuido a erradicar
enfermedades espantosas. Por ello, la mayoría de los padres sigue rigurosamente el calendario de vacunación.
enfermedades espantosas. Por ello, la mayoría de los padres sigue rigurosamente el calendario de vacunación.
Junto al descubrimiento de la penicilina las vacunas son un avance clave de la medicina, por desgracia no de alcance universal. Así, en países del llamado Tercer Mundo la pelea es por tener acceso a esas vacunas que podrían salvar las vidas de muchos niños y que llegan a cuentagotas. Vacunas que en el Primer Mundo algunos deliberadamente niegan a sus hijos. Brutal y cruel paradoja.
Si, yo igual que Ana, vivir en sociedad es lo que tiene. Si no te gustan las vacunas o te aguantas o te exilias a una isla desierta…
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Mi comentario va a ser corto: la libertad de uno termina cuando supone un riesgo para los demás… soy provacunas absolutamente
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Yo soy madre y tampoco me meto jamás en lo que hacen los demás con los suyos o como les educan, porque si me dan instrucciones, tratan de aleccionarme o me dan consejos, sin yo pedirlos, me sienta fatal y salto. Pero es que aquí hablamos de una opción de los padres que tiene o puede tener repercusiones en la salud pública. Es un tema serio. Gracias por opinar.
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Susana, mil gracias por opinar, aunque no está claro que las consecuencias sean por las vacunas o porque hubiera alguna patología previa de base. En los últimos tiempos la vacuna más controvertida ha sido la del VPH, porque hay documentadas reacciones adversas en forma de crisis convulsivas en niñas a las que se les administró. Respecto a las otras, no he encontrado nada alarmante. Un beso
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Muy interesante el reportaje de El Mundo, aunque deja entrever que no está probado que los desenlaces fatales que comenta sean por causa de las vacunas…
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Muy interesante el reportaje de El Mundo, aunque deja entrever que no está probado que los desenlaces fatales que comenta sean por causa de las vacunas…
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En esta web (http://vacunasaep.org) se describen los efectos adversos de cada vacuna del calendario vacunal español y sobre sus componentes, pero muy a grandes rasgos.
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Hay padres que no lo tienen tan claro, o son antivacunas directamente. Gracias por opinar.
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Hasta ahora, un juez puede obligar a la vacunación cuando hay riesgo de que el problema amenacer la salud pública. Todo muy en el aire, no hay nada firme a nivel legal.
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Gracias por opinar. Los provacunas lo tenemos muy claro.
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Muy acertada tu reflexión. Hoy leo en la prensa varios casos de familias españolas que han decidido no vacunar a sus hijos por que han sufrido fatales desenlaces por culpa de las vacunas (http://www.elmundo.es/salud/2015/06/05/556f5df5268e3e93438b4595.html). Es cierto que no están exentas de algún riesgo, son dramáticos los casos que relatan, y siento muchísimo lo que les ha sucedido, pero pienso que la sociedad, en su conjunto, correría un riesgo mayor si la población no estuviese vacunada. Besos
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No tengo hijos así que no me gusta meterme en lo que haga cada uno con los suyos pero confieso que se me abren las carnes cuando escucho que hay gente que no quiere poner vacunas. Yo sé que las pondría sin dudarlo. Tu reflexión final es fantástica. Parece mentira que estemos despreciando algo por lo que otra gente mataría.
Un besote.
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Estoy a favor de la vacunacion, pero tambien tendria que haber estudios sobre los efectos que tienen las vacunas y sus componentes en el organismo.
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Se dice que la pudo traer alguien de Rusia, estando erradicada de España, queda claro que , de las vacunas , no prescindamos de ninguna .
Y a todo esto , ¿cuantos meses/años vamos a seguir con los recortes en sanidad , los mejores medicos no eran los españoles ?
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Completamente de acuerdo. Es más, creo que si el sentido común fracasa (como ha sido este caso) y supone un riesgo para la salud, el Estado debería obligar por ley a los detractores de las vacunas y sancionarles.
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Esto va a traer debate.
Besos.
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