Hay infinidad de hábitos que tenemos interiorizados, los hacemos casi sin darnos cuenta. Lavarnos los dientes, peinarnos, preparar café por la mañana, vestirnos o ponernos los zapatos. Son este tipo de prácticas que acabas haciendo casi sin darte cuenta y que posiblemente nunca se pierdan en nuestras costumbres.
Otros, en cambio, nos exigen cierto (o un inmenso) esfuerzo o sacrificio, por mucho que estén en nuestras rutinas . De estos últimos es de los que quiero hablar. Para mi el exponente máximo de este grupo de hábitos es el deporte. Cuando estás en la dinámica de hacer ejercicio con regularidad, ya sea salir a correr, ir a pilates, hacer bici estática en tu casa, o lo que sea, simplemente lo haces, te siente muy bien con ello y te compensa el esfuerzo. Hay algo en tu cabeza que de forma inconsciente te ayuda a salir un día más a correr.
El problema es cuando, este segundo tipo de hábitos, que no nos salen solos, se pierden. Me considero una persona bastante disciplinada en general, pero tengo la mala costumbre de perder el hábito de hacer ejercicio con relativa facilidad. Y, francamente, me cuesta un mundo retomarlo. El remordimiento de conciencia por no hacer deporte no supera esa pereza interior que impide que me ponga a ello. De verdad os lo digo: es horrible.
Para mi, en este segundo grupo, se encuentran hábitos tan dispares como pintarse las uñas o leer. Tan pronto paso una racha que no piso la calle sin mis uñas perfectamente arregladas y maquilladas, como otras, en las que mis manos parecen las de un camionero ruso. Y la lectura, ¡ay! la lectura. He pasado épocas en literalmente he devorado libro tras libro y otras en las que no me nace abrirlos. ¿Tenéis algún truco para retomar estas prácticas que conscientemente nos hacen tanto bien pero que el subconsciente se niega a empujar para llevarlos a cabo?
PD: En el 2013 tuve uno de mis reencuentros con el deporte y os lo narré aquí:
El deporte es más que un hábito.¡Engancha!
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Es cierto, pero cuando te desenganchas, retomarlo cuesta la vida
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Uf… Si alguien tiene la respuesta, que la diga, jejeje… Escuché en alguna parte que la forma de crear un hábito es hacer algo durante 21 días seguidos. No sé si funcionará, pero en el caso del deporte, sí es cierto que cuanto más lo practicas, más te cuesta dejarlo. Así que imagino que la única solución es volverte a poner las zapatillas 😉
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Lo de los 21 día yo tambien lo he leído, habrá que hacer un poder…
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